Yeonbin One shots (Pedidos Abiertos)

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En alguna otra vida, Soobin y Yeonjun serían perfectos el uno para el otro; en una vida muy lejana a esta, tal vez su amor no sería algo prohibido y pecaminoso. Pero no era así: Yeonjun era el rey del Infierno y Soobin pertenecía a la orden de los Caballeros Infernales, la cual se dedicaba a erradicar todo mal que amenazara a la humanidad, entre ellos por supuesto, a los demonios.

Su relación amenazaba el orden natural de las cosas, vulnerando los límites establecidos hace miles de años. Soobin lo sabía, al igual que Yeonjun, pero algunas cosas son fáciles de ignorar cuando el amor y, porque no, la obsesión, se presentan. Sin embargo, aquello no podía durar mucho. 

— Algún día tendré que matarte — dijo Soobin luego de que el silencio entre ellos se volviera demasiado pesado. Yeonjun lo miró a los ojos, iluminados por la tenue luz que lograba colarse a través de las mugrientas ventanas, y por un instante le pareció percibir en ellos algo que iba más allá de la usual tristeza que exhibían en cada uno de sus encuentros, pero tan repentinamente como lo descubrió, desapareció.

— No tenemos que pensar en eso todavía, Soobin. — respondió Yeonjun — Algún día, pero todavía no. — agregó. Sus dedos recorrían distraídamente la cicatriz que surcaba su mejilla y aunque Soobin la odiaba, a Yeonjun no parecía molestarle, llegando incluso a besarla en más de una ocasión. — Tenemos todo el tiempo del mundo ¿no?

Soobin no respondió. En su lugar se acercó para besar una vez más los cansados labios de Yeonjun y suspiró al sentir el firme pero suave empuje de sus estos sobre los suyos, tan familiar que incluso podía percibirlo como un fantasma sobre su piel cuando no conseguía dormir.

Cada decisión que había sido tomada en transcurso de cien años de rivalidad absurda entre humanos y demonios los había conducido a ese instante. Toda la sangre y cada una de las lagrimas que habían sido derramadas en un siglo habían sido necesarias para que Yeonjun y Soobin cruzaran miradas en ese campo de batalla y de manera casi irónica, se enamoraran.

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Hola :)

Este capítulo es bastante corto y probablemente ni siquiera tenga mucho sentido, pero espero que les guste. 

Nos leemos luego.