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Si a Soobin le dieran una moneda cada vez que Beomgyu y Taehyun peleaban, para entonces ya sería uno de los hombre más ricos del país. Su amigo y su pareja, aunque se profesaban amor eterno e incondicional, tendían a discutir con asombrosa frecuencia. Generalmente, a menos de que la discusión no escalara a algo físico, Soobin no intentaba detenerlos; simplemente los escuchaba a través de las delgadas paredes de su habitación o los miraba sin intervenir.

Esa tarde no era diferente.

Soobin esta en el sofá, tratando de terminar su proyecto de estadística, cuando la pareja llega de una cita, que por el tono y volumen de sus voces, no parece haber ido bien.

— Eres increíble — exclama Taehyun, sus manos apretadas en puños a sus costados. — No puedo creer que seas tan infantil.

Beomgyu esta frente a él, su mirada furiosa clavada en el contrario, incapaz de pronunciar palabra. Soobin no sabe muy bien porque estaban peleando ahora, pero podía estar casi seguro de que Taehyun llevaba las de ganar. Requería mucho para dejar a Beomgyu callado.

Su mejor amigo suspira pesadamente — Lo siento, ¿ok? — dice, aunque por su tono no sonaba muy arrepentido por lo que sea que haya hecho. — No es mi culpa que esa puta te haya estado coqueteando tan descaradamente frente a mí.

— Por última vez, ¡no me estaba coqueteando!

Beomgyu lo miró con las mejillas encendidas — ¡Claro que sí, Taehyun! — insistió. — Literalmente te estaba comiendo con los ojos.

— Estaba siendo amable, Beomgyu — exclamó Taehyun, exasperado. —  A veces las personas son amables, aunque no creo que tú de todas las personas, lo entiendas.

— ¿Qué quiere decir eso? — preguntó Beomgyu. — ¿Estás insinuando que soy desagradable? Porque si ser desagradable es defender lo que es mío, entonces sí, soy bastante desagradable.

— No fue lo que quise decir y lo sabes —explicó Taehyun. — Es solo que, no sé, pudiste haber reaccionado de manera más razonable.

— ¡Fui muy razonable! —dijo Beomgyu.

— ¡Le tiraste un café encima! — acusó Taehyun.

Beomgyu tuvo la decencia de verse avergonzado — Bueno, tal vez no fue lo mejor, pero no puedes actuar como si tu nunca actuaras poco razonable cuando te pones celoso. ¿Recuerdas a Chan, mi compañero de clase? Literalmente lo tacleaste cuando me estaba ayudando con mis libros.

— No era mi intención.

— ¡Claro que era tu intención! Tu mismo me lo dijiste — dijo Beomgyu.

— ¡Era porque te estaba mirando el trasero! — admitió Taehyun, su rostro sonrojado.

— ¡Dios! — responde Beomgyu. — ¡Eres insoportable, Taehyun! — agrega, su voz quizá un poco más alta de lo que debería.

Taehyun no dice nada. Beomgyu tampoco. Entre ellos se instala un silencio tenso que logra incomodar incluso a Soobin y entonces, justo cuando va a decir algo para que la pareja baje el volumen y lleven su discusión a otro lugar, Taehyun toma a Beomgyu del rostro y lo besa con una intensidad sorprendente, evidentemente aún molesto. Su amigo corresponde el beso, sus manos sosteniendo con fuerza los hombros del contrario, encajando sus uñas en la piel y soltando un suspiro de alivio que se pierde entre sus labios.

Soobin ya no se sorprende. Es usual que las discusiones de sus amigos terminen de esa manera, con Beomgyu enredando sus piernas en las caderas de Taehyun y este último llevándolos a su habitación, donde se encerraran un par de horas. Por que así es como Beomgyu y Taehyun resuelven sus problemas: con sexo. Personalmente no le ve el atractivo y tampoco cree que esa sea una forma muy saludable de lidiar con sus problemas, pero bueno, no piensa ser él quién se los señale.

Yeonbin One shots (Pedidos Abiertos)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora