SIEMPRE FUISTE TÚ [+18] COMPLETA ✓

CAPÍTULO III - NO QUIERO OLVIDARLO

Este capítulo está dedicado a Kmylyta35, Nene es mejor tarde que nunca, Feliz Cumpleaños. Que el universo te regale un Max Becquer o un Iknas.

ENZO

— Buenos días licenciado — Cony agita su mano para saludarme   mientras me la topo en los pasillos de la firma, se sitúa a mi lado tratando de seguir mi paso. La chica está haciendo un gran esfuerzo, pues es pequeña y yo camino rápido.

— Buenos días señorita — la miro y le doy un asentamiento de cabeza, se pone roja visiblemente y suelta un suspiro. — ¿cómo le ha ido?

— Muy bien licenciado y ¿usted cómo está? A parte de guapo. — bate las pestaña y me regala una sonrisa con hoyuelos. No puedo evitarlo y me río, ésta niña y sus ocurrencias.

— También muy bien, Cony, ¿la señorita Castelar está en su oficina?

— Si licenciado, ¿quiere que le dé algún recado?

— Solo recuérdale que hoy es jueves y comemos juntos.

— Eso nunca lo olvida, ni siquiera tengo que recordárselo — me hace sonreír su comentario, en realidad me llena  de felicidad.

— Me alegra saberlo.

— Hoy Emi recibió un ramo de flores — comenta casualmente, lo que hace que me detenga en seco.

— ¿Quién las envío? — pregunto un poco bruscamente,  no sé cómo reaccionar exactamente.

— Fue  Jake  Rusell — suelta un suspiro — aunque es un mushasho guapo, no es tan guapo como usted —aclara y aunque en otras circunstancias me daría reiría, ahora no sé cómo reaccionar por el hecho de que mi hija tiene un pretendiente.

Cuando veía a Max coqueteando con mi hija me molestaba, creía que se debía al historial de Max, para nadie era un secreto su fama de mujeriego, pero ahora que hay alguien mas rondándola me siento igual aunque sé que Jake es un buen hombre, tiene mejor reputación que Max, pero en ésta parte es donde me contradigo, quiero que mi hija haga su vida, que encuentre a alguien de quién enamorarse profundamente, solo que para mí ningún hombre será digno de mi niña.

— ¿Le pasa algo licenciado? Se quedó como pasmado.

— No, no pasa nada, Cony.

— No me diga que es el típico papá celoso que corretea a los pretendientes de su hija con escopeta y machete en mano — se cruza de brazos y me mira con ojos entrecerrados.

— Por supuesto que no —contesto rápidamente aunque ni yo estoy muy convencido.

— Que bueno, licenciado. Ahora me tengo que ir, su hija  está esperando estos documentos, adiosito — se da la vuelta rápidamente guiñándome un ojo y corriendo en dirección contraria que es donde se encuentra la oficina de Emilia.

* * * * *

— Escuché que recibiste  flores — comento casualmente a mi hija mientras comemos en uno de los restaurantes que están cerca de la firma.

Es una pequeña tradición que hemos adoptado, todos los jueves por la tarde venimos a este lugar a comer, no es un lugar muy lujoso, el vino no es el mejor pero la comida es buena, a mi hija no le importa lo lujoso de un lugar , sino el sentirse bien en él, prefiere sazón en lugar de precio, esa sencillez que exuda me recuerda a su madre.

— Cony — contesta con hastío, mientras hurga en su plato de comida

— Así es — sonrío al recordar el entusiasmo de la chiquilla al mencionar el regalo que recibió mi hija.