EMILIA
- ¿Cony, estás bien? - le pregunto a mi amiga, la cual a estado muy callada en todo el dia, papá me llamó hoy en la mañana para comentarme lo que le pasó a Cony ayer, no había querido sacar el tema a colación esperando a que ella tomara la iniciativa, pero se ha mantenido reservada y eso no me gusta.
- No - dice después de soltar un largo suspiro - esta mañana me rompí una uña y no hay espacios disponibles para arreglarla hasta dentro de una semana.
Me levanto y me acerco a dónde está sentada frente a mi escritorio y la abrazo.
- Mi papá me dijo que intentaron asaltarte y él intervino.- hablo muy bajito cerca de su coronilla.
- Ah sí, también estoy un poco decaída por eso, aunque mi uña se lleva la prioridad. - intenta ser graciosa, entiendo que es su manera de superar lo que le pasó.
- No era necesario que vinieras hoy, puedo arreglármelas sola.
- Sigue mintiéndote - rueda los ojos pero me regala una sonrisa.
- ¿Quieres que hablemos al respecto? - propongo, pero ella ya está negando con la cabeza.
- No hay tiempo, tienes que irte a reunir con tu cliente del caso que acabas de aceptar.
- Cony, esto también es importante - aunque me he vuelto una obsesa del trabajo, soy capaz de dejarlo de lado por mis amigas.
- Aún no me siento con ánimos de hablar, ¿podríamos dejarlo para otro día? - me ofrece una sonrisa tambaleante.
- Está bien, ¿sabes que cuentas conmigo verdad? - la miro a los ojos para que sepa que hablo en serio.
- Si, lo sé.
- Cuando salgas uno de mis escoltas te llevará a tu casa - le informo.
- No es necesa...
- Sin discutir, es una orden - la interrumpo y ella baja los hombros derrotada.
- Está bien -refunfuña.
Me separo de ella y me dirijo a preparar mis cosas para irme.
Bajo hasta el estacionamiento donde mis escoltas ya me están esperando, reviso la hora en mi reloj de pulsera lamentándome por llevar el tiempo justo, me hubiera gustado pasar a la oficina de mi padre para platicar con él, pues no he tenido oportunidad de verlo desde ayer.
Antes de subirme a la camioneta uno de los escoltas me extiende un sobre en blanco completamente sellado.
- Señorita, un joven nos entregó esto para usted, viene cerrado pero ya lo revisamos y no parece haber nada más adentro que un simple papel. Creemos que es otra amenaza pero es mi deber infórmale, usted decide si lo abre o lo desechamos de inmediato.
Miro el sobre en sus manos sin siquiera querer tocarlo, ya me sé este cuento, seguramente dentro habrá una amenaza con lenguaje soez y misógino con el cual pretenden atemorizarme, así que prefiero saltarme este paso y tratar de terminar mi día lo más tranquila posible.
- Tírenlo, quémenlo o hagan lo que mejor les parezca, tu y yo sabemos lo que viene dentro - comento fríamente antes de subirme a la camioneta e indicarles que avancen.* * * * *
En los siguientes días el trabajo me ha absorbido, solo he podido cruzar unas cuantas palabras con mi padre pero noto una chispa de alegría en sus ojos cada vez que lo llamo de esta manera, a Cony la he notado mucho mejor, poco a poco a regresado a ser la misma aunque noto cierta tensión cada vez que mi padre está cerca, hoy es viernes y son casi las ocho de la noche, me siento un poco culpable por tener a esta hora aún trabajando a Cony, pero si me quiero tomar el día libre mañana debo avanzar con el trabajo, además voy a tomar mi clase aquí en la oficina, ya que el horario se está cruzando.
La firma está prácticamente desierta a excepción de unos cuantos practicantes y unos cuantos abogados júnior , trato de hacer aún lado el trabajo pero literalmente no puedo, mi escritorio está abarrotado de papeles y no quiero retirarlos, porque justamente así como están se me facilita para el trabajo, me muevo a una mesa que está en un lateral de mi oficina, retiro los adornos, coloco mi computadora e inicio sesión con Will, mi maestro de la maestría.
- Hola Emilia - saluda mi profesor y veo que se entretiene por unos segundos con algo al fondo detrás de mi, pero rápido se recompone.
- Hola Will ¿Cómo has estado? - saludo yo también, a lo largo del tiempo que he estado estudiando con él, se ha vuelto un buen amigo.
- Muy bien, veo que estás en tu oficina. - señala.
- Si, he tenido mucho trabajo y no he podido llegar a mi casa para la clase.
- No hay problema, hagamos esto rápido entonces, ya he enviado la corrección del trabajo, está perfecto, solo trabaja un poco en el enfoque.
- Entiendo, ¿crees que las ideas son un poco dispersas?
- No, solo debes ser mas concreta, no dejar ambigüedades porque a la larga se pueden formar lagunas de las cuales se puedan aprovechar en la interpretación.
- Correcto, las voy a analizar - asiento tomando nota.
- Recuerda que debes abarcar todos los posibles desenlaces no solo en lo que te estás enfocando, si bien es lo más importante debes prever todos los posibles escenarios.
- Comprendo el punto.
- Que te parece si abres el documento con las anotaciones y vamos trabajando punto por punto.
- Estupendo - hago lo que me indica y abro del documento con las notas que me señalan los puntos a tratar, charlamos sobre cada punto mientras voy tomando nota, a mis espalda escucho los pasos cautelosos de Cony cada vez que entra a mi oficina y curiosamente coinciden con las veces que Will se distrae de nuestra plática, incluso lo veo sacudiendo un par de veces la cabeza como si tratara de enfocarse. - ¿consideras que este apartado es mejor eliminarlo por completo y volver a redactarlo? - pregunto cuando hemos llegado al último comentario de mi trabajo.
- Disculpa, ¿Qué dijiste? - Pregunta apenado y veo que sus ojos se enfocan constantemente detrás de mi en este momento, echo un vistazo encima de mi hombro y veo que Cony está sentada en la silla frente a mi escritorio concentrada en la tablet con la que trabaja, me es inevitable que una sonrisa aparezca en mis labios.
- Te decía que si es mejor este punto rehacerlo completamente - repito sonriendo y mi maestro se frota el cuello apenado por mostrarse distraído.
- Oh no, no creo que sea necesario, solo revisa bien lo que señalé y modifícalo, las bases son correctas y los cimientos son sólidos.
- ¿Crees que fue mala idea tomar la clase aquí ésta vez? - Inquiero.
- No, claro que no, - niega rápidamente - para mí es raro porque siempre que has tomado la clase en tu oficina has estado sola ¿Quién es ella? - trata de parecer casual, casi suena como si no tuviera importancia, si no fuera porque sus ojos se vuelven a enfocar en Cony y sus mejillas se vuelven rojas.
- Ella es mi asistente, se llama Cony - me muerdo el labio para no sonreír, a este hombre le gusta lo que ve.
- Cony - pronuncia su nombre como si lo estuviera acariciando, su acento lo hace sonar incluso diferente - por mi no hay problema si tus clases las sigues tomando en tu oficina -repone jugueteando con su bolígrafo.
- Perfecto, ¿entonces nos vemos la próxima semana? Debo continuar trabajando.
- Por supuesto adelante - espero a que se despida pero no lo hace, solo se queda mirando a Cony, la cual está ajena a lo que está pasando.
- Muy bien, entonces adiós Will - me despido.
- Adiós Emilia - también se despide pero no cierra sesión.
- Adiós -me vuelvo a despedir con una sonrisa y sé que Cony acaba de salir de la oficina por el ruido de sus tacones y porque la vista de Will la siguió en todo momento, cierro sesión y me dirijo a mi escritorio a seguir trabajando, Cony avanzó muchísimo mientras yo tomaba mi clase.
- Ya te puedes ir Cony, le diré a uno de mis escoltas que te lleve a tu departamento - le informo en cuanto entra nuevamente a mi oficina, pero veo que frunce el ceño a un sobre blanco que sostiene en sus manos.
- Si claro Emi, solo que un mensajero acaba de traer esto para ti - me entrega un sobre igual al que hace unos días me iba a entregar uno de mis escoltas, solo que esta vez si se lo recibo a Cony.
La curiosidad se empieza a hacer presente, mis escoltas me reportaron que los sobres seguían llegando pero los desechaban inmediatamente ante mi rechazo al primero.
- ¿Un mensajero a esta hora? - inquiero también con el ceño fruncido, es un simple sobre, el cual a contra luz parece tener un papel doblado en su interior.
- A mí también se me hace raro, pero dice que le pidieron entregarlo a esta hora.
- Gracias, lo revisaré luego - lo pongo en mi escritorio debatiéndome en si vale la pena abrirlo o no. Saco mi teléfono y mando un mensaje a uno de mis guardaespaldas. - Ya te puedes ir Cony, uno de los muchachos te está esperando abajo con una camioneta - le informo.
- ¿Es uno de los guapos mamados? - pregunta en tono pícaro levantando y bajando sus cejas perfectas, me río ante su ocurrencia.
- ¿Siempre tienes que ser así? - pregunto con humor.
- Así ¿Cómo? ¿Icónica? - responde inspeccionando sus uñas mientras saca una cadera.
- No - respondo rodando los ojos - tan coqueta.
- Ah sí, también eso, nos vemos el lunes - se despide con la mano después de tomar su bolsa.
- Descansa.
Tomo el sobre pellizcándolo con el dedo índice y pulgar y lo arrojo al bote de basura.
Continúo con mi trabajo concentrándome lo más que puedo pero no puedo dejar de lado la curiosidad por ese papel, ya son varios los que envían.
Compruebo la hora en mi reloj y cuando son las once de la noche decido dar por concluida mi jornada, hace hora y media que Cony me avisó que ya estaba en su casa a salvo.
Me levanto de mi silla, veo el sobre en la papelera pero lo ignoro, me trueno el cuello para tratar de desaparecer la tensión, estiro los brazos sobre mi cabeza y mis articulaciones protestan, suelto un largo suspiro y arrastro los pies hasta mi bolso, me llevo los papeles con los que voy a trabajar el fin de semana, el sobre vuelve a llamar mi atención otra vez, apago las luces y cuándo estoy a punto de cerrar mi oficina no puedo más con la curiosidad y lo saco del bote, lo meto a mi bolso y me voy.
En el camino a mi departamento me lamento el no haber podido salir de la firma antes para pasar al cementerio, me hubiera gustado ir a la tumba de Max para comentarle sobre la salida que voy a tener mañana con Jake, sé que Max no toleraba a Jake y me hubiera gustado ir a su lecho a platicar con él sobre la invitación de Jake.
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SIEMPRE FUISTE TÚ [+18] COMPLETA ✓
Roman d'amour|LIBRO 2: BILOGÍA HUBIERA| •A pasado un año desde de la tragedia y Emilia se dedica en cuerpo y alma a su carrera y a crear un vínculo con su padre, no le interesan las relaciones amorosas y a penas tiene contacto con sus amigos, pero no espera cr...