CAPÍTULO XVIII - TÚ NO ENTIENDES

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EMILIA

Mi padre se empieza a sacudir y yo entro en pánico, entonces de pronto abre mucho los ojos y nos mira, las lágrimas que había empezado a derramar por verlo en el estado inserte en el que se encontraba, ahora salen sin poder detenerlas por poder mirar de nuevo la luz de sus ojos.

Antes de que podamos abalanzarnos hacia él para abrazarlo, los doctores lo abordan para examinarlo y nos sacan de la habitación.

La máquina que monitorea sus signos vitales empieza a pitar como loca, el doctor y las enfermeras lo rodean mientras nosotras salimos abrazadas al pasillo para esperar noticias.

- Despertó - balbucea Elvira entre lágrimas mientras me abraza más fuerte.

- Si - mi voz no suena diferente a la suya.

No somos más que temblores y lágrimas descontroladas.

- No pueden estar aquí, señoritas - nos dice una enfermera que salió de otra habitación.

- Mi papá ya despertó, pero nos sacaron de inmediato - argumento con la esperanza de que en breve nos indiquen que podemos pasar a verlo.

- Seguramente van a hacerle un chequeo completo para comprobar su estado, lo cual lleva tiempo, es mejor que vayan a la sala de espera - trato de apelar pero me detengo porque tiene razón, además de que aquí muy seguramente vamos a entorpecer el trabajo del resto de los doctores, renuentes nos dejamos llevar por la enfermera hasta la sala de espera en dónde se encuentra Jake.

No soy capaz de sentarme ni un momento, me paseo de un lado a otro esperando noticias, Jake trata de persuadirme para que me siente y me calme pero no puedo, por su parte Elvira se dedica a estar parada en un rincón abrazándose a sí misma.

Está temblando y no puede detener las lágrimas, las mías han logrado calmarse un poco por la esperanza de saber que mi padre ha despertado por fin.

Voy a dónde está ella y la abrazo.

- Está bien, él ha despertado - la estrecho fuerte para tranquilizarla.

- Lo sé, lo sé, pero me doy cuenta de que la vida es tan fugaz que tengo miedo de perderlo. - La guío hasta el sillón más cercano para tomar asiento. - el hombre que le hizo esto no tardará en volver a intentarlo cuando se entere que no cumplió su cometido.

- No lo hará - afirmo con determinación, mis palabras y confianza en ellas la hacen enfocar su mirada en mí.

- ¿Por qué estás tan segura? - porque yo me voy a encargar de él, pienso pero no le digo nada para no preocuparla.

- No puede hacerle nada porque he aumentado su seguridad mientras esté aquí y en su casa será igual - ofrezco para justificar mi afirmación anterior.

- No creo que sea suficiente - argumenta, yo también no creo que sea suficiente pero esa explicación tendrá que bastar por ahora.

- Lo será - es todo lo que puedo decir para tranquilizarla. Solo espero que mañana todo salga bien para poder ver a mi padre feliz y tranquilo con la mujer que ama.

Después de no sé cuánto tiempo el doctor se nos acerca y nos indica que podemos pasar a ver a mi papá, nos informa que se encuentra fuera de peligro, solo un poco adolorido por las heridas, pero nada más.

Jake se vuelve a quedar en la sala de espera pues solo nos permiten a mí y a Elvira pasar a verlo.

Abro la puerta de la habitación lentamente y asomo la cabeza, no sé ni por qué lo hago, solo quiero ser cuidadosa, es como si cualquier movimiento en falso de mi parte hiciera que su estado volviera a empeorar.

SIEMPRE FUISTE TÚ [+18] COMPLETA ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora