CAPÍTULO XXXI- SUEGRO

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20 AÑOS DESPUÉS.

MAX.

Han pasado veinte años desde la última vez que la vi...
































Han pasado veinte años desde la última vez que la vi

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JAJAJAJA

LO SIENTO NENES, TENÍA QUE HACERLO, NO ME ODIEN POR FAVOR, ES QUE NO TENGO AMIGOS CON QUIEN BROMEAR.

AHORA SÍ LXS DEJO  LEER EL CAPÍTULO, OBVIAMENTE SE DESARROLLA EL MISMO DÍA QUE MAX DESPERTÓ SOLO EN LA CAMA DE EMILIA Y LEYÓ LA NOTA QUE LE DEJÓ, NO PIENSEN QUE DE VERDAD PASARON VEINTE AÑOS, NO SERÍA CAPAZ DE HACER ALGO ASÍ.

LXS QUIERO POR AGUANTAR MI SENTIDO DEL HUMOR 😉

* * * * *


MAX

Camino a paso temeroso por el pasillo del hospital, me hubiera gustado tener este encuentro en otras circunstancias y obviamente en otro lugar, pero ya no puedo seguir aplazándolo, por lo menos espero que el poder hablar con mi padre y hermano me haga sentir mejor de lo que me siento, Emilia se ha ido, me ha dejado atrás y no la culpo, me dijo que no la buscara y es exactamente todo lo contrario lo que voy a hacer, la voy a buscar hasta debajo de las piedras si es posible, pero de qué la encuentro, la encuentro.

Y cuando lo haga, que dios me ayude a mí y a ella.

Ya me la hizo una vez, de usarme y después marcharse dejándome tirado en la cama como si fuera una puta barata, un maldito trapo viejo, y por si fuera poco me la volvió a hace, no puedo creer que haya sido tan pendejo. Pero antes de correr olfateando su rastro, necesito arreglar mi mierda.

A Isaac le quedan unos cuantos días más en el hospital antes de que se le permita continuar con su recuperación en casa, llamé a Matías por la mañana, él y mi padre ya saben que estoy vivo, al parecer fue la noticia lo que lo trajo aquí en primer lugar,  saber eso hace que me sienta aún más culpable.

Le dije a Matías que lo preparara antes de que yo llegara para que no se impresione demasiado y volviera a recaer.

Me paro en la puerta de su habitación con las manos temblorosas y sudorosas, toco tres veces la madera antes de abrí lentamente, asomo primero la cabeza y entro poco a poco, mi padre empieza a llorar en cuanto me ve, Matías se queda pasmado en su lugar parado junto a la cama de nuestro padre.

Entro más en la habitación, Matías se recupera rápidamente y se abalanza para abrazarme con los ojos llorosos.

—Hermano — solloza mientras me aprieta aún más, algunas lágrimas se me escapan a mí también.

Lo extrañé mucho, todo este tiempo me hizo falta, siempre se subestima el amor y el apoyo de un hermano, lo das por hecho hasta que ya no lo tienes junto a ti y en ahí cuando lo valoras.

SIEMPRE FUISTE TÚ [+18] COMPLETA ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora