Frida pasó días escuchando sobre lo ocurrido en Kattegat. No sólo los hijos mayores de Ragnar habían logrado derrocar a Ivar, sino que Björn se había convertido en el rey. Ivar había asesinado a su esposa Freydis, después de saber que ella lo traicionó, abriendo las puertas de la ciudad a sus contrincantes.
Apenas la chica visualiza ese lugar, no puede evitar sonreír. Se siente nostálgica, a pesar de no saber cuánto tiempo ha pasado. En cuanto se dio la oportunidad de volver a su hogar, no dudó un segundo en regresar, y cerrar todo aquello que no pudo concluir. Los hombres en ese barco no tardan en ayudarla a bajar por cortesía, ella acepta la ayuda, aunque no la necesita.
Apenas baja y camina, con esa tripulación, al Gran Salón, comienza a ser reconocida. Hombres y mujeres se acercan a ella, con un brillo especial en sus ojos y sonrisas, preguntando por el estado de la chica. Durante todo ese tiempo, tanta gente aseguró haberla visto viva, y después muerta, Frida sabe que ninguno mentía. Por esa razón, ahora están maravillados. Lo último que ellos supieron fue que ella había muerto a manos del rey Alfred de Inglaterra, pero ahora la ven ahí, sana y salva.
—Por todos los dioses —Frida, entre todas esas voces, escucha esa, siendo imponente, mientras todos le abren paso para que pueda acercarse—. ¿Realmente eres tú?
Frida lo busca con la mirada, y al verlo no duda en lanzarse a él para abrazarlo y emocionarse, mientras ambos se presionan demasiado fuerte, sin dejar de sonreír.
—Soy yo Ubbe, me alegra verte —al separarse ambos desearían poder hablarse de todo lo que han vivido.
—Debemos celebrar tu llegada, y pagarles demasiado bien a estos hombres que te han traído con vida. Hacer un sacrificio a los dioses por mantenerte viva, y por permitirme verte de nuevo. Todos ¡Vamos al Gran Salón!
Toda la gente grita enseguida, mientras van detrás de Ubbe, Frida, y esa tripulación rumbo al Gran Salón.
—¿Cómo sobreviviste? ¿Cómo estás aquí de nuevo? —ella suelta una risita, esta emocionada.
—Después de aquella batalla en la que me creyeron muerta, el príncipe Aethelred me ocultó en un pequeño castillo. Me mantuvo con él hasta su muerte.
—¿Qué? —Ubbe se para en seco, sorprendido por ello.
Después de que Lagertha fuera desplazada de Kattegat y huyera a Inglaterra, junto con Björn, Ubbe, Torvi y Heahmund, se unieron a las fuerzas sajonas para defender Inglaterra de los vikingos. Después de diversas batallas, Frida apareció en aquella que selló la derrota total del Gran Ejercito, junto con el rey Harald. Ella combatió, sorprendiendo a los vikingos del lado contrario con su aparición, a pesar de que Björn lo había advertido. ¿Cómo Frida había llegado a Inglaterra de nuevo, si ella debía ser la reina de Kattegat y estar con Ivar?
En esa batalla las fuerzas sajonas exterminaron a las vikingas. Todos estaban atentos a Frida, les causaba curiosidad su presencia, pero de un segundo a otro desapareció. Ellos pensaron que ella había huido de vuelta con Harald, meses después, cuando los hijos de Ragnar y aquel rey se unieron para luchar contra Ivar, el rey les explicó que Frida había muerto en batalla.
—Alguien me golpeó la cabeza, yo perdí la consciencia, tal vez por eso me perdieron de vista. Cuando desperté era la prisionera del príncipe Aethelred, quien se dispuso a sanar mis heridas y ocultarme. Después me contó todo lo que ocurrió. Pasé meses con él, y nos enamoramos, pero después fue asesinado, también me lo arrebataron.
Eso es mucho para Ubbe, demasiada información, que no termina por responder dudas, sino generar más. Está ansioso por hablar con ella, desea tomar su mano, llevarla lejos de ese lugar y conversar con calma.
—¡Mira lo que el invierno nos ha traído! —anuncia Ubbe, llamando la atención de Björn, quien observa a la chica.
Él no sabe cómo sentirse después de la última vez que se vieron. Tarda unos segundos en reaccionar por el debate de emociones que se libra en su cabeza. La noticia de la muerta de Frida por supuesto que afectó a todo aquel que había conocido a esa chica, por esa razón él se acerca a ellos, con esa seriedad que lo caracteriza, y apenas la tiene en frente la abraza.
La chica no esperaba un recibimiento tan cálido, pero ahora todos ellos se han puesto al tanto de las razones por las que Frida abandonó Kattegat, y a pesar de que hay cosas que no llegan a comprender, sienten pena por ella. Björn jamás podría dejar de amar a aquella chica que fue como su hermana, y que por cosas tan tontas como enamorarse, cometió errores. Ni siquiera el rey sabe porque, pero dentro de él hay una alegría indescriptible por verla, a pesar de que lucharon uno contra el otro.
—Eres como el Dios cristiano pequeña Frida, has resucitado —dice el hombre sonriendo, ella no evita sonrojarse—. ¡Daremos un gran banquete para celebrar lo que el último barco antes de invierno nos ha traído!
Todos gritan ahí. Björn enseguida comienza a arreglar asuntos con esa tripulación, pidiendo informes y dando una recompensa por llevar a Frida con ellos. La voz se esparció por Kattegat rápido, y pronto todos están deseando poder entrar al Gran Salón, sólo para saludar a Frida y comprobar si es verdad que ella aún vive.
Debido a esa gran cantidad de gente que se ha acumulado alrededor de ellos, Frida no puede concentrarse, e intenta fervientemente ver ese rostro. Ubbe, quien no se ha separado de ella, lo nota.
—¿Qué ocurre? —Frida tiene un semblante nuevo, uno demasiado alegre, y tal vez infantil. Ubbe no recuerda cuando fue la última vez que la vio así, pero antes de que Ivar se marchara a Inglaterra con Ragnar, ella solía tener esa expresión.
—¿Dónde está Hvitserk? —esos hombres que la encontraron en Inglaterra la pusieron al tanto de todo. Ella sabe que ese chico permaneció en Kattegat después del destierro de Ivar, también le hablaron sobre sus problemas con el alcohol y las sustancias alucinógenas, ella no sabe lo grave que es, hasta que nota la expresión seria de Ubbe.
—Björn tuvo que desterrarlo de Kattegat por asesinar a la escudera más famosa del mundo. Hvitserk apuñaló a Lagertha.
Frida enseguida se queda en shock. De la nada no quiere estar ahí, desearía poder ir a buscarlo a aquella cabaña donde la ocultó, y verlo en ese lugar, tal vez esté ahí.
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FRIDA [Parte II] (Ivar The Boneless)
FanfictionLargos caminos de miseria y sufrimiento. Sin embargo, aunque todos hubieran sido claros, tal vez no habría diferencia. Si los dioses no lo hubieran querido, jamás nos habrían reunido. ¿Acaso los dioses gozan con ver nuestra angustia al borde del a...