—¿Qué noticias me traen de Escandinavia? —habla Oleg desde ese trono, acompañado de su esposa Katia.
Él espera una respuesta de Ivar, acompañado de ese pequeño grupo de soldados Rus, pero hay dos personas que él jamás ha visto: ese chico que acompaña a Ivar, quien luce demasiado descuidado; y esa prisionera que es resguardada por sus soldados, a la que obligan a arrodillarse, apenas llegan frente a él.
—¿Por qué me traen a esta mujer? —cuestiona el príncipe, sintiendo curiosidad por Frida, quien apenas lo observa, se atreve a sonreír a pesar de la posición de total sumisión y peligro en la que está.
—Príncipe Oleg —habla Ivar enseguida—. Traemos buenas noticias. Los vikingos se han preparado para el invierno, no tienen demasiada seguridad, pero ya hablaremos de eso más tarde. Mientras tanto me gustaría presentarle a mi hermano, él es Hvitserk.
El chico hace una reverencia ante ese hombre. Oleg lo saluda y ríe.
—Otro hijo de Ragnar —menciona entusiasmado, pero no puede quitar los ojos de Frida, ni ella de él: el príncipe encuentra algo peculiar dentro de ellos.
—¿Y tú quién eres y por qué han creído que es bueno dejarte vivir? —ese hombre se dirige directamente a ella. Ivar no quería que eso ocurriera, no sabe de lo que la insolencia y carácter de Frida pueden causar, y que el príncipe pueda tomar como una ofensa.
—Ella es... —Oleg levanta la mano en señal de silencio, haciendo que Ivar calle. El chico comienza a implorar a los dioses que protejan a su Frida.
—Príncipe Oleg —la chica lo ve a los ojos—. Sólo soy una chica, tal vez Ivar pueda decirle exactamente porqué defendió mi vida, ni siquiera yo sé porque lo hizo.
El príncipe dirige su mirada a Ivar, comenzando a ser impaciente.
—Ella es Frida Erindóttir, una gran escudera, protegida de mi padre. Creció con todos los hijos de Ragnar, incluyéndome, todos la apreciamos como una hermana. Pedí traerla porque es una gran estratega, conoce Kattegat como la palma de su mano, y debe tener nueva información. Todos la aprecian, podemos sacar un gran provecho si la tenemos con nosotros. Sólo que ella suele ser muy modesta.
ESTÁS LEYENDO
FRIDA [Parte II] (Ivar The Boneless)
FanfictionLargos caminos de miseria y sufrimiento. Sin embargo, aunque todos hubieran sido claros, tal vez no habría diferencia. Si los dioses no lo hubieran querido, jamás nos habrían reunido. ¿Acaso los dioses gozan con ver nuestra angustia al borde del a...