FRIDA [Parte II] (Ivar The Boneless)

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—Esta noche quiero mostrarles algo —habla Oleg demasiado emocionado—. Y no me cuestionen de que se trata, estarán sorprendidos cuando lo vean.

Frida nota que a nadie le interesa esa noticia por parte de Oleg, todos continúan comiendo. Ante eso nota que el príncipe cambia de expresión enseguida.

—No podemos esperar para verlo —comenta la chica con una sonrisa, Oleg le responde de la misma forma, entusiasmado.

—Reina Frida, me gustaría preguntar si está interesada en enseñar latín y griego al príncipe Igor —la chica observa al niño, quien espera una respuesta con una sonrisa—. Lo he hablado con él, es importante que conozca estos idiomas, y me parece que, si usted logró aprender tan rápido, debe ser una excelente maestra.

—Yo estaré encantada de hacerlo —menciona ella—. Y si me otorga esa noble e importante tarea no le fallaré, ni a usted, ni al príncipe Igor.

—Esas palabras alegran nuestro corazón.

—Es una mujer —menciona Katia, entonces Frida puede prestarle atención, notando que ha estado enfadada y sorprendida por aquella conversación—, y es pagana. No puede enseñar al príncipe Igor, la Iglesia lo rechazará.

—La Iglesia no puede hacer algo contra mis decisiones. Si los sajones han decidido comenzar a expandir la palabra de Dios a todos sus habitantes, ¿qué nos detiene a nosotros? Y ya está decidido. Y al príncipe Igor le hace falta conocimiento, el conocimiento no se le puede negar a los reyes. ¿Cierto, reina Frida?

La chica le sonríe, de una forma coqueta y un tanto cómplice.

—Por supuesto. Los buenos gobernantes son sabios, y es la mejor arma que pueden tener, mejor que cualquier ejército.

Oleg está de acuerdo con ello. Se siente profundamente complacido cada vez que esa chica habla. No sólo es hermosa, es sabia, se mueve tan suavemente que cualquiera queda deleitado de mantenerse contemplándola. Él sólo necesita una forma de acercarse a ella, y se siente estúpido por parecer un chiquillo enamorado que desea conquistar a alguien, olvidando que es un gran gobernante y puede tomar lo que quiera, cuando sea, pero con Frida todo es diferente.