Margarita
—Margarita, soy yo, Luis. Necesito hablar contigo. ¡Es importante!
¡Luis me estaba llamando! El solo escucharlo provocaba que cada vello se me erizara de la emoción. Pero, la felicidad me duró poco. Cuando menos me di cuenta, el temblor en su voz me hizo darme cuenta de que algo iba mal.
—¡Luis!
—Margarita, yo... —Su respiración estaba entrecortada.
De inmediato, me levanté de la silla. Algo no marchaba bien y tenía que cerciorarme de que mis sospechas fueran ciertas.
—¿Qué...? ¿Qué pasa? —le pregunté.
—Estoy en el Hospital... —Volvió a respirar de manera entrecortada—. ¿Puedes venir? ¡Necesito verte, por favor!
—Pero ¿qué te ha pasado? ¿Por qué estás ahí? ¿Estás bien?
—Sí... yo estoy bien.
—¡Qué alivio! —dije para luego soltar un suspiro muy fuerte, tanto que creía que media vida se me había ido con aquel.
—¡Es mi viejito! —Me pareció que lloraba—. ¡Puta madre! ¡Es mi viejito! Se muere, Margarita, ¡se me muere! —Volvió a llorar.
—¿Cómo?
—¡Está grave! Yo lo maté, mierda, ¡YO LO MATÉ!
—Luis...
—¡Soy un desgraciado!
—Pero ¿qué es lo que ha ocurrido? —traté de sonar tranquila.
Aunque mi corazón había dado un vuelco por lo que me acababa de enterar, no podía desesperarme ahora. Si Luis había acudido a mí, aún a pesar de seguir peleados, era porque la situación lo superaba.
—A mi viejo le ha dado un infarto y...
—¿Luis? —grité. Insistí en decir su nombre, pero no me contestó—. ¿Sigues ahí?
No me contestó. Solo voces al fondo, secundadas por un grito femenino que me congeló el cuerpo, eran el cruel corolario a una situación que de por sí no pintaba nada bien.
—¿Luis? ¿Luis?
—¡Carajo, Margarita! ¡Carajooo!
—¿Luis, ¿qué ocurre?
—Mi viejo está grave, nos lo ha dicho el doctor. ¡Deben operarlo de inmediato! Se lo acaban de llevar a la sala de operaciones.
—¡Dios mío! —ahogué un chillido.
—Si se me muere, yo no me lo perdono, Margarita, no me lo perdono.
—Pero, no es tu culpa.
—¡Claro que es mi culpa! Le dio un infarto por pelearse conmigo.
—¡Ay no!
—Él tiene su carácter, cierto, pero yo ahí, siempre dándole la contra solo por joderlo y...
Rompió a llorar. Era la primera vez que escuchaba su voz de esa manera. Ni aun cuando nos habíamos peleado, su voz me había congelado el alma y corazón. No me quería ni imaginar cómo debería estar sintiéndose por dentro.
Rápido, me dirigí hacia mi cuarto para buscar mi cartera. Luego de verificar que todo lo que necesitase antes de salir, estuviera en su sitio, cogí la perilla de la puerta principal.
—¿Estás en Emergencias del Hospital Militar, cierto?
—Sí.
—Ok, ya estoy yendo estoy allá —le informé antes de dirigirme al ascensor.
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El secreto de Margarita [Saga Margarita 2] - [GRATIS]
ChickLitContinuación de «Decídete, Margarita» (la cual la encuentran en mi perfil). No recomiendo leer esta parte sin haber leído su antecesora. ****** Luego de que Margarita y Luis se reconciliaran, y del gran error que ella cometió esa noche -producto de...