Todas las personas de la fiesta estaban mirando al pequeño grupo que acababa de llegar por la puerta. Diana salió de entre la multitud con una gran sonrisa en su cara.-Bienvenidos, ya veo que no habéis venido todos, ¿Dónde está el Sr.Dixon?-Preguntó mirando a todo el grupo.
-No sabemos si va a venir.-Contestó Carmen, Diana la miró algo extrañada.
-Bueno, disfrutad de la fiesta, por cierto Carol está en el salón con su padre.
-¿De verdad?-Preguntó Eva.-Pensaba que no vendría ya que se ha ido con su padre.
-Claro que iba a venir.-Sonríe y comienza a caminar en dirección al salón; Eva, Carmen y Leire la siguieron mientras que los chicos se quedaron a hablar con Aaron y un tal Abraham. Encontraron a Carolina hablando con un señor, iba vestida con un vestido azul cielo y llevaba el pelo recogido, la chica pareció darse cuenta de que sus amigas estaban en la fiesta y salió corriendo hacia ellas, las abrazó fuerte mientras se le escapaban un par de sollozos.
-Ya pensaba que no ibais a venir, ¿Y los chicos?-Preguntó alegre.
-Se han quedado a hablar con Aaron y Abraham.-Contestó Carmen un tanto insegura de seguir hablando.-Daryl no ha venido.-Terminó por decir.
-Ya lo suponía.-Admitió algo entristecida, pero sonriente.
-¿Qué te ha pasado en la cara?-Le preguntó Eva señalando el nuevo moratón que tenía la chica en la parte derecha de su cara.
-No es nada, solo que me dí un golpe.
-Tiene pinta de haber sido un puñetazo más que un golpe.-Contradijo Carmen asustándose cada vez más por segundos, las tres chicas la miraron esperando escuchar la verdad para poder ponerle remedio desde el principio.-¿Quién te ha hecho esto?-Preguntó mucho más agobiada al no recibir respuesta
-N-Nadie, ya os he dicho que me dí un golpe.-Sonrió y sus ojos comenzaron a llenarse de lágrimas, parpadeó varias veces para hacerlas desparecer pero un par de ellas se escaparon.
-¿Carol qué pasa?-Preguntó Eva.
-Nada.-Su voz sonó débil y temblorosa, aunque quisiera demostrar que estaba bien no era así, en casa estaba pasando un calvario. Su padre gritando por todas partes y no paraba de pegarlas a ella y a su hermana. Un hombre se acercó a su lado.
-¿Qué te pasa,hija?-Su voz sonó áspera y seca, llena de rencor acumulado. Era el padre de Carolina, la chica con tan solo sentirle tan cerca de ella comenzó a tiritar.
-Nada, solo estaba hablando con mis amigas.-Dijo intentando fingir una sonrisa sincera.
-Y ¿Qué les contabas?-Le preguntó frunciendo los labios.
-Les estaba preguntando por los chicos.-Sonrió falsamente de nuevo, sus amigas nunca la habían visto tan asustada, no pareció asustarse cuando los secuestraron. En ese momento lo tenía todo bajo control, estaba serena y con la cabeza fría. Pero con su padre era diferente, posiblemente fuese porque sabía que cuando volviese a casa el peligro seguiría unido a ella de todos modos.
-Enseguida vuelvo.-Dijo Eva sonriente, se alejó del grupo que habían formado en medio del salón y fue directamente a buscar a Diana. No la encontró por ningún lado así que decidió ir en busca de Daryl, él era el único que sabía ayudarla en esos momentos. Salió corriendo hasta su casa, entró por la puerta y subió las escaleras lo más rápido que pudo.-¡Daryl! ¡Daryl! ¡Necesitamos que nos ayudes!-Dijo mientras golpeaba la puerta de la habitación del cazador con fuerza. Daryl abrió la puerta y vio a Eva bastante nerviosa.
-¿Qué pasa?-Dijo con desinterés.
-Es Carol, creemos que su padre la pega. Necesitamos tu ayuda, los he dejado en la fiesta.