·Narra Niall·
Sigo mirándome el brazo, sorprendido por su estado actual.
-¿Quieres dejar de mirarte el brazo? Estás bien, ya te he revisado.-Dice L, quien está jugando con el walkie-talkie.-Parece que funciona, si alguien tiene uno de estos podríamos pedir ayuda.
-Sabes lo difícil que es que haya uno de estos cerca, y si hay alguno lo más seguro es que pertenezca a esos tíos.
-Sí, pero también puede ser de alguno de nuestros amigos.
-Eso es más difícil que lo anterior.
-¿Apostamos algo?-Dice con una leve sonrisa en su cara.
-Mi ración de comida durante toda una semana.
-Yo todos mis dulces.
-En Alexandria no hay dulces.
-Eso es lo que tú crees.-Amplía un poco más su sonrisa. Estoy a punto de debatirle la cantidad de dulces que pueden haber en casa, pero en ese mismo momento una voz sale del wakie-talkie.
-¿Hola? ¿Me oye alguien?-La voz se calla, esperando unos segundos a que alguien responda, imagino.
-¿Hola?-Responden. Ambas voces me resultan conocidas.-¿Carol, eres tú?-Al saber que son mis amigos los que hablan, sólo puedo pensar en el hambre que pasaré durante una semana entera. Miro a L. Está más centrado en la conversación que hay ahora mismo que ne nuestra estúpida apuesta.
-Sí, soy yo. ¿Con quién hablo?
-Soy Carmen. ¿Pasa algo? Os estamos esperando donde habíamos quedado.-Al saber que era ella quien hablaba dejé de preocuparme tanto como antes. Con saber que está viva me basta.
-Hay algunos acontecimientos que no habíamos planeado. ¿Estáis todos bien?
-Sí, ¿y vosotros?-Por un momento todo se queda en silencio, hasta que se oye un disparo, comienzan a sonar algunos gritos a través del aparato. No sé de cuál de los dos lados viene el disparo, pero no puedo evitar rezar por que no sea Carmen. Le quito el walkie-talkie a L y aprieto el botón para hablar.
-¿Hola? ¿Hay alguien?- Nadie me responde.-¿Carmen, estás bien?
-S-sí... Niall, ¿eres tú?-Pude notar angustia en su voz.
-Sí, soy yo. ¿Estás bien? ¿Os han disparado?
-No... Creo que ha sido a Carol..., ¿estás bien?-Sé que se está aguantando las lágrimas, se le nota.
-Más o menos, ¿ qué haceis aquí? Esto es peligroso...
-Hemos venido a rescataros, estaba poniendo el C4 donde me dijo Carol y luego...-L me quita el walkie de las manos sin dejar que Carmen acabe su frase.
-Carmen, soy L, ¿te queda C4?
-Pupues... sí. Me quedan unos cartuchos... ¿Por qué?
-Necesitamos que nos saques de aquí.-Miro a L con cara de cabreo, sé que lo nota, pero no me presta atención.-Te voy a dar unas indicaciones concretas, escucha atentamente...
·Narra Carolina·Minutos antes·
-¿Hola? ¿Me oye alguien? -Guardo silencio, esperando que alguien responda.
-¿Hola? ¿Carol, eres tú?-No reconozco bien la voz que habla a traves del otro walkie-talkie.
-Sí, soy yo. ¿Con quién hablo?
-Soy Carmen. ¿Pasa algo? Os estamos esperando donde habíamos quedado.-Había muchas cosas que explicar y muy poco tiempo.
-Hay algunos acontecimientos que no habíamos planeado. ¿Estáis todos bien?
-Sí, ¿y vosotros?-En ese momento nadie le presta atención al walkie-talkie.
-No te ibas a escapar de mí tan fácilmente, C-1...- Dispara, pero la bala no me da a mí. Veo cómo Matt cae al suelo. Un segundo es lo que tarda Merle en disparar a Ryan. Menos mal que al menos él va armado. Todos gritan, preocupados por el estado de mi amigo.
-¡MATT!-El grito de Marta hace que le tiempo, para mí, vuelva a su normal curso.-¡Matt, no te mueras! ¡Dí algo!-Me giro, para ver en qué estado se encuentra mi amigo. Marta está encima de él, buscando el balazo de forma desesperada.
-¡Oh, Santa María! ¡Muerto soy, confesión!-Después de gritar todo aquello tan seriamente, empieza a reírse como un loco.
-¡Matt! ¡No tiene ni puta gracia!-Mientras Marta le grita cosas a Matt y lo golpea algunas veces, yo me fijo en el bulto que hay detrás de nosotros. Puede que mi cuñado tenga buena puntería, pero esta vez no la ha puesto en practica. Ryan tiene una herida en el hombro. Un poco más a la izquierda y le hubiese dado.
-Chicos, deberíamos salir de aquí cuanto antes...-Digo, mirando a Daryl principalmente. Nunca había tenido más ganas de abrazarlo. Y nunca había tenido tantas ganas de llorar. Reprimo todo eso, ya habrá tiempo para llorar cuando estemos a salvo.
-Estoy con mi cuñada, larguémonos.-Antes de que nadie pueda responder ante su orden, se pone en marcha, haciendo que volvamos a seguirlo por los interminables pasillos. Daryl tenía razón en una cosa, si hace más de seis meses hubiese venido aquí; cargando rencor, un fusil y mi cuchillo, habría muerto.
·En Alexandría·Narra Eva·
-¿Qué ha pasado ahí abajo? He oído un disparo.-Digo, mientras me acaricio las muñecas, las cuales ahora se encuentran doloridas por las cuerdas.
-Tenía que hacer algo si no quería que la señora Peletier se apoderase de este sitio.-Diana está tratando de parar la hemorragia de Aaron, aunque no estoy muy segura de que siga respirando.
-¿La has matado?-Pregunto, estoy algo sorprendida, la verdad. Diana se ríe.
-No la he matado, yo no sería capaz de eso.
-Entonces, ¿qué le has hecho?
-Le he devuelto el disparo que le dio a Aaron.-Tardo un poco en entender lo que ha dicho. Sigo sorprendida, no pensé que esta mujer fuese a ser tan valiente.-Bueno, todavía está vivo. Al menos respira.
-¿Qué vamos a hacer ahora?-Diana sonríe.
-Vamos a ayudar a esos cabrones.