~Si en tus manos está salvar al resto de la humanidad sacrificando tu vida, ¿Lo harías?~
•Al día siguiente•
Carolina despertó arropada por las sábanas, a su lado estaba Daryl. Todavía dormía, su cara transmitía paz. Carolina, sin poder evitarlo, echó un par de risitas al ver al cazador de tan buen humor. Después de la noche anterior ella estaba exhausta, al igual que él, pero tenían que levantarse. La chica decidió ponerse en pie y comenzar a vestirse para salir cuanto antes ha casa de su padre. Quería quitarse,cuanto antes, de encima la pesadez de "terapia" que su padre la obligaba a seguir. Salió de la habitación sin hacer ruido, tratando de no despertar a Daryl, bajó las escaleras y se quedó plantada mirando la casa. Sí que se parecía mucho a su anterior hogar, donde vivía con su madre, cuando aún vivía, su padre y su hermana. Echaba de menos esa sensación de seguridad lejos de los extraños peligros que ahora invadían el mundo. Por el contrario el resto de sus amigos no parecían sentir lo mismo que ella. Parecían haber pasado página, pero eso no era del todo cierto.•En otra casa• Narra Carmen •
Me desperté temprano para preparar algo rápido de desayunar. Después de que Carol se marchase de nuestra casa, todo había estado mucho más tranquilo, pero a pesar de todo se la echaba de menos. A ella y a tantas otras cosas. Mi hogar, mis hermanos, mis padres... No sabía donde estaba ninguno de ellos, cuando toda esta mierda llegó yo estaba en clase y a saber donde fueron mis padres, lo que sí sé es que se llevaron a mis hermanos con ellos. Lo tuvieron fácil al dejarme allí sola, todavía recuerdo las últimas palabras de mi hermana:«Tú puedes sobrevivir, el resto moriremos.» Unas palabras tan duras salieron de la boca de una niña pequeña, era sorprendente lo rápido que uno podía cambiar de perspectiva en unos momentos tan angustiosos como esos. Dejé aquellos pensamientos a un lado y bajé para preparar el desayuno. Todo estaba tan tranquilo, miré de reojo la mesa de café del salón y me di cuenta de que Carol se había dejado su libro el día anterior. Después de desayunar y prepararme para mi ronda de guardia iría a su nueva casa a devolvérselo. Preparé un poco de café ,el cual terminó sabiendo asqueroso, y subí para volver a recoger la ropa de mi cuarto. Elegí una camiseta de manga corta y unos vaqueros, me marché con la ropa al cuarto de baño para ponérmela después de ducharme.
♦Hace tiempo♦Carmen♦
Diana me miraba con cierta curiosidad en la mirada, no me fiaba de ella. Me dijo uue podía sentarme, pero yo me negué a ello.
-Carmen, ¿Por qué queréis estar aquí?-Mientras Diana hablaba yo miraba la decoración del interior de su casa.
-En el caso de que nos quedemos, porque es un sitio seguro, o al menos lo parece.-Dejé de mirar la librería que ocupaba gran parte de la habitación para fijar mi atención de en la cámara que estaba detrás de la mujer.
-¿Por qué te parece seguro?-Yo me encogí de hombros.
-Tiene muros, es mejor que vivir en medio del bosque.-Diana parecía saber lo que ba a decir.