Sospechos, engaños y verdades.

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•Esa misma noche•

Pasaron varias horas mientras que el padre de Carolina seguía en el comedor tratando de curar la pierna de Leire, Daryl decidió macharse después de estar un par de horas en aquel salón sin saber que decir. Carolina dijo que no lo acompañaría y esta respuesta pareció molestar un poco al cazador.

El padre de Carolina salió, horas después, del comedor con la camisa llena de sangre, tenía una gran sonrisa dibujada. Leire estaba a salvo, había perdido bastante sangre, pero estaba viva. Casi todos los chicos del salón estaban durmiendo, todos menos Carolina. No había podido dormir sabiendo por lo que sufría su amiga. Ella pasó por lo mismo hace bastante tiempo, cuando la pegaron el tiro en medio del bosque. No podía dejar a su amiga sufriendo y dormir al mismo tiempo. Se sentía tan culpable.

-Carol...-Susurró su padre para llamar la atención de la chica. Esta levantó la cabeza y se fijó que su padre le hacía señas para que lo acompañase a otra habitación. Posiblemente para hablar de lo que había pasado. Carolina se levantó y acompañó a su padre hasta la cocina.-¿Me vas a decir ya qué ha pasado ahí fuera? ¿Por qué Leire traía un disparo en la pierna?

-Cogieron a Sara en el bosque, el resto fuimos a por ella. Querían un intercambio.

-¿Quienes?-Preguntó cortando el relato de su hija.

-Los de las W, deja las preguntas para el final.-Le ordenó molesta.-Si queríamos a Sara de vuelta tenía que irme con ellos. No sé por qué razón me querían, pero sabían lo de la Cura.-Miró de nuevo en dirección recta para ver a Sara dormida en el sofá.-Lo que no termino de comprender es qué hacía Sara en medio del bosque.-Volvió a mirar a su padre y comprobó que estaba preocupado.-¿Qué?-Preguntó ella con un ápice de dolor en su voz.

-No confío en ella, me da mala espina.

-Ya, a mi me parece demasiado curiosa la forma en la que la encontraron.-Su padre la miró sin comprender.-Adri se la encontró en un cobertizo, con un caminante dentro.

-¿Te fijaste si llevaba la W?

-Yo no estaba ahí, me lo contaron cuando volvieron. Mañana iré a ver.

-Sabes donde está, ¿Verdad?

-No, pero le pediré a Aaron que me guíe un poco, hasta donde se pararon a descansar y luego ya que me diga por donde se marchó Adri.

-Haces bien en no preguntarle a él directamente.

-¿Por qué?

-Parece estar cogiéndole mucho cariño a esa chica, no estaría bien que supiera que sospechas de ella.

-Tienes razón. Será mejor que vuelva a mi casa si quiero intentar dormir algo.

-Sí será lo mejor, y además no quieres que Daryl se preocupe.-Dijo justo cuando la chica ya se había girado para marcharse, las palabras de su padre la habían dejad helada.

-¿Cómo dices?-Preguntó intentando esconder la sorpresa y la vergüenza en su voz.

-Venga, Carol. Se te nota a la legua.

-Yo...

-No tienes por qué darme explicaciones, este mundo me ha enseñado que lo que hay que hacer ahora, es procurar ser feliz. Si tú eres feliz me parece bien.-Carolina se pensaba que estaba soñando, no podía creer que su padre la apoyase en algo de tal importancia.-Quiero que vengas cuanto antes ha verme, pero antes tendré que pedir que traigan unas pocas cosas.

-¿Qué pasa?-Preguntó ella todavía de espaldas a su padre.

-Solo quiero hacerte unos pocos exámenes físicos.-Mintió él. Carolina sabía que su padre le escondía algo, pero no preguntaría esa noche, no después de todo lo que había pasado. Se despidió de su padre y caminó por las oscuras y solitarias calles de Alexandría. Cuando legó hasta su casa vio que las luces de salón estaban encendidas. Abrió la puerta intentando no hacer ruido por si Daryl se había quedado dormido en el sofá, pero el cazador no estaba. La chica se puso a buscarlo por toda la casa. Lo único que encontró fue una nota encima de su libro. Decía así:

Sobrevive...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora