♦Un poco más lejos de la fábrica♦
Daryl y Eva seguían corriendo tratando de alejarse del lugar donde sus amigos habían sido atrapados. Eva solía girar varias veces la cabeza para saber si alguien los perseguía, Daryl tiraba de ella para que no se detuviese a volver a por sus amigos; ya no podían hacer nada por ellos, o eso era lo que pensaba Daryl.
-¡Para!-Le ordenó Eva tirando de su muñeca para hacerlo reaccionar. Él la miró con decepción en sus ojos.-Debemos volver a por ellos.
-Ahora no podemos hacer nada-Volvió a girarse para contemplar el rió que había enfrente de ellos. Se sentó en el suelo dejando la ballesta a un lado, enterró la cara entre las manos, parecía cansado. Eva decidió sentarse a su lado.
-¿Qué te pasa?-Él levantó el rostro para mirarla a los ojos, después de tantos meses juntos entre ellos se había formado un vínculo especial lo suficientemente fuerte como para hablarse sin falta de tecnicismos.
-Me odio en estos momentos.
-¿Por qué?-Él negaba con su cabeza frustrado.
-Por un momento he deseado que cogiesen a Carol.-Las palabras del cazador impactaron a su compañera.-No sé muy bien porque he pensado eso, yo en realidad no quiero que la pase nada.-Eva lo miró más sorprendida aún.
-Espera, ¿Daryl Dixon acaba de afirmar que se preocupado por alguien? No puedo creer que Carol no esté aquí para oír esto.
-A ella esto no le importa una mierda.-Apartó el rostro, se estaba enfadando por momentos al recordar la charla que había mantenido con la ella aquella mañana. Volvió a mirar a Eva curioso.-Deberíamos volver a por ellos, pero no sabemos cuantos son, puede que aparte de los que nos atacaron haya más merodeando por los alrededores.
-Desde luego no iba a ser fácil sacarlos de ahí.-Rió un poco y se detuvo a pensar.-¿Por qué?-Dijo mirándolo a los ojos.
-¿Por qué qué?
-¿Por qué me salvaste a mi, en vez de a Carol?
-Tú estabas más cerca.-Se encogió de hombros sin saber que más decir.
-Eso no es verdad, cuando salimos corriendo pudiste haberla agarrado a ella también, ¿Por qué no lo hiciste?-Su voz quedó tapada por el sonido de unos disparos que provenían de donde ellos habían venido,provenía de la fábrica.
♦En la fábrica♦
Otro golpe fue a parar a la cara de Carolina, la joven estaba siendo martirizada por simple diversión. Mientras era golpeada escuchaba los gritos de sus compañeros procedentes de otras habitaciones de la fábrica. Lo único que ella quería era que esos cerdos no les pusiesen las manos encima a sus compañeros, trató de librarse de sus ataduras varias veces pero cada vez que se movía el hombre que la tenía secuestrada la hacía un corte en la cara. La sangre de su cara comenzaba a mezclarse con sus lágrimas. Ya apenas sentía nada de dolor, estaba cansándose cada vez más mientras notaba como su cuerpo se enfriaba poco a poco. Escuchó un grito que parecía ser de Leire, intentó moverse hacia la puerta pero su secuestrador la pegó una patada en el abdomen haciéndola retroceder de dolor.
Mientras Eva y Daryl habían estado hablando tranquilamente, sentados frente aquel río, Carolina había estado sufriendo un infierno por culpa del cazador. No sabía que podían estar sufriendo sus otros cuatro compañeros, pero sin duda estaban mucho mejor que ella. Cada vez el dolor se extendía por todo su cuerpo. Cuando pensaba que ya no era capaz de aguantar más dolor, la puerta de la sala se abrió dando paso a un millón de tiros que recorrían el aire en busca de la cabeza de su secuestrador. Ella cayó al suelo asustada, no sabía quien era su salvador pero se lo agradecería eternamente. Un cuerpo se acercó a ella.