Flor Prohibida | Kookgi

9

Es un día repleto de pedidos.

Jungkook esta dando lo mejor de sí para preparar los encargos y casi no tiene tiempo de pensar en nada más.

A media mañana Seokjin pasa para recoger el ramo que le prepara Jungkook para la chica con la que estuvo. Y es momento en el que la tienda por fin está más calmada.

—Hoy ha sido increíble Hyung. Vino bastante gente, y he recibido dos encargos grandes. Uno para una boda y otro para la decoración de una tienda.

—¿Y podrás tu solo? Tal vez deberías pensar en llamar a Jimin para que te ayude.

—Mmm...tengo algo en mente. —Sonríe.—Bueno, ¿verás a la chica hoy?

—Si. Iré a recogerla del trabajo.

Jungkook asiente y le entrega el ramo con un sobre pequeño.

—Que eche esto en el agua, así durarán un par de días más las flores.

Seokjin asiente y le dice que no lo espere para dormir. Así que cuando se marcha, gira el cartel de abierto para poder tomarse su descanso y comer algo.

El resto del día es calmado, tanto así que se permite conversar con las dueñas de los comercios de al lado. Mirando entre ratos su móvil, por si algún mensaje llega de ese chat que abre y cierra por las mismas.

Para Jungkook se siente extraño. Hace mucho no se sentía de esa manera respecto a alguien. Sentir que quiere verlo, aunque solo se están conociendo.

El mismo reconoce que es muy pronto y que no sabe nada de Yoongi. (Sabe algo, pero poco fiable)

Mientras por el lado de Yoongi esta siendo vestido por Hoseok.

—Oye, eres guapo y todo cuando te arreglas.

—¿No me veo ridículo?

—No. De verdad te ves bien. Solo me intriga ¿por qué hasta ahora te preocupas de como te ves?

—Ayer criticaste mi aspecto. Y en parte, tenías razón, mis zapatos estaban rotos. Y no tengo mucha ropa que no sea la que uso para ir a matar gente. No me parezco a los malos de las pelis, parezco un vagabundo. Supongo.

—Me alegra que lo admitas. Necesitabas esto, y ya que estas podrías sustituir tu coche. Un deportivo estaría muy bien...

—No creo que vaya por un deportivo. ¿Pero una moto? Hace mucho no uso moto. Compra alguna y algún coche también. Pero nada de deportivos.

Hoseok esta encantado con lo que su amigo dice. Aunque le es imposible no sospechar que ocurre algo con Yoongi.

El pálido, al igual que el florista, mira intermitente el móvil, a veces incluso escribe un "hola" pero lo elimina inmediatamente.

Y lo que es la espera de un día, se convierte en la espera de un mes. Que termina siendo la espera de dos meses.

Jungkook no lo escribe porque no quiere atosigarlo. Mientras que Yoongi empieza a estar demasiado ocupado y rodeado como para poder tener momentos a solas para conversar.

Con el regreso del señor Min, las cosas se retoman tensas en la organización.

—Quiero que vayas al mercado y mates al propietario del restaurante. Ha fallado en su pago por segundo mes y dado que otros establecimientos parece que se quieren burlar de mí, deberemos darles una lección de lo que les viene si no pagan su protección. —Yoongi asiente a las ordenes de su padre.

—Ármate, iremos solo siete. No creo que necesitemos más. Llama a la comisaría de esa zona para que se encarguen en cubrir todo. —Yoongi da ordenes a Hoseok.