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Yoongi había ido a ayudar a Jungkook en la floristería, o al menos esa había sido la intención de Jungkook tras haberlo llamado. Pero el pálido le había pedido un beso, al que luego le siguieron otros tantos más.

Así que terminaron en el almacén, con Jungkook dejando al pálido encima de su pequeña mesa de escritorio sentado, besándolo con cariño.

Un beso húmedo que ahora predominaba la presencia de lengua.

—¿Cómo puede ser tan satisfactorio besarse? —Pregunta cuando Jungkook se despega de sus labios y lo mira con total adoración.

—Se siente así de bien, porque es correspondido Yoongi Hyung. —Toma sus manos y las entrelaza para besar su frente. —Quedan dos horitas más, y cierro. ¿Te apetece si vamos a cenar? Yo invito.

Yoongi asiente y sigue sentado en el escritorio, mirándose los zapatos.

—¿Podría dormir hoy contigo? Podríamos ir a mi departamento...es pequeño pero lo he arreglado esta mañana para invitarte.

—Me gustaría mucho. —Besa sus labios una vez más y escuchan la campanita de la entrada. —Voy a atender, arregla esas cajas. Los rollos de papel van según el color de la pegatina de ese estante. Gracias Hyung.

[...]

Hoseok había terminado las cosas que debía hacer, así que fue por la floristería con la única intención de vigilar la zona, cuando los vio salir.

Jungkook ponía seguro a su floristería y al lado Yoongi, cubierto como de costumbre, con su mascarilla negra, esperando a un lado con un ramo en sus brazos. Cuando el alto termina de cerrar le hace un ademán iban caminando juntos.

Así que Hoseok los sigue, tratando de no ser evidente. Ve donde entran, un restaurante dos calles abajo, pero en ese momento debe irse porque debe ir a cumplir con su trabajo. Tiene que torturar a unos clientes que han estado acosando a las chicas de los clubs y que ha violado a una de ellas que ahora espera un bebé.

Mientras la pareja come manteniendo una conversación sobre ir de viaje a finales de mes.

—Pronto será mi cumple Hyung...por fin tendré veintidós. ¿Cuando cumples tú?

—En marzo. El nueve.

—Ya pasó.—Dice Jungkook con tristeza por lo que Yoongi entra en pánico.

—¿Por qué luces consternado? No me importan los cumpleaños. Nunca los celebre así que no te pongas triste.

—No mejora mi sentimiento si dices eso...—Admite. —Yo no solía hacer la gran cosa en mis cumpleaños, de hecho incluso ahora, no hago gran cosa. Salir a comer pastel e ir al karaoke. Pero me hace ilusión estar de novio y celebrarlo ...juntos.—Confiesa y Yoongi aplana sus labios.

Acaba de notar la mirada de alguien, así que regresa a ver a sus alrededores.

—Mierda.—Susurra.

—¿Qué pasa?—Susurra también Jungkook.

—Deberíamos irnos ya a casa. ¿Puedes ir ya a pagar?—Le entrega unos billetes.

—Te dije que ya invito yo. Les diré que nos guarden esto para llevar.

—Bien, iré al baño.—Dice Yoongi y enseguida que pierde de vista a Jungkook se pone con semblante serio a ver por varios lugares pero nadie aparentemente -que le reconozca- está ahí.

Cuando salen del restaurante van directo al coche de Yoongi y prenden camino hasta el departamento de este.

—Ajá, Hyung. Sí, no te preocupes , solo vamos a dormir. No necesito protección porque no haré tal cosa. Adiiiiooooos.—Dice Jungkook a la llamada que esta teniendo con Seokjin tras informarle que no va a ir a casa a dormir. —Disculpa, es que es la primera vez que voy a dormir lejos de casa.

Flor Prohibida | Kookgi Donde viven las historias. Descúbrelo ahora