Flor Prohibida | Kookgi

25

Jungkook acaba de abrir la puerta de su casa, cuando vio a Seokjin y Namjoon en la sala, ambos con sus respectivos móviles en la oreja.

—Dijiste que no habría nadie.—Susurra Yoongi a sus espaldas.

—No deberían estar aquí.—Susurra descalzándose. —¿Seokjin Hyung?

—Idiota. ¿Por qué no contestas las llamadas? ESTABA MUY PREOCUPADO POR TI. —Dice acercándose a Jungkook para por fin abrazarlo.

—¿Eh? ¿Por qué?

—Jimin esta ilocalizable y tu parecía que igual.

Jungkook busca su teléfono en la mochila que llevaba, pero este esta sin batería.

—Lo siento.—Dice al ver que efectivamente estaba apagado.—No me he dado cuenta. ¿Qué ha pasado con Jimin?

—Había quedado conmigo en la mañana para ir a dejar cajas a unos orfanatos...y no apareció. Sabes como es Jimin de responsable con las causas benéficas. —Dice Namjoon. —Y no contesta la llamada. He ido a su casa, y nadie lo ha visto. Ni vecinos, ni nada.

—¿Tienes el contacto de ese Jay? El chico que estaba besuqueándolo ayer.

—¿Creen que esté con él? A lo mejor, simplemente esta pasando un momento con él.

Seokjin entrecierra los ojos a las palabras de Jungkook.

—No tengo su contacto.—Musita Jungkook.

—Mierda. —Dice Namjoon.—Debo irme, tengo un aviso de incendio. Manténganme al tanto, y Jungkook, carga tu móvil.

Seokjin mira a ambos, pero luego su mirada se queda en Jungkook.

Ni siquiera se habían percatado de que el chico tenía el labio levemente hinchado con un rastro de sangre seca.

—¿Le has puesto una mano encima a mi amigo?—Seokjin va directo a Yoongi y le sostiene del cuello de la camisa.

Yoongi se pone en actitud defensiva más no hace nada cuando nota que Jungkook se pone entre ambos.

—¡Suéltalo Hyung! No me ha hecho nada. Esto ha sido un accidente. —Empuja a Seokjin y se pone delante de Yoongi.

—Permíteme que lo dude. Quiero que se vaya Jungkook. Ahora mismo debemos estar con la atención en Jimin.

—No. Él no se va a ningún lado. —refuta Jungkook.

—Es mi casa, se marcha.

—No. Porque yo también pago el alquiler. Si quiero traer a mi novio y que se quede, eso sucederá.

—No me hables en ese tono.

—Vamos Yoongi Hyung, vamos a la habitación.

—Jungkook, creo que debería irme.

—Sí, eso. Vete.—Dice Seokjin.

—No, te quedas.—Jungkook me toma de la mano.

—Me marcho. —Yoongi se suelta del agarre y se marcha dejando a Jungkook con la palabra en la boca.

Al escuchar la puerta, Jungkook se va directo a su habitación para cargar el móvil y ver a Yoongi por la ventana marcharse en su coche.

Y no pasan ni cinco minutos cuando Seokjin irrumpe en la habitación alterado.

—¡No quiero verte ahora mismo Seokjin Hyung!

—¡Jungkook debemos irnos! Han incendiado tu floristería. Namjoon me lo acaba de decir, aparentemente ese era el incendio por el que lo llamaron. Vamos.

—¿Qué? ¡Eso no puede ser! NO PUEDE SER HYUNG. —Dice con las lágrimas a punto de brotar y la respiración acelerada.

[...]