Jeon Jungkook había abierto su pequeña floristería, expectante de tener sus primeros clientes, cuando un hombre, menudo y cubierto hasta el rostro, entró. Sin embargo, no podría imaginar incluso en ese momento en el que decidió hablarle, que aquel h...
Mientras esperaba a que le atendieran en la comisaría para hacer que sacaran a Yeonjun de ahí.
Entonces escucho hablar a Namjoon, el hombre que recordaba de haber visto hablar a Jungkook.
—Jungkook, ¿seguro que estás bien? Te escucho un poco triste. —Escucha Yoongi cuando el hombre pasa por su lado sin fijarse en nadie. —Sí, tranquilo. Ya es tarde...que descanses.
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Yoongi regresa entonces a ver a Hyuka, el que ha provocado ese golpe en Jungkook.
—Te dije que nada de herir a nadie. Estúpido.
—No fue mi intención Hyung. Además solo devolví golpes.
—No mientas. Siempre lanzas el primer golpe.
—Bueno, al menos yo no amenazo a señoras con navaja en mano.
—Necesitábamos una distracción.—Termina Yeonjun.
[...]
La sonrisa boba que tenía Jungkookn iba de oreja a oreja.
—¿Por qué estás tan feliz?—Pregunta Jimin al entrar y ver tararear al menor.
—Min me trajo el desayuno a casa. —Se hundió de hombros.
—Oh. Eso es bueno.
—Mucho. Aunque luego pidió foto de mi muslo herido. —Se ríe.
