Flor Prohibida | Kookgi

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Jungkook era estricto con su entrenamiento, a tal punto que en dos semanas y media ya había destacado entre los novatos y estaba implicado en varios campos, desde el cuidado de la plantación de mariguana hasta en equipos de estrategia y lucha cuerpo a cuerpo.

Hoy por ejemplo, tenía pruebas de tiro, y el Señor Min estaba junto a Yoongi viendo la evaluación los novatos.

—¡Gusano!—Llama uno de los entrenadores.

Jungkook asiente y va directo con su arma.

Debe pasar un circuito de obstáculos para ver su agilidad, como se desenvuelve y su puntería. Al final de la prueba dos hombres mas corpulentos lo esperan para darle una paliza, y Yoongi está un poco nervioso por ver la prueba.

Sin embargo, sus nervios se van en el primer momento en el que Jungkook demuestra ser implacable.

—Tiene mejor puntería que tú.—Dice el Señor Min.—¿Quién es? Me suena.

—Lo reclutamos en el bar-restaurante cercano a la autovía. Gano al hijo de Choi.

—Ya veo. Pues quiero que hoy vaya contigo a la zona de carreras...hoy irán los hijos de un estadounidense multimillonario que tiene grandes planes para invertir, y quiero su apoyo. Así que encárgate en hacer que se diviertan.

—Soy la persona más aburrida de aquí.

—Entones llévate a tu novio o a Jay.

—Yo iré...—Interrumpe Hoseok.—Quiero a ese tipo en mi equipo. —Señala a Jungkook que esta siendo felicitado por su excelente prueba.

El Señor Min accede y se retira para hablar con los instructores, momento en el que Jungkook y Yoongi comparten una breve mirada.

—¿Por qué lo quieres en tu grupo?

—Porque es bueno, en todos los sentidos... y quiero probarlo.—Dice Jay.

Yoongi lo mira seriamente y Jay de forma fría lo sonríe lascivamente provocando que Yoongi ponga su mano en su cuello e intente cortarle el aire.

—¡Idiota, le estas dejando morado!—Grita Jimin, mientras corre para auxiliarlo, provocando que el Señor Min y todos los reclutas y superiores regresen a ver como Jimin forcejea contra su 'pareja' para que suelte a Hoseok.

—Vaya, vaya, el yerno Jimin es una gatita fiera. —Se ríe el Señor Min, a esas zorritas gay hay que domesticarlas. —Se burla junto a los superiores.—Debería desocupar la agenda de Yoongi para que pueda darle una buena follada al yerno. —Se ríe.

Todo eso lo escucha Jungkook quién sonríe de forma forzada.

—En fin, bien hecho Gusano, hoy acompañaras a Jay. Así que si no lo conoces preséntate como corresponde, porque es quién se encargará de ti a partir de ahora. Y ten cuidado, ahora mismo no esta muy bien de la cabeza...

Mientras Jay está riéndose de su amigo mientras Jimin le está gritando a la cara que se deje tonterías.

[...]

Jungkook recibe ropa nueva como premio, aunque no es de su gusto porque es algo reveladora, se la pone igualmente y espera paciente fuera de su edificio hasta que lleguen Jackson y Hoseok que no tardan en recogerlo para llevarlo primero al local por el que todos los del grupo criminal tienen que pasar. El local de tatuajes.

—¿Cara bonita, que opinión tienes de los tatuajes?

—La verdad es que siempre quise hacerme tatuajes, pero nunca me atreví. Solo tengo una perforación en la oreja, pero ni siquiera llevo pendiente. —Se ríe con vergüenza.