Un compromiso arreglado por el gobierno.

Capitulo 2.

CAPÍTULO 2.— LENTES—NO-LENTES.

La puerta se abrió bruscamente causando que Nickolas y yo dirigieramos la visto hacia esta. El doctor de la escuela se adentró muy apresurado, parecía estar ocultándose de algo. En cuanto nos notó, levantó una ceja y nos observó detenidamente examinando cada parte.

—Parece que no soy el único aquí que tiene relaciones en la enfermería —insinuó observando más a Nickolas que a mí.

Mi madíbula cayó al suelo. Un maestro normal diría algo como ¡A detención! Pero por supuesto, él no era un maestro normal. Frotó su rostro con frustración, para después dirigir la mirada al rubio junto a mí.

—Nickolas te dije que me dejarás a Roxana —mencionó causando que juntara las cejas.

¿Qué acababa de decir?

—Cállate, Brando. No la he tocado... —Hizo una pausa y acarició su mandíbula como si se encontrara descifrando un problema muy difícil—... Al menos no de esa manera.

Lo fulminé con la mirada.

—¡Maldito imbécil! ¡Ya habíamos hablado de esto! —gritó Brando cruzándose de brazo y negando con la cabeza frustrado.

—Cállate, viejo. Ella es mucho más joven. No ve tu supuesta "belleza" —murmuró haciendo comillas con sus dedos.

—¡Ya cierren la boca imbéciles! —exclamé claramente disgustada—. ¿¡Qué les hace pensar que dormiré con ustedes!?

Nickolas y Brando hicieron una mueca de confusión. Nickolas tenía una ceja levantada y Brando tenía un rostro que reflejaba perfectamente que lo siguiente que dirían sería obvio y no se equivocaban en absoluto.

—Porque somos Nickolas y Brando Troblot —dijeron a manera de respuesta al unísono, poniendo una sonrisa de extremada confianza que me produjo una sensación de náuseas.

Malditos egocéntricos.

Me levanté frustrada y abrí la puerta bruscamente para azotarla con fuerza al salir. Mientras caminaba recordé que... Había estado bajo la sábana en una cama con nada más y nada menos que Nickolas Trouble. Si Jeremy llegaba a enterarse de ello claramente se enojaría. Tenía que pensar en una manera de explicárselo y, sin embargo, creía que era mucho mejor no decírselo aunque por ello me sintiera culpable después.

Me dirigí al baño de la escuela y en cuanto llegué, me observé al espejo. Tenía el cabello muy desordenado e intenté arreglarlo aunque fuera un poco. Me dirigí a la cafetería con el poco tiempo de receso que aún quedaba, gracias a las estúpideces de Nickolas y Brando, había perdido la mitad del receso y mi estómago se encontraba rugiendo por el hambre.

Ahora que lo pensaba, ellos habían dicho que ambos eran Trobolt, lo que quería decir que ambos eran familia. No tenía idea de eso, sin embargo, eso aclaraba muchas cosas. Ahora entendía de donde venía tanta estupidez. Si eran familia tal vez aquello venía desde los genes.

Llegué a la cafetería encontrándome con la mayor parte de las mesas ocupadas, sin embargo, Jeremy, Brian Dánica y yo siempre comíamos en el campus. Divisé a Jeremy que se encontraba comprando el almuerzo mientras Dánica se encontraba charlando con Brian a la sombra del árbol donde siempre comíamos. Caminé en dirección de Jeremy y cuando estuve junto a él habló:

—Hey, Roxana... —murmuró causando que yo echara la cabeza atrás para observarle debido a su altura—. ¿Por qué tardaste tanto en llegar? Incluso fui a buscarte en la enfermería y me encontré con el idiota de Trouble.

—Ah... Yo... —Me detuve un momento a pensar en una excusa creíble—. Estaba en el baño, por ese motivo tardé.

—Ya veo... —comentó con un tono que decía perfectamente que no se lo creía del todo. Aquello me causó una sensación de nervios y mordí la punta de mi lengua con culpabilidad. Repentinamente, Jeremy se acercó a mi rostro y me observó con las cejas muy juntas—. ¿Te agrada Trouble?