Capítulo 15.

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CAPÍTULO 15.— LA FAMILIA SMITH.

—Bienvenidos a el hogar de la familia Smith —anunció mamá alegremente, quitándose el traje, los lentes y el peluquín falso dejando a la vista su hermoso cabello castaño.

—No hace falta hacer presentación, yo vivía aquí —respondí tratando de moverme, lo cual fue imposible. Fruncí el ceño—. ¿Había necesidad de atarnos?

—Tendré que venir más seguido a visitar a mis suegros —desató Nickolas en tono burlón, causando que mi padre soltara maldiciones en un tono bajo.

Mi madre lo golpeó en el hombro.

—Bueno, así que ahora hay un chico de mi edad en la familia. —Tyler le siguió el juego, provocando a mi padre—. Chocalas, chico... —Hizo una pausa—... Oh, es cierto. Estás atado.

Soltó una carcajada que nadie siguió.

—¿Cuándo van a desatarnos? —preguntó Nickolas ejerciendo fuerza en un inútil intento de aflojar las cuerdas, cosa que en realidad sólo funcionó para provocar que su silla cayera de espaldas al suelo en un gran estruendo y Nickolas recibió como merecido, un gran golpe en la coronilla.

—¿Té dolió? —exclamó mi padre con evidente diversión.

Sin embargo, debido a aquel golpe su silla se destruyó ayudando a que las cuerdas se desataran. Se levantó del suelo palpando las zonas afectadas por el golpe y las cuerdas, para seguidamente contemplar a mi familia con sumo cuidado.

—Sin ánimo de ofender, pero ustedes no son una familia normal —declaró apoyándose en mi silla.

Me levanté desatando el nudo.

—Lo sabemos —confesé sin mucho interés—. También sabemos atar y desatar nudos debido a que papá nos obligó a tomar clases por sí algún día nos "secuestraban". Es extraño, pero ya sabes que mi familia no es normal.

—Bueno... Fingiré que esto no es raro. Así que vamos a cenar.

Mamá sonrió asintiendo, luego camino hacia dónde yacíamos Nickolas y yo, para seguidamente apretarnos en un caluroso abrazo. Yo respondí sin vacilar y le devolví el abrazo con fuerza, sin embargo, Nickolas parecía abatido por el contacto.

—¿Cómo va todo, chico? ¿Roxana, me has extrañado? ¿Ustedes dos ya se han besado? —En cuanto lo mencionó, por instituto sujeté el cuello de mi suéter y escondí mi clavícula—. ¿Han llegado más lejos? ¿Ya se aman? ¿Tendrán hijos? ¿Cuántos? ¿Qué nombres les darán? ¿Cuándo se casaran?

Nickolas inició a toser exageradamente, cosa que aparentemente causó que Tyler riera y papá le dedicara una mirada asesina. Bufé y negué con la cabeza. Mi padre se acercó a mamá y la alejó de nosotros, quien aún seguía emitiendo pregunta sobre el tema de nuestros "compromiso".

—Mamá, deja de sofocar al chico —bromeó mi ridículo hermano.

—Además... —inició papá observándome detenidamente—... Querida, es muy rápido para... Todas las cosas que has dicho.

Mamá se cruzó de brazos con una sonrisa, simplemente perforándome con la mirada, de una manera la cuál me fue imposible no sentirme incómoda. Sin poder evitarlo, desvié la mirada. Mis ojos se detuvieron en Nickolas que parecía divertido observando la situación y debido a su constante atención sobre mí, sentí mis mejillas arder.

Me giré nuevamente hacia mamá, que ahora se encontraba en la cocina y caminé en su dirección en un intento de escapar de los curiosos ojos color aceituna que poseía Nickolas. Cuando me hallé frente a ella, me examinó con la mirada, casi queriendo decir: "¿Qué quieres?"

Un compromiso arreglado por el gobierno.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora