Capitulo 1.

62K 2.5K 468
                                    

CAPÍTULO 1.— CHICO PROBLEMA.

Guardé mis libros en mi casillero y saqué los de la siguiente clase. Ajusté mis lentes y me dirigí camino al aula... Lo que al parecer me sería imposible, gracias a que el camino estaba siendo atestado por una gran multitud de personas.

Una ola ruidosa, llena de carcajadas y gritos se aproximaba, Nickolas Trobolt, o mejor dicho Trouble[1], el típico chico buenorro que se encuentra rodeado de chicas que se inclinan a sus pies y ruegan por una noche con él a pesar de que probablemente no recordara su nombre al día siguiente.

¿Qué le ven?

Tal vez su rubia cabellera perfecta, o quizá sus increíbles ojos verdes y, por supuesto su cuerpo formado como el de un deportista, no se quedaba atrás. Ciertamente era guapo, no podía negarlo, pero ser guapo no es suficiente para dejar tu dignidad por algo que es literalmente ilegal.

En cuanto el enorme grupo de personas pasó a mi lado, un chico chocó contra mi hombro, cosa que causó que mis lentes cayeran al suelo y probablemente tendrían una nueva rayadura para agregar a la lista.

—¡Oye! ¡Quítate del camino! ¡Estorbas! —gruñó el chico que había chocado con mi hombro.

Rodé los ojos restándole importancia, simplemente lo ignoré. No me sentiría ofendida por una persona que a penas y había visto y mucho menos iniciaría una discusión por algo que no lo valía. Después de todo los lentes no tenían aumento y era algo que utilizaba como método de defensa hacia los idiotas.

—Oye, Kyleth, es una dama, sé más cuidadoso —reprochó el chico de ojos color aceituna, zafándose de la multitud de chicas y sujetando mis lentes del suelo—. Discúlpale, claramente no tiene nada de toque.

—Gracias —respondí con vacilación.

Tomé mis lentes de sus manos y los ajusté sobre el puente de mi nariz, él simplemente se encogió de hombros y volvió a caminar en dirección de la multitud, lo cual me parecía ridículo. ¿Quién necesitaba tantas personas a su alrededor? Nunca sabrías en quien confiar con certeza.

—¡La próxima vez, que tengan aumento, chica! —gritó mientras desaparecía entre las personas, dejándome claramente confundida.

Que chico raro...

Me quité los lentes y los observé incrédula. Quizá lo había descubierto, sin embargo tenía la duda de ¿cómo lo había notado? Ignorando la extraña e incómoda escenas que acababa de suceder, me puse en marcha a clase, lo que nuevamente no sería posible.

Me giré sobre mis pies encontrándome con Jeremy, algo así como mi pareja ya que se suponía que lo que hacíamos estaba estrictamente prohibido, sin embargo, nadie hacía caso a ello realmente y personas como Nickolas Trobolt eran una perfecta demostración de ello.

—Hola, cariño —dijo besando mi mejilla con ternura—. ¿Cómo estas? Tienes esa mirada perdida que llevas cuando piensas demasiadas.

—Ah... Hola, Jeremy  —respondí abrazando sus hombros y caminando a la clase— Bien, supongo. No ha sido un buen día, pero tampoco uno malo.

—Ya veo. ¿Eso quiere decir que estás en tus días? —preguntó observando mi rostro—. Así que ese era el misterio del porque hoy te ves más gruñona de lo normal.

Fruncí el ceño y lo fulminé con la mirada.

—No es gracioso. Para empezar, no siempre estoy enojada —protesté apartándome de él.

—¿Lo ves? Estás más gruñona —masculló en tono burlón. Aceleré el paso ignorando lo siguiente que diría—. ¡Es una broma! ¡No te enojes Roxy!

Un compromiso arreglado por el gobierno.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora