CAPÍTULO 6—. VENGANZAS Y... ¿LA BANDERA GAY?
Abrí los ojos instantáneamente cuando escuché la melodía del despertador. Mis ojos amenazaban con cerrarse nuevamente y mi cuerpo no respondía a mi cerebro. Intenté repetidas veces levantarme del sofá teniendo como respuesta siempre el mismo resultado. Caer de espalda al sofá con el sueño claramente presente.
Mis piernas temblaban y sentía un punzante dolor en la espalda amenazando con enviarme nuevamente al sofá. No tenía la menor idea de cómo o cuando me había dejado vencer por el sueño, despertando en el cómodo sofá del cuarto de juegos, sin embargo, los gemidos y chillidos de Nickolas y Daphne, me habían despertado toda la jodida noche, haciendo que la idea de haber dormido fuera casi inexistente.
Quizá había dormido tres horas, ya que bueno, en algún momento habían tenido que detener sus... "acciones", así que me preguntaban cuanto habrán dormido ellos. Arrastré mis pies en el suelo en busca de mis pantuflas, pero caí en seco golpeando mi frente gracias a que mis estúpidas piernas no respondían.
Nickolas abrió la puerta, supongo, debido al estruendo que mi caída habría provocado y de nuevo, se encontraba sin camisa.
Me miró y comenzó a reír.
—No tienes muy buen aspecto —desató con una sonrisa y un aspecto de perfecta satisfacción.
Lo fulminé con la mirada.
—Que te den —gruñí pasando por su lado y golpeando su hombro con el mío. Él comenzó a reír como un desquiciado, divertido por mi aspecto cansado.
—Las cosas no salen bien cuando dices eso —dijo sin dejar de reír.
Rodé los ojos.
Caminé hasta quedar frente a él, tenía una clara sonrisa de satisfacción, la cual parecía que no iba a desaparecer fácilmente. Sujeté su nuca con ambas manos, sorprendiéndole con mi repentino movimiento y lo acerqué hasta quedar intimidadoramente cerca de su rostro.
—Escúchame bien, Trobolt —ordené levantando una ceja—. Mis venganzas son tan dolorosas como una astilla en el culo. Tendrás el fastidio, incluso aunque te libres de ella y déjame decirte, que la pagaras caro.
Comenzó a reír y en el acto, rozó mis labios sin sentirse intimidado.
—Ya veremos, Roxana —declaró con toda seguridad. Sus labios rozando los míos al hablar—. Esperaré tu venganza con ansias.
Se separó en un instante y se fue hacia su habitación a sólo Dios sabe qué. Aquello me hizo recordar que debía alistarme para ir a la escuela y la alarma aún seguía sonando frenéticamente en mi celular. Me cambie, arreglé mi cabello, tomé un trozo de pizza, cepillé mis diente y corrí dirección a la escuela sin esperar por Nickolas.
No se me hacía tarde para llegar a la escuela, aún faltaba un par de minutos, sin embargo, quería llegar antes que él... O separada de él, realmente. No tenía la necesidad de que todos en la escuela se enterarán de la relación que ahora teníamos.
En cuanto llegué a la escuela, me dirigí a mi casillero en busca de mis libros, encontrándome con mi amiga, la pelirroja de ojos miel ubicada justo al lado, una excéntrica y extrovertida chica promedio. Altura promedio, calificaciones promedio, medianamente popular, medianamente guapa. Danica.
En cuanto sus ojos se dieron a parar conmigo, su sonrisa se ensanchó y me saludó agitando su mano frenéticamente.
—¡Roxana! —exclamó con alegría en cuanto estuve cerca de ella—, ¿¡Qué hay de nuevo!?
—Mal —confesé sin vacilar—. Todo está jodidamente mal. Completamente todo —declaré en un suspiro.
—¿Qué? —Pareció sorprendida ante mi respuesta—. ¿Por qué? Creí que todo estaría bien. ¿Es sobre el gobierno? ¿Sucedió algo con el cretino de Jeremy?
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Un compromiso arreglado por el gobierno.
RomansaEn un periodo de tiempo futuro no identificado, el rechazo ha sido rechazado. Las personas están cansadas de pasar su vida buscando a su "su alma gemela", encontrándose con "amores no correspondidos" y una gran decepción con ello. Debido a esto, e...