Hola, gente bella, gente preciosa :3
¿QUÉ TAL LARCHOS Y ASTILLAS?
Vale, vengo a disculparme por tardar tanto en publicar e,e. Estuve enferma y ocupada por la escuela pero aquí está el capítulo.¡Que lo disfruten!
CAPÍTULO 27.— ¿CELOS?
Al final del día, se desencadenó una disputa entra Nickolas y yo sobre como dormiríamos en la habitación. Vale, principalmente se debía al detalle de que yo me negaba rotundamente a compartir cama con él después de lo que había sucedido allí mismo, sin embargo, Nickolas no hacía más que insistir y si yo terminaba durmiendo sobre la cama y él en el sofá, podría asegurar con toda certeza de que él terminaría metiéndose después de un tiempo en la cama. Así que al final lo encerré en el baño.
Sí, en el baño.
Y tuvo que dormir en el sofá del baño.
Si, en el sofá del baño.
Y aunque al final ambos dormimos en habitaciones distintas, prácticamente no logré conciliar el sueño gracias a que estuve la mayoría de la noche dando vueltas en la cama sobre el asunto de su confesión, e inclusive, aunque le encerré en el baño, Nickolas aparentemente tenía una copia de la llave guardada, lo que causó que en cuanto desperté me topara con su rostro a unos centímetros del mío, con sus brazos rodeándome y abrazándome de una manera muy tierna, pero eso no cambió el hecho de que me levanté sobresaltada por su repentina aparición y por el detalle de que se hallaba muy cerca. Así que terminé resbalando entre las sábanas y choqué con la pared al caer ganándome un maravilloso golpe. Al final, me dediqué a intentar encontrar un lado bueno a la situación y terminé por recordar que después de tantos acontecimientos yo no le confesé que sentía lo mismo por él.
Gracias a eso... ¡Ahora no me dejaba ni respirar! Entonces, nunca encontré un lado bueno a la situación.
—Roxana —me llamó el rubio por milésima vez en el día.
—¿Qué?
—¿Te gusto? —preguntó por enésima vez en el día.
—No.
La verdad... Es que no tenía una idea del porqué le respondía con un “no” concreto. Era fácil percibir las emociones que dejaban en claro mi rostro, de que yo estaba tan o más encantada con él, que él de mí. El problema es que había algo, un diminuto sentimiento de pavor que causaba el misero detalle de que no lograra simplemente decir: “si, me gustas”. Quizá era difícil para mí afrontar que si decía ese “si” nos comportaríamos como las parejas “suelen hacerlo” y eso solo dificultaría aún más la convivencia entre nosotros: “Dos adolescentes hormonados que no pudieron resistir a los impulsos sexuales y terminaron por gustarse”.
Eso es algo que simplemente no me era fácil aceptar.
—Dices “no”. Pero nadie en la vida besaría a otra persona de “esa forma” si no tuvieses sentimientos de “ese tipo” —declaró cruzándose de brazos sentado sobre él sofá.
—Si, estoy diciendo que “no”. Y quiero que te vayas de la habitación ahora mismo para que yo pueda tomar una ducha con tranquilidad.
—¿Por qué? Debearíamos ducharnos juntos. Así ahorraríamos algo de agua. De ese modo contribuiríamos a la naturaleza y yo podría lavar tu espalda —mencionó sonriendo de lado.
Levanté una ceja, rodé los ojos y lo miré.
—Ambos sabemos que nunca va a suceder. No voy a entrar en la misma bañera contigo a menos de que lo que desee en realidad no sea ducharme.
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Un compromiso arreglado por el gobierno.
Roman d'amourEn un periodo de tiempo futuro no identificado, el rechazo ha sido rechazado. Las personas están cansadas de pasar su vida buscando a su "su alma gemela", encontrándose con "amores no correspondidos" y una gran decepción con ello. Debido a esto, e...