En algún momento de la madrugada, desperté. Me sentía desorientado y me tomó mis buenos minutos saber que estaba en mi cama, pero cuándo me ubiqué sentí que necesitaba un baño. La ropa seguía pegoteada contra mi cuerpo a pesar de que la transpiración ya se hubiera secado.
Me puse de pié torpemente y cuándo dí un paso, aparte de descubrir que pareciera que se me partiría la cabeza de un momento a otro, sentí bajo mis pies algo blando y un gemido de dolor que lo acompañaba desde el suelo.
- Perdón - me disculpé y toqué mullido y suave junto a la cosa blanda ¿Un colchón?
- No te preocupes - Musitó él, Joaquín, sentándose, a juzgar por su voz que se levantaba del nivel del suelo.
- ¿Qué haces aquí? - Pregunté sentándome en mi cama con consternación.
- No puedo evitarlo...- Comenzó, parecía que aquello le pesaba y que en realidad yo no debí descubrirlo durmiendo en el suelo de mi cuarto – Es que trabajar tanto tiempo para alguien te crea hábitos y no podía evitar querer saber cómo seguías después de todo lo que habías tomado - me explicó y me sentí verdaderamente protegido, por sólo un segundo... luego me llenó una sensación que ya había experimentado, comencé a pensar de nuevo que él sólo sentía pena por mí.
- Ah. Fué todo lo que pude decir.
El silencio duró mucho tiempo, demasiado, hasta que recordé que iba a darme una ducha.
- Iba a bañarme - Avisé – No soporto tener éste olor a alcohol.
Y no lo soportaba. Esa era una de las razones por las cuáles no me gustaban las borracheras. Escuché a Joaquín mascullar algo entre dientes que no quise saber.
- Creo que será mejor que vuelva a mi cuarto - Dijo.
- ¡No! - medio grité – Digo, puedes quedarte. Me vestiré en el baño así que no verás nada - reí un poco convincente.
- Ok - suspiró él.
Rebusqué entre mis cajones meticulosamente ordenados por camisas, pantalones, playeras y ropa interior para hallarlos con más facilidad, encontré mi pijama en el cajón del medio y partí hacía el baño cuidando de no volver a pisar a Joaquín, rodeando su colchón en el suelo.
El agua de la ducha me aclaró la mente y aminoró el dolor hasta hacerlo fácil de olvidar, y recién en ese momento pude darme cuenta de que Joaquín me trataba diferente a antes de la fiesta. Más frío, si se quiere...
Sí, Emilio ¿Porqué lo haría? Ni que hubiera visto tu beso con Ethan. Y si lo hubiera visto, no entendía porqué debería de afectarle.
Concluí que todo era producto de mi imaginación al tiempo que cerraba la llave de agua y buscaba a tiendas una toalla. Me faltaban horas de sueño y eso me estaba pasando factura. Me vestí rápidamente a un lado de la ducha, sequé gran parte del agua de mi pelo y, ya fresco estaba seguro de que Joaquín ya dormía, por lo que anduve lo más silencioso posible.
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Luz De MediaNoche // Adaptación Emiliaco
FanfictionEmilio pierde la visión en un accidente automovilístico. Dispuesto a rendirse ante la oscuridad y todo lo que venga de ella, cae en una solitaria depresión. Pero hay alguien que no dejará que se hunda, alguien que estará cada día de su travesía con...