Cap. 25 - Fiesta ¿Qué Fiesta?

167 34 22
                                    



- ¡Hey, chicos! - saludó Roy apenas abrí la puerta - ¿Están listos? - preguntó agitado y antes de que pudiéramos responder - Por cierto, soy Roy. Tú debes ser Joaquín.

Sentí una punzada en el estómago y si no fuera porque Roy era uno de mis mejores amigos lo habría apartado de Joaquín en ese mismo instante que, conociéndolo, le estaría dando su clásico beso en la mano al chico a mi lado.

- Sí, soy Joaquín. Emilio me ha hablado de tí - Dijo Joaquín amablemente.

- Espero hayan sido cosas buenas.

- ¿Vamos? - Pregunté impaciente - ¡Me voy mamá! - grité hacía adentro.

- ¡Ok, Emi! ¡cuidate! - me devolvió el grito y sentí que la mano de Joaquín soltaba la mía.

- Claro que Emilio sólo ha dicho cosas buenas de tí, Roy.

- Si, Emilio es un gran tipo - dijo mi amigo, pero por lo visto me habían dejado sólo en el porche de la casa.

Extendí mi bastón y seguí sus voces, hablaban animadamente y un fuego comenzaba a arder en el fondo de mi pecho... ¿Se olvidaron de mí? A los pocos pasos, el extremo de mi bastón tocó algo que sonó sordo, supe que era el neumático del auto de Roy.

- Hola, Emilio - me saludó otra voz. Niko, desde el interior del auto.

- Hola Niko. ¿Joaquín? - pregunté e intenté no entrar en pánico al no tenerlo lo suficientemente cerca ¿Cuándo me volví tan egoísta?

- ¿Si, Emilio? Estoy aquí.

- ¿Él es Nikolás - le presenté usando la ocasión cómo pretexto para alejarlo de Roy.




¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.



Al final, logré sentarme en el asiento trasero del auto de Roy con Joaquín. Todos hablaban entre ellos acerca de la fiesta, le preguntaban cosas a Joaquín para 'Conocerse' mientras yo me sentía ajeno a toda aquella escena. Deseé bajarme y perderme en alguna parte, entre la multitud de la fiesta ó volver a casa, esperando que al menos Joaquín se divirtiera.

No podía ser tan egoísta cómo para pensar en atarlo a mí toda la noche con tal de no sentirme sólo y obligándolo a aburrirse a mi lado. Suspiré sonoramente inclinando mi rostro hacía la brisa que entraba por la ventanilla.

- ¿Estás bien Emilio? - Me susurró Joaquín al oído.

- Sí, estoy bien. - menti y le sonreí, esperé a que lo viera. Él me tomó de la mano y me dió un beso en ella dejándome completamente atónito.




¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Luz De MediaNoche // Adaptación EmiliacoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora