Cap. 21 - Sólo Alivio Temporal

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- Yo...- repitió y comencé a preocuparme.

Emilio jamás se quedaba sin palabras, jamás titubeaba, jamás se le quebraba la voz y jamás me había dado un beso en la mano, jamás lo sentí ruborizarse y definitivamente jamás había sentido una lágrima caer por su pómulo hasta mis dedos.

- Por favor, Joaco... ¿Qué sucede? - pregunté secándole la lágrima que caía silenciosa y que estremecía a mi corazón.

- ¿Joaquín? - llamo una voz de un hombre a mis espaldas y él se tensó.

- ¿Si, doctor? - musitó él, desentendiéndose de mis manos.

- Te necesito en mi cirugía ahora mismo - ordenó el hombre de voz familiar - Oh, Hola Emilio - me saludó al final con esa nota de reconocimiento. Era el doctor Arath.

- Buenos días, doctor.

- Debo irme - susurró Joaquín de pié y tomando mi mano de nuevo.

- Claro - también me levanté del asiento y desdoble mi bastón para partir - el deber llama.

- Ajá - aún sonaba triste y yo aún estaba preocupado -¿Quieres que te acompañe hasta la recepción...?

- No te preocupes, puedo encontrarla.

- Ok - dijo revolviendo algunas cosas. Abrió un grifo y escuché el sonido del agua chocando contra sus dedos - ¿No te molestaría que fuera a visitarte alguna vez ó si?

- Claro que puedes venir - aseguré, aunque en realidad quise decir 'Ruego que vayas a visitarme', pero habría sonado demasiado desesperado y habría logrado el efecto contrario en él.

- Bueno... entonces, hablamos después - pronunció más cerca de mí y me dió un beso en la mejilla. Tuve la impresión de que mantuvo sus labios pegados a mi piel por más tiempo de lo que demandaba un roce. Pero era sólo mi impresión y mi deseo que jugaban en contra.

Joaquín salió enseguida cerrando la puerta que chirrió hasta toparse con el marco. Y volvió a abrirse en cuánto di un paso.

- Joaquín... la máquina de café no funciona...- vino quejándose Nikol - ¿y Joaquín? - preguntó con la voz aguda.

- Tuvo una emergencia - contesté cortamente - Adiós, Nikol.

- ¡Así que eres el famoso Emilio! - exclamó cuándo me gire hacía la puerta - Joaquín no deja de hablar de tí, cada vez que viene un paciente le cuenta tu historia... ya me la sé de memoria - dijo con fastidio.

- ¿Joaquín habla de mí? - pregunté atónito.

- Claro que sí. Eres algo así cómo... un modelo a seguir - explico con un bufido al final - por un momento pensé que eras su novio ó algo así - pronunció entre risas y me sentí pésimo.

- Eh, no. Sólo somos amigos - recordé con tristeza.

- Cómo sea.

- ¿Nikol? - Susurró una mujer de voz dulce entrando en escena - Oh, pensé que estabas sola, corazón. Vuelvo en un rato.

- No. Yo ya me iba - dije y salí rápidamente. Encontrar la recepción me resultó más fácil, sólo debía buscar dónde los murmullos fueran mas intensos y el sonido grave de un teléfono.





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Luz De MediaNoche // Adaptación EmiliacoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora