A Soulsborne's Traveler System

Capítulo 80: Origen.

El sentido común me dijo que debería regresar al sueño de inmediato para reabastecerme.

La experiencia me dijo que, a menos que quisiera volver a luchar contra esa horda, debería terminar mis asuntos aquí. Así como yo podía reaparecer, ellos también.

Lo que sea, mis manos son armas lo suficientemente mortales de todos modos, como acabo de demostrar contra esa horda. Me llevé la mano derecha a la cara y me concentré en él, hasta que se transformó en una forma más bestial con uñas largas y afiladas como dagas.

Para probarlo me disloqué el brazo y lo lancé como un látigo hacia uno de los cadáveres en el suelo. Sin problemas, mi brazo pareció transformarse en un estado casi líquido por un segundo antes de dividir el cadáver con una velocidad borrosa tan perfectamente que casi parecía que nunca estuvo completo en primer lugar.

No había ni una gota de sangre manchando mis manos.

Asintiendo con satisfacción ante la absoluta monstruosidad que había creado con mis propias manos, comencé a explorar las calles ensangrentadas y en llamas de Lond-Yharmam.

No había más ruido que gemidos de dolor y el crepitar de las llamas. Como si este mismo lugar fuera la definición perfecta de caos.

Pero eso hizo poco para disuadir a mis instintos de botín Gobbo cuando comencé a recorrer las calles en busca de botín. Evita cualquier puerta o pasaje para no abrumarte con las opciones mientras buscas.

Mientras lo hacía, me encontré con una ma- quiero decir. Me encontré con un tipo bastante corpulento que vestía una armadura pesada con una capucha que empuñaba un hacha grande acorde con su tamaño.

Ahora, normalmente, no soy de los que correlacionan el tamaño con la velocidad. Lo cual tenía sentido ya que después de ver a Smough corriendo detrás de ti, esa idea se desmorona rápidamente.

Pero maldita sea, este tipo era lento.

Podría esquivarlo caminando a paso ligero.

Al final, nada realmente me impidió subir a su cara y empujar el cañón de mi arma en su ojo, y jugar Scrabble con su cerebro.

Atacar rápido no significa nada cuando simplemente no puedes alcanzar a tu oponente en primer lugar. De todos modos, recogí el vial de sangre que dejó caer y reanudé mis exploraciones del Londres gótico.

...

Los enemigos no fueron realmente un problema para mí. Pueden ser más fuertes, más rápidos y más inteligentes que los huecos, pero al final, esas cualidades no fueron suficientes para cerrar la brecha de peligro entre ellos y yo. Mientras no me acosaran, no representaban un peligro para mi "vida".

El verdadero problema era la disposición del terreno. En Lordran sabía principalmente a dónde ir porque mi vaciamiento no me había afectado mucho para entonces. Pero ahora casi me había olvidado de las cosas en Bloodborne. Los recuerdos concedidos comienzan a aclararse cada vez que veo cosas, pero eso no viene al caso.

Aunque en mis andanzas encontré algo muy... peculiar en uno de los cadáveres.

Una pequeña roca del tamaño de un guijarro, de color rojo sangre, y en su centro una doble hélice que imitaba de cerca el aspecto del ácido desoxirribonucleico (me estaba especializando en biología... creo) alias. ADN.

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<Fragmento de piedra de sangre>

Un fragmento sólido que se forma a sangre fría.

Después de la muerte, una sustancia en la sangre se endurece y eso

que no cristaliza se llama piedra de sangre.