Lea
Cuando vuelvo a casa, lo primero que hago es tumbarme en el sofá. En todo el viaje no he parado de darle vueltas al caso y estoy agotada.
Ya es bastante tarde y me apetece mucho ver una película. Me preparo una pizza y me pongo a ver una de mis películas favoritas, El rey León.
Cuando acaba, me voy a la cama y me quedo dormida rápidamente.
A la mañana siguiente me levanto y me preparo un café con vainilla. Miro la hora y veo que es mediodía. Pienso en la conversación con Candy y la llamo.
- Buenos días, Candy - la saludo cuando coge el teléfono.
- Buenos días, querida, ¿cómo te encuentras? - me pregunta tan atenta como de costumbre.
- Muy bien, gracias, te llamo por la conversación que tuvimos ayer por la mañana, quería saber a qué hora prefieres que vaya a tu casa.
- Pues por la mañana no vamos a estar, pero te puedes pasar por la tarde si te viene bien.
- Entiendo, a mí por la tarde me viene perfecto - le digo.
- Entonces nos vemos por la tarde - se despide de mí y cuelga el teléfono.
Como tengo la mañana libre, me pongo un vestido suelto de verano color lila con unas sandalias plateadas y me dejo el pelo suelto. Meto en una mochila una toalla, un libro, mis cascos, mi móvil y me voy para la playa. Cuando llego, me pido un granizado y me preparo para ponerme a leer el libro que he cogido.
Al mirar la hora, me doy cuenta de que ya han pasado dos horas, recojo todo y me voy para mi casa.
A las cuatro y media me cambio el vestido por unos pantalones cortos azules y una camiseta negra. Me pongo mis deportivas y me hago una coleta alta con dos mechones sueltos como flequillo. Salgo de casa y me dirijo a la de mis vecinos. Llamo al timbre y me encuentro con una sonriente Candy esperándome.
- Hola Lea, me alegro de verte - me saluda - pasa, por favor.
- Hola Candy, ¿cómo estás? - pregunto.
- Muy bien - me contesta mientras me guía al salón donde se encuentra su marido, Tom, leyendo un periódico.
- Me alegra volverte a ver Lea, ¿qué tal te va todo?
- Bastante bien, ahora estoy con un caso que creo que me va a costar resolver, pero por lo demás todo me va bien - le respondo - ¿y tú, qué tal?
- Estoy bien, por suerte - me dice - respecto a lo del caso, no te dejes guiar por las opiniones de los demás, tu opinión es la que tiene que ir siempre por delante sin la influencia de nadie - me dice. Siempre tiene las palabras correctas para cada situación, es una de las cualidades que más me gustan de él.
- Lo tendré en cuenta, gracias por este consejo - le dirijo una de mis sonrisas más sinceras - respecto al tema de vuestra nieta, ¿qué queréis que haga? - les pregunto.
- Bueno, respecto a ese tema... es complicado - me responde Candy que se ha sentado junto a su marido en el sofá - A Rebeca lo que le ocurre es que no habla casi nada con nadie, le cuesta mucho abrirse y no se lleva con ninguna persona de su escuela, estamos muy preocupados. Por otro lado, sus padres están tan centrados en su trabajo que no se dan cuenta de lo que pasa a su alrededor. Con nuestro nieto actuaron igual pero él no tenía este problema, al contrario, él siempre estaba con algún amigo, y con Rebeca, por lo que hemos visto, no tiene mucha relación, así que no la puede ayudar - me cuenta Candy.
Lo pienso por un momento y luego le digo:
- ¿Puedo intentar hablar con ella a solas? - les pregunto.
- Claro - me responden ambos al mismo tiempo y yo suelto una pequeña risa.
- Después de tantos años viviendo con alguien, esto es lo que pasa - me dice Tom con una sonrisa divertida - voy a buscar a nuestra nieta - dice antes de levantarse e irse.
Cuando vuelve al salón lo hace en compañía de una chica con el pelo rubio y liso, de ojos verdes y me parece que es de mi misma altura.
- Lea, ella es nuestra nieta Rebeca - me la presenta su abuelo y yo le dedico una sonrisa.
- Hola Rebeca, yo soy Lea, ¿qué tal estás? - le pregunto.
- Bien, gracias - me responde en voz baja y suave.
- ¿Por qué no vais a tu habitación, Rebe? - le pregunta su abuela y puedo percibir cómo cambia su peso de un pie a otro cuando escucha cómo la ha llamado su abuela, lo tendré en cuenta. Ella asintió lentamente y me guio a su habitación.
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Mi destino
RomanceLea es una chica como cualquier otra que vive en un pueblecito en California. Ella desde la adolescencia se enamoró de la psiquiatría, al principio todos la apoyaron pero cuando llegó el momento se dio cuenta que estaba sola. Lea eligió cumplir su...