Capítulo 10 Esa chica

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Jake

Hace unos días cuando estaba dando un paseo por el bosque, me llegó un olor que me hizo ir hacia él. Entonces vi que provenía de una chica que me pareció muy linda con esos relucientes ojos color miel. Iba acompañada de dos perros, un golden retriever y un labrador negro.

Acércate a ella.

Cosmo, mi lobo interior, me dijo lo que yo ya quería hacer desde un principio, pero no podía, se iba a asustar un montón.

Pero no tienes nada que perder, además no tienes que acercarte del todo.

Al final hice lo que Cosmo decía y salí a unos diez metros de ella. Inconscientemente me fui acercando.

- Quieto - escucho como me dice en el tono más serio que puede, intentando no parecer asustada. Sus dos perros se han puesto delante de ella y han empezado a gruñir para que no me acerque, demostrando que defenderían a su dueña hasta el final.

Me detengo para que no se asuste y para que esté más tranquila. Finjo que tengo lastimada mi pata izquierda.

Cuando lo nota les dice a sus perros que se sienten y se acerca a mí muy lentamente. Cuando está cerca estira su mano lentamente y después de que la olfatee unos instantes, me acaricia suavemente la cabeza, se agacha y me toca ligeramente la pata que tengo "herida". Hago como si lloriqueara por el dolor que supuestamente tengo en la pata, ella me mira preocupada y me dice intentando que la entienda:

- Aquí no puedo hacer nada por ti, si me sigues te podría ayudar - entonces, cuando se ha alejado un par de metros con sus dos perros, la sigo cojeando, pero sinceramente, no sé por qué lo estoy haciendo.

Cuando llegamos a su casa, entra y espera a que yo también lo haga. Se va por un pasillo y yo me quedo quieto observando a mi alrededor. Vuelve unos minutos después con una cama para perros, la pone en el suelo tratando de que esté más cómodo.

Me tumbo y ella vuelve a irse. Cuando regresa lo hace con un botiquín de primeros auxilios y me cura la pata vendándola con dos tablillas y cinta. Al terminar se sienta a mi lado y me hace pequeñas caricias en la cabeza que consiguen que me quede profundamente dormido.

Al despertarme, veo salir los primeros rayos del sol por el ventanal del salón, tardo unos segundos en recordar donde estoy, de repente me vienen los recuerdos de esa chica de ojos color miel un poco inconsciente, al menos tanto como para acercarse a un lobo y llevarlo hasta su casa. Me transformo en mi forma humana y salgo de la casa sin hacer ruido y sin dejar rastro.

Ahora le acabo de contar lo que me ha pasado a Marc, mi mejor amigo desde que era un niño.

- Jake, ¿me puedes decir cómo era esa chica?

- Tenía el pelo de un color castaño claro, unos preciosos ojos color miel con unas largas pestañas y unos labios finos y rosados y medía un metro sesenta y ocho más o menos. Además tenía dos perros, uno era un golden retriever y un labrador negro- le digo como era ella y sus dos perros.

- Jake, creo que esa chica es mi mejor amiga, de la que te hablaba cuando era pequeño - me dice, entonces me viene a la mente una chica de la que me hablaba.

Cuando ya se hizo tarde, volvimos a la casa de mis abuelos. Al entrar nos los encontramos hablando en el salón, también escucho unas risas en el piso de arriba a las que no le doy importancia.

Nos quedamos hablando un rato con ellos y después de un tiempo escuchamos pasos y risas bajando por las escaleras.

Noto la presencia de mi hermana y de... ¿La amiga de Marc?

Entonces mi abuela habla.

- Oh chicas, ya estáis aquí - dice, y nosotros nos giramos.

Veo como la chica se queda sorprendida mirándome.

- ¿Lea?, ¿qué haces aquí? - le pregunta Marc a la chica de la que por fin sé su nombre, Lea.

- Pues... - se aclara la garganta - he pasado la tarde con Beca, conociéndonos - se crea un silencio por la sorpresa que nos llevamos todos. Rebe nunca habla mucho y menos de ella. Entonces miro a mi hermana que tiene una pequeña sonrisa en la cara. Me vienen a la mente las risas que escuché antes y ahora ya sé de dónde provenían. En ese instante mi abuela rompe el silencio presentándome.

- Por cierto Lea, él es mi otro nieto, Jake.

Mi destinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora