Lea
Cuando entran Tom y Candy los tres estamos callados.
- Buenas tardes chicos, ¿qué tal en nuestra ausencia? - pregunta Candy.
- Muy bien, no ha pasado nada importante - le digo forzando una sonrisa con la que parece no darse cuenta de la tensión en el ambiente - si me disculpáis yo tengo que irme ya.
- Claro cielo, muchas gracias por todo - me agradecen.
Subo a la habitación y recojo todas mis cosas. Cuando estoy acabando, aparece Beca detrás de mí.
- Creo que mi hermano no se esperaba nada de esto - me dice.
- Es normal, pero sinceramente no puedo estar cerca de él de momento, tengo muchos problemas como para añadir esto.
- Te entiendo, es normal.
- Tengo que hablar con Blake y Marc, necesito una explicación por su parte.
Salimos de la habitación y me despido de Tom y Candy.
Antes de salir de la casa siento la mirada de Jake sobre mí.
Cuando llego a casa, me siento en el sofá y les escribo a mis dos mejores amigos.
Lea: En la playa en diez minutos, es importante.
Al llegar me los encuentro a ambos hablando, me acerco a ellos y nos vamos hasta el local de Blake.
- ¿Qué pasa estrellita? - me pregunta Blake curioso.
Los miro a ambos y después les pregunto:
- ¿No tenéis nada que contarme? - ellos comparten una mirada y responden.
- No sé a qué te refieres Lea - me dice Marc.
- ¿A no?, es que pensé que después de tanto tiempo ya no había secretos entre nosotros - les digo bastante molesta.
- ¿A qué te refieres? - me preguntan ambos con sus miradas fijas en mí.
- Puede que esté hablando de que existen los hombres lobo - les digo.
- Lea, creo que te estás volviendo loca, es imposible que existan, eso solo pasa en las películas y en los libros.
- Chicos no me mintáis, sé que este es un pueblo de hombres lobo y soy la única aquí que no lo soy - ninguno sabe qué decir - lo que yo me pregunto es ¿Por qué ninguno me lo ha contado?
- Es muy complicado Lea, no sabíamos cómo te lo ibas a tomar - intenta excusarse Marc.
- Marc, no me vengáis con esas, sabéis que puedo llegar a ser la persona más comprensiva. Os recuerdo la vez que ambos me convencisteis de ir a dar una vuelta en un barco y nos quedamos en mitad del mar porque no habías mirado cuánto combustible quedaba o la vez que nos perdimos en mitad del bosque porque no llevamos móviles y se os olvidó el mapa, en esas ocasiones no me enfadé y luego buscamos una forma de afrontar el problema juntos. No me podéis decir que no sabíais cómo iba a ser mi reacción porque siempre os he dado mi apoyo - les digo tan molesta como dolida - Blake te conozco desde hace mucho tiempo y creo que teníamos la suficiente confianza para que me lo pudieras contar, y contigo Marc nos conocemos desde que éramos unos críos.
- Lo sentimos mucho Lea, tienes toda la razón del mundo.
- Creo que necesito tiempo para pensar en todo lo que ha pasado - les digo.
- ¿Estás molesta por lo que somos? - pregunta Blake.
- No, claro que no, lo que sois es algo increíble y maravilloso, estoy molesta y dolida porque no me lo habéis dicho después de todos estos años - les digo y me marcho sin que puedan decir nada más.
A la mañana siguiente no tengo ganas de hacer nada, no he podido dejar de darle vueltas a todo este asunto.
Sigo dándole vueltas al asunto cuando recuerdo que en Lokley también hay muchos hombres lobo y tengo una suposición que quiero resolver, así que me pongo unos pantalones vaqueros cortos negros, un top blanco y mis deportivas.
Me subo en mi coche y me voy.
Recorro los largos pasillos del CAVC en busca de Enzo. Lo encuentro en la terraza con su móvil y una taza de café.
Al verme deja su celular y me saluda alegre.
- Buenos días Lea, ¿qué haces por aquí?
- Tengo que hablar contigo, es muy importante.
- Está bien, si quieres podemos ir a mi habitación - me dice y yo asiento con la cabeza. Al llegar empiezo a hablar.
- Ayer me enteré de algo un poco impactante para mí y venía a verte porque es posible que tú también lo sepas. Puede que me tomes por loca de no ser así, pero es que tengo que preguntarte, ¿eres un hombre lobo? - me mira en silencio durante unos segundos y responde.
- Sí, lo soy - suspiro.
- Gracias por tu sinceridad - le digo y él me mira confundido.
- Solo vas a decir "Gracias por tu sinceridad" - me mira sorprendido.
- Me acabo de enterar de que dos personas a las que creía conocer bien, me llevan ocultando esto durante años, como supondrás esto ya no me sorprende mucho - le digo con una pequeña sonrisa para relajar el ambiente.
Seguimos hablando un poco de este tema con el que descubro algunos datos sobre él.
Recibo una llamada de un número que no tengo registrado y lo cojo.
- Hola, ¿quién es? - pregunto.
- Buenos días señorita Lea, soy el señor Jorge Carro, quería hacerle una propuesta. Usted hace un par de años se graduó en la universidad de California y en estos dos años ha conseguido convertirse en una de las mejores psiquiatras, incluso ha conseguido construir un centro bastante famoso, por ello me gustaría proponerle que viniera a España a dar una conferencia sobre cómo ha conseguido llegar a donde está y dar unos consejos a los jóvenes psiquiatras que quieren seguir sus pasos. Por supuesto los gastos de viaje correrán por nuestra cuenta. Debe tener en cuenta que esto le puede ayudar a conseguir una fama superior a la que ya tiene.
- ¿En qué lugar exactamente? - le pregunto temiendo la respuesta.
- Sería en el lugar en el que se crio, Astorga.
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Mi destino
RomansaLea es una chica como cualquier otra que vive en un pueblecito en California. Ella desde la adolescencia se enamoró de la psiquiatría, al principio todos la apoyaron pero cuando llegó el momento se dio cuenta que estaba sola. Lea eligió cumplir su...