Mi destino

Capítulo 55 Jacob Wilson

Jake

Ya ha pasado una semana desde que fui con Lea a casa de mis padres y durante este tiempo la he notado más distante. Ya casi no nos vemos y cuando lo hacemos casi no hablamos, la noto perdida en sus pensamientos y no sé por qué algo me dice que eso no es bueno.

Hoy he intentado quedar con ella para hablar de esto pero me ha dicho que no puede ya que ha quedado con Blake y Enzo para ir a la playa.

Estoy mirando por la ventana sumergido en mis pensamientos cuando veo a Lea subirse a su coche.

Síguela.

No creo que sea muy adecuado hacer eso.

Si quieres respuestas es lo que tienes que hacer. Puede que no sea nada o puede que descubras todo lo que ocurre. Te recuerdo que supuestamente iba a ir a la playa con sus dos amigos y resulta que está saliendo de Sunset.

Al final me decido por hacer lo que Cosmo me aconseja. Me subo a mi coche y la sigo a una distancia prudente para que no me descubra.

Llegamos a Lokley y ella va a una cafetería bastante conocida por su buen café.

Cuando entra, escanea con la mirada el local buscando a alguien y cuando parece encontrarlo se acerca hacia la mesa correspondiente.

Lo que me dejó en shock fue la persona con la que se había reunido, mi padre, Jacob Wilson.

Me adentro en la cafetería con mis gafas de sol puestas y sin que me vean, me pongo en una mesa que está cerca de la suya para poder escuchar la conversación sin que me puedan ver.

- Me alegra verla aquí, le agradezco que haya venido y que no le haya comentado nada a mi hijo.

- No me ha sentado nada bien tener que mentirle, así que le pido que esto valga la pena.

- Está bien. El otro día ya le comenté lo que quería hablar con usted. Iré directo al grano, me arrepiento de la relación que he tenido con mis hijos - comenzó mi padre -. No le puedo echar toda la culpa a mi mujer, tengo parte de culpa, no les presté la atención que se merecían a ninguno de los dos y ahora, bueno... la relación está como está. Mi hijo mayor ni me habla y mi hija pequeña va en la misma dirección - soltó una risa sarcástica y triste - pero sé que tú les has hecho mucho bien a ambos.

- No sé a qué se refiere.

- El otro día hablé con mi madre y me contó cómo ayudaste a mi hija a principios de verano o cuando mediaste entre ellos. Me gustaría darte las gracias por ello.

- Hice lo que creí correcto, nada más, además, sus hijos solo necesitaban ser escuchados, nada más. Si no es mucha intromisión, ¿por qué actuó así con sus hijos?

- Si te soy sincero no lo sé. Mis padres me criaron con el cariño de una familia unida y yo soñaba con tener eso pero a Laura solo le interesaba ganar dinero y poco a poco me fue arrastrando con ella.

- No sé qué quiere que le diga señor, yo creo en las segundas oportunidades pero no en los milagros. La relación con sus hijos no sabría decirle si está completamente perdida o no. Pero si quiere solucionar algo, tiene que hablar con ellos y... - mi padre la interrumpió.

- Lo sé, y recuperar el tiempo perdido.ç

- No - Lea negó rotundamente consiguiendo así la mirada confusa de mi padre - por mucho que queramos no se puede recuperar el tiempo, es un asco pero es así, lo que se puede hacer es aprovechar el tiempo que tenemos.

Sé que Lea solo quiere ayudar a mi padre para que pueda tener otra oportunidad con nosotros pero no sé si podré escucharlo e intentar tener una relación padre hijo con él. Aunque echando la vista atrás me doy cuenta de que algo de lo que él dijo es cierto. Mi madre siempre ha tomado las decisiones y no me extrañaría que fuera capaz de alejar a nuestro padre de nosotros. Nunca me pareció muy normal que con la forma de ser de mis abuelos mi padre actuara así, aunque para ser sincero nunca le di muchas vueltas hasta ahora.

- Necesito su ayuda, quiero hablar con ellos pero no sé cómo hacerlo - pidió para después soltar un largo suspiro.

- Veré lo que puedo hacer.

- Bien - mi padre hizo una pausa - sobre lo otro que quería hablar era sobre el pasado de mi mujer - su tono cambió a uno más serio -. Lo que dijo sobre ella en la cena me dejó impactado. Yo tenía otra versión de su vida, y el otro día cuando quise hablarlo con ella se cerró en banda. Me gustaría que me contara lo que sabe.

- Está bien. Su mujer nunca acabó la ESO, repitió varios años y cuando pudo dejar de estudiar, lo hizo. Estuvo viviendo de sus padres prácticamente hasta que se comprometió con usted. Al cumplir los dieciséis años se empezó a juntar con compañías poco adecuadas, además se metía en peleas clandestinas para sacar algo de dinero. Dos años después se empezó a juntar con los chicos de clase alta de la universidad para conseguir sustancias ilícitas y sacarles dinero a cambio de una noche de sexo - mi padre no daba crédito a las palabras de Lea y yo tampoco, la verdad - no sé qué versión de la historia le habrá contado a usted pero gracias a ciertos contactos sé que paso más de una noche en comisaria.

- No es que me haya contado una versión distinta de la historia sino que me ha contado una historia paralela a esta.

Yo también me sabía la historia, cuando era pequeño las pocas veces que hablaba con mi madre me repetía siempre lo mismo. Dijo que estudió en una exitosa universidad de Londres, también que todo lo que había necesitado lo había conseguido por ella misma. Y ni hablar de sustancias tóxicas pues cuando veía a alguien fumar, lo ponía a bajar de un burro.

- Le agradezco que ese día le dijera a Jake que saliera, no me gustaría que supiera todo esto de su madre.

- Lo hice por eso mismo, no es a mí a quien le corresponde contar esto. Es su decisión.

Sabía que si dependía de mi padre, nunca lo sabría pero, la verdad, no sé por qué, me alegraba de haber oído la conversación.

- Sobre lo que me dijo su mujer antes de que me fuera, creo que lo tengo que hablar con Jake, necesito contárselo, no me gusta ocultarle cosas, la base de una relación es la sinceridad y la comunicación y últimamente he fallado en ambas - mi padre asintió y yo decidí que era hora de intervenir.

- Tienes razón, tenemos que hablar y me tienes que explicar muchas cosas - ambos me miraban perplejos. Tenía un cúmulo de diversas emociones y no sabía en cuál enfocarme.