Lea
Por la tarde subí a la terraza e hice lo que más me gustaba, leer.
Estos días, por un motivo o por otro no había podido, pero iba aprovechar el rato que tenía antes de tener que prepararme.
Cuando estaba empezando a leer el primer capítulo me entró una llamada.
- Hola estrellita - saludó Blake.
- ¿Qué tal estás? - pregunto Beca esta vez, ambos me habían hecho una videollamada.
- Muy bien, ¿y vosotros qué tal por allí?
- Como siempre no hay nada especial que hacer, te echamos mucho de menos por aquí - me dijo Beca.
- Bueno, el caso, te hemos llamado porque teníamos curiosidad, ¿cómo va con Jake? - preguntó Blake.
- Va bien, nada fuera de lo normal - intente aparentar normalidad.
- ¡Mentira! - exclamó Blake - sabemos que te ha besado y no nos lo ibas a decir - dijo muy indignado.
- Bueno, lo que pasa... un momento, ¿cómo sabéis lo que ha pasado?
- Es que hice un pequeño trato con mi hermano - dice Beca.
- ¿Y en qué consiste ese trato?
- El caso es que si yo no te decía que él iba al viaje, me informaría de cómo van las cosas contigo.
- ¿Y tú sabías algo Blake? - pregunté.
- Puede que sí.
- Mira que llegáis a ser cotillas - dije mientras me reía.
Seguimos hablando un buen rato hasta que tuve que ir a prepararme.
Me di una ducha en diez minutos y lo primero que hice cuando salí fue hacerme dos trenzas desde la raíz.
Fui a mi habitación y empecé a buscar qué ponerme y pensé que sería fácil, pero no, llevaba treinta y cinco minutos buscando lo que podía ponerme y todavía no sabía qué hacer.
¿Has traído el vestido negro?
¿Cuál de todos?
El que te compraste el año pasado y nunca has usado.
Sí, ¿por?
Usa ese, hazme caso.
No, es demasiado corto, que vergüenza.
Lea, si lo metiste por algo sería, además, te queda increíble.
Pero es que...
¿O no quieres devolverle a Jake lo de esta mañana?
Esta bien, me lo probare y depende como me quede lo usare o no.
Me lo puse y la verdad me quedaba espectacular. Este era negro con un pequeño escote en forma de corazón. Era un poco corto para mi gusto, pero no se veía nada, tenía mangas translúcidas y era bastante ajustado.
Te queda perfecto, dime por favor que lo vas a utilizar.
Sí que lo voy a utilizar, tenías razón.
Fui al baño y me sequé el pelo durante media hora. Cuando me deshice de las trenzas tenía todo el pelo ondulado. De maquillaje utilice rímel, un poco de iluminador y brillo de labios. Sinceramente, nunca me había gustado mucho el maquillaje.
Me puse unos tacones negros y un pequeño bolso del mismo color para el móvil y las llaves.
Salí de casa y fui hacia la plaza. Al llegar vi que era la primera en llegar.
Normal, todavía faltan diez minutos para menos cuarto.
Si, era cierto pero me gustaba llegar pronto.
Tras un par de minutos mi hermana llegó.
- Estas guapísima Lea - me dijo.
- Tú también - ella iba con unos vaqueros y un top.
Estuvimos hablando un rato hasta que divise a Jake y Marc.
Marc llevaba unos vaqueros grises, una camiseta blanca pegada y unos tenis.
Mientras que Jake llevaba unos vaqueros negros y una camiseta pegada del mismo color, con unas deportivas y el pelo desordenado.
- Chicas, estáis fantásticas - dijo mi mejor amigo al llegar a nuestro lado.
Al ver que Jake no decía nada lo miré y vi que me estaba mirando sin ningún pudor. Cuando nuestras miradas se cruzaron se aclaró la garganta y desvió la mirada.
La orquesta comenzó y nos acercamos hacia el escenario.
Cuando me quise dar cuenta ya habían pasado más de tres horas en las que estuve cantando y bailando sin parar como hace mucho tiempo que no hacía, entonces el tipo de música empezó a cambiar a una más sensual.
Durante las primeras canciones se fueron acercando varios chicos a los que rechacé sin pensarlo, y a la mitad de la siguiente canción se me acercó otro chico. Cuando me iba a girar para decirle que se fuera me di cuenta de que era Jake.
Acabamos de bailar la canción y al empezar la siguiente todavía estábamos juntos. Me giré y él me cogió de la cintura para pegarme más a él.
- Creo que va siendo hora de que me des una respuesta - me dijo con voz ronca cerca de mis labios.
Lo pensé durante unos segundos pero en el fondo sabía la respuesta.
- Acepto - cuando esas palabras salieron de mi boca juntó nuestros labios.
Pongo una mano en su nuca para atraerlo hacia mí y él baja sus manos de mi cintura a mi trasero. Su lengua se abrió paso entre mis labios e inició una pequeña lucha por ver quién tenía el control.
Mordí levemente su labio inferior y soltó un gruñido.
- Vámonos - le dije.
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Mi destino
RomansaLea es una chica como cualquier otra que vive en un pueblecito en California. Ella desde la adolescencia se enamoró de la psiquiatría, al principio todos la apoyaron pero cuando llegó el momento se dio cuenta que estaba sola. Lea eligió cumplir su...