Lea
Ya han pasado dos años desde que Jake dejó su marca en mí. Lo que no me esperaba es que al día siguiente cuando desperté estaba convertida en un lobo con un pelaje grisáceo. Al principio me costó acostumbrarme pero con el paso del tiempo me gustó.
Hoy, 30 de agosto, es el día de mi boda con Jake. Entre hombres lobo no es necesario pero a mí siempre me había hecho mucha ilusión casarme y, como Jake lo sabía, me lo pidió de la mejor forma posible.
Flashback
Ese día iba a ir a una feria a Sunset y fuimos todos a pasar el día aprovechando que Beca estaba de vacaciones. Nos divertimos muchísimo.
Cuando estaba a punto de atardecer, Jake me guio hacia la parte de la playa donde solía ir a ver el amanecer con él. Al llegar vi un pasillo hecho con pétalos de rosas y al final de él un corazón con diversos tipos de flores tropicales. Nos acercamos unidos de la mano y cuando llegamos ante este, Jake me soltó y se puso frente a mí.
- En este lugar, donde empezamos juntos nuestros días, me gustaría pedirte la oportunidad de seguir juntos para crear y vivir muchos más momentos como los que ya hemos disfrutado hasta ahora. Puede que discutamos en algún punto pero sé que si estamos juntos lo superaremos todo, por ello - se arrodilló frente a mí y sacó una cajita roja con un anillo dentro - ¿te casarías con este lobo que haría lo que fuera por ti? - mis ojos se cristalizaron.
- Me encantaría - me puso el anillo y me abrazó fuertemente.
- Eres la mejor luna que cualquier lobo pudiera tener - me susurró en el oído antes de darme un tierno beso.
Fin del Flashback
Hace cinco minutos que estoy sola esperando a que llegue la hora para ir al altar junto a Jake. Iba a ser en una parte del bosque. Me había encargado de prepararlo todo con mis damas de honor, es decir, mi madre, mi hermana, Beca, mi abuela y Candy.
Mi abuelo entró en la habitación.
- Ya es hora de irnos - me dijo con una sonrisa.
- ¿Crees que he tomado una buena decisión?, yo creo que sí, estoy perdidamente enamorada de Jake pero... ¿Tú qué crees?
- Creo que no has podido tomar mejor decisión, he visto como te mira ese chico, es la misma mirada que yo tengo cuando estoy con tu abuela y te aseguro que se puede mentir con las palabras pero los ojos son el espejo del alma y nunca mienten.
La verdad, siempre que había pensado en el día de mi boda, había deseado que fuera mi abuelo quien me acompañara al altar, ya que ha sido como un padre para mí. Y aprovechando que mi padre no pudo venir hasta Sunset, evité tener que darle explicaciones.
Llegamos al lugar donde se celebra la boda y empezó a sonar el canon de Pachelbel. Ya en el altar pude ver a mi futuro marido esperándome.
Jake
Cuando empezó a sonar la música, supe que Lea ya había llegado, estaba muy nervioso, pero cuando la vi todas mis preocupaciones dejaron de importar.
Estaba preciosa, pero bueno, eso no era novedad, porque ella siempre lo estaba. Llevaba un precioso vestido blanco ajustado hasta la cintura y la falda tenía bastante vuelo y una abertura en la pierna, además su escote tenía forma de V.
Se acercó cogida del brazo de su abuelo y él me la entregó dándome unas palmaditas en el hombro.
Me perdí tanto en su mirada que no me enteré del transcurso de la ceremonia hasta que llegó el momento de los sí quiero.
Tras el banquete, Lea y yo abrimos el baile con la canción "Perfect, de Ed Sheeran". Esa noche bailamos y estuvimos juntos demostrándonos todo el amor que sentíamos el uno por el otro.
Al día siguiente cogimos un avión rumbo a nuestra luna de miel. Lea no sabía a dónde nos íbamos. Como ella tuvo la carga de los preparativos de la boda, me ofrecí a preparar la mejor luna de miel que pudiera imaginarse.
Cuando aterrizamos en Grecia, ella se emocionó mucho y nos fuimos al hotel. Pasamos ahí tres días y durante la siguiente semana fuimos recorriendo todo el país.
En cada lugar en el que estuvimos creamos recuerdos inolvidables para ambos.
Tras regresar de nuestro propio paraíso tuvimos que volver a la rutina y no se nos hizo fácil a ninguno de los dos.
Yo volví a las sesiones de fotos en la empresas de mi padre y ella había días que iba al CAVC y otros al MHY a seguir trabajando con una chica, creo recordar que su apellido era Strauch, me dijo que va avanzando bien, pero que todavía le queda bastante trabajo por delante. Sé que ama lo que hace por lo que la apoyo en todo lo que necesite.
Pero sin lugar a dudas mi momento favorito del día es cuando volvemos a casa y nos sentamos juntos en el sofá para hablar.
Con ella me siento tranquilo y feliz, y es lo único que necesito.
Lea
(Dos años después)
Jake lleva dos semanas viajando por todo el país por asuntos de trabajo. Vuelve mañana y ya estoy ansiosa por verlo.
Estoy con Beca tomando un café en la nueva casa que tenemos Jake y yo. Está a las afueras de Lokley. Cuando la vimos, nos enamoró a ambos y decidimos comprarla. Acabamos la mudanza dos días antes de que él se tuviera que ir.
Suena el timbre y me levanto a abrir, es el cartero.
- ¿Es usted la señora Wilson? - preguntó.
- Así es.
- Esto es para usted - me entregó una carta - que tenga buen día - se despidió y se fue.
Cerré la puerta y abrí la carta, era del hospital. Debían de ser los resultados de las muestras de sangre. Últimamente no me encontraba muy bien por lo que había decidido hacerme una analítica.
Todo estaba bien pero hubo algo que me dejó paralizada.
Beca, al ver que no volvía, vino a buscarme.
- ¿Está todo bien, Lea? - me preguntó y le entregué el papel. Ella lo revisó y, cuando leyó lo mismo que yo, me miró fijamente - Voy a ser tía - afirmó en apenas un susurro.
- Voy a ser madre - todavía no podía reaccionar, y tras unos segundos Beca me abrazó.
- Eso es increíble, ¡qué alegría se va a llevar mi hermano!
Seguimos hablando y al final Beca se fue, le pedí que no le dijera nada a nadie y ella aceptó sin problemas.
Jake tenía previsto volver el 24 de Marzo por la noche, es decir, el día de su cumpleaños.
Esa mañana la aproveché para salir a comprar lo que necesitaba para preparar su sorpresa de cumpleaños y para hacerle su tarta. Por la tarde decoré y lo dejé todo listo para cuando llegara.
Jake
Al llegar al aeropuerto, recibí un mensaje de Lea en el que me decía que no podía venir a recogerme porque se había quedado dormida. Le dije que no pasaba nada y fui directo a casa.
Al abrir la puerta, me encontré con la iluminación tenue de unas velas y un camino guiado con globos en los que había pegadas fotos nuestras. Me paré a verlas todas y cada una de ellas hasta que llegué a la cocina donde había una caja con un globo encima con una foto de nuestra boda y una nota.
"A partir de aquí empieza una nueva etapa de nuestra vida"
Levante la tapa de la caja y pude ver un peluche, unos zapatitos diminutos y un chupete.
Por la puerta de la cocina apareció mi mujer con un hermoso vestido negro.
- Felicidades, vamos a ser papás - dijo con los ojos cristalizados. Yo no podía reaccionar, estaba bloqueado - ¿Jake, estás bien? - me acerqué a ella y la estreché entre mis brazos.
- Es el mejor regalo que me podías haber dado.
FIN
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Mi destino
RomanceLea es una chica como cualquier otra que vive en un pueblecito en California. Ella desde la adolescencia se enamoró de la psiquiatría, al principio todos la apoyaron pero cuando llegó el momento se dio cuenta que estaba sola. Lea eligió cumplir su...