Mi destino

Capítulo 9 Rebeca parte II

Este capítulo se lo quiero dedicar a una de las mujeres más importantes e influyentes en mi día a día ya que este miércoles fue su cumpleaños.
Esto es para ti hermana <3

Lea

Cuando entro a la habitación, me quedo unos instantes observando cómo es. Las paredes son de un color gris, una gran cama junto a un escritorio bastante organizado y dos pequeños sillones cerca de unas grandes ventanas.

Se forma un silencio bastante incómodo entre las dos que finalmente rompo después de unos segundos con un pequeño suspiro.

- Rebeca, sé que no te sientes muy cómoda conmigo aquí, lo sé porque, si a mí a tu edad me hubieran hecho esto, lo estaría, - le digo y como veo que no contesta, sigo hablando - tus abuelos me han contado muchas cosas de ti, pero sé que detrás de ellas hay más de lo que parece. Te digo esto porque, por lo que tus abuelos me han dicho, me he sentido muy identificada contigo, yo era igual que tú, no hablaba con nadie a excepción de mi mejor amigo, y bueno mi madre y hermana a las que al final perdí, no están muertas pero... es un tema muy largo... - Cuando acabo de hablar, observo que me está mirando, tal vez un poco sorprendida.

- ¿Qué te han dicho mis abuelos? - me pregunta en un tono muy bajo.

- Me han contado que no hablas con casi nadie, que en tu colegio no te juntas con ninguna persona, que te guardas todo para ti, también me han dicho que tus padres están demasiado pendientes de su trabajo y que con tu hermano casi no hablas - hago una pequeña pausa para preguntar - ¿me han contada algo que no sea cierto? - le pregunto y ella niega con la cabeza - Yo soy psiquiatra - me miró muy sorprendida - pero no he venido aquí por eso. Tus abuelos me han pedido que hable contigo porque están muy preocupados y yo he aceptado porque, como bien te he dicho antes, me recuerdas muchísimo a mí y no quiero que pases por lo mismo que yo, así que mírame como una persona a la que le puedes contar lo que quieras o también en un futuro como una amiga - le digo sincerándome, ya que si ve que yo me abro con ella, tendrá más seguridad para hablar, Rebeca parece notar mi sinceridad, y yo le pregunto - ¿te cuento una cosa? - asiente lentamente con la cabeza - cuesta menos hablar con una persona que acabas de conocer que con una que conoces desde hace mucho tiempo - ella suspira y comienza a hablar.

- Mis abuelos no te han dicho nada que no sea verdad. No hablo casi y no me llevo con nadie, pero parece que tú sabes lo que se siente - me sonríe ligeramente y yo le devuelvo el gesto.

- ¿Qué te parece si hacemos un trato?, podemos empezar a conocernos poco a poco, yo te contaré todo lo que quieras saber y tú harás lo mismo , ¿te gusta la idea? - pregunto y ella asiente, así que añado una última idea - entonces me tienes que prometer que me mostrarás cómo eres realmente, lo que nadie conoce porque no tienen el suficiente valor e inteligencia para acercarse a ti y ver cómo puedes ser.

- Está bien, lo intentaré - me dice con un suspiro - si quieres nos sentamos - yo asiento y cada una se sienta en un sillón.

- Me alegro, ¿comenzamos a conocernos?

- Sí, ¿puedes empezar tú?

- Claro, pues... - hago como si pensara una pregunta pero en realidad ya la sé - ¿por qué te pusiste un poco incómoda cuando tus abuelos te llamaron "Rebe"? - ella parece sorprendida por mi pregunta.

- ¿Te diste cuenta? Claro, es por tu trabajo ¿no? - yo sonrío y asiento - el caso es que me llaman así desde que era una niña, solo lo hacen ellos y mi hermano, pero me hace sentir como si siguiera siendo una niña.

- Entiendo, y ¿qué te parecería "Beca" en lugar de "Rebe" ?

- Pues... la verdad es que me encantaría - me dice con ilusión que se le refleja en sus preciosos ojos verdes.

- Entonces a partir de ahora para mí eres Beca.

Estamos el resto de la tarde hablando y riendo de distintos temas sin la más mínima importancia. Me ha servido para conocerla mucho mejor y para darme cuenta de algo que ya suponía, es una persona increíble.

- Lea, eres maravillosa - yo me sonrojo un poco.

- No exageres, no es para tanto - le digo quitándole importancia.

- No exagero, es cierto, no sé cómo pero has conseguido que me suelte contigo sin casi conocerte, además me he reído como hace mucho tiempo que no lo hacía. Si puedes hacer esto en una situación así, no me imagino lo que haces en tu trabajo.