Lea
En unas cuantas horas tengo que estar con Marc en el aeropuerto para irnos y todavía no he hecho las maletas.
Tan responsable para unas cosas y tan desastre para otras. Ay Lea...
Ignorando a mí conciencia empiezo a preparar las maletas con lo que necesito.
Después de dos largas horas he acabado de organizar todo lo que necesito llevarme...
Le escribo a Marc para ver como va y me responde después de unos minutos.
Marc: Ya lo tengo todo preparado, recuerda que hay que estar en el aeropuerto en un par de horas antes.
Lea: Ni me lo recuerdes, yo tengo que estar allí dos horas y media antes para preparar lo de Milo y Kiko.
Marc: Si quieres puedo ir antes para acompañarte.
Lea: No te molestes, puedo ir sola.
Marc: No me cuesta nada, además creo que lo tengo que hacer.
Lea: ¿Por qué dices eso?, ¿qué has hecho Marc?
Marc: No te preocupes ahora por eso, vete a la cama a descansar que hay que despertarse muy pronto.
Lea: Lo sé, con lo que odio madrugar. Que descanses.
Me voy a la cama para estar un poco descansada.
Cuando suena la alarma no quiero levantarme. He dormido fatal dándole vueltas al viaje y lo que puede pasar.
Me pongo unos baqueros negros con una sudadera rosa y mis deportivas.
Me preparo un café para el viaje y empiezo a meter todo en el coche.
Media hora después ya estoy de camino al aeropuerto. Al llegar le mando un mensaje a Marc y me dice que lo espere en la puerta que está llegando. Hago lo que dice y empiezo a bajar las cosas. Cinco minutos después aparece mi mejor amigo con un par de maletas no muy grandes.
- Parece que te vas a mudar de país - me dice entre risas al verme con tanto equipaje y puede que tenga razón. Llevo dos maletas el doble de grandes que las suyas, una mochila para las cosas de mis perros y mi bolsa de mano.
- No es verdad, es solo que me gusta ir preparada por lo que pueda pasar.
Marc niega con la cabeza divertido pero no dice nada más. Entramos y yo empiezo a preparar los documentos de Milo y Kiko para luego ir con los míos. Saco el café y lo comparto con Marc.
- Está buenísimo - dice y se relame los labios - por cierto, tienes pinta de no haber dormido.
- Es que casi no he dormido - le digo concentrada en los papeles.
- Tienes que dejar de darle vueltas al asunto Lea, lo que tenga que pasar va a pasar por más vueltas que le des, intenta pensar en otra cosa - pienso en sus palabras y tiene razón así que olvidó ese tema y aparece otro.
- De acuerdo Marc, he dejado de pensar en eso, pero ahora pienso en otro problema.
- Es en serio Lea, cuando te he dicho que lo olvides eso para que pienses en algo más positivo como estar en la playa con un buen cóctel.
- Pero Marc, es que es un problema en el que no había reparado hasta ahora.
- A ver, cuéntamelo, ¿en qué te puedo ayudar para que te relajes?
- El caso es que ya hace unas semanas que le deje el caso de Enzo a la policía para que lo investigarán y todavía no tengo noticias - Marc me mira sin entender a dónde quiero llegar por lo que continúo - nunca habían tardado tanto en darme noticias.
- No sé Lea, cuando lleguemos a España llama para ver qué ha pasado, hasta entonces no puedes hacer nada.
- Tienes razón - le dije en un suspiro.
Seguimos preparando papeles, facturamos las maletas y hacemos el control de seguridad.
A las cuatro y media empiezan a llamar para subir al avión. Me pongo en pie para ir a la puerta de embarque pero veo que Marc no se levanta.
- Lea, ve yendo, en un momento voy yo - me dice y yo no puedo estar más sorprendida. Cuando voy a preguntar me interrumpe - no preguntes, confía en mí.
Le hago caso y voy hacia la puerta de embarque.
Cuando estoy en mi asiento pongo el móvil en modo avión y empiezo a mirar por la ventana.
Al notar movimiento a mi lado veo a Marc sentarse a mi lado.
- Por fin, ¿que estabas haci... - al ver a la persona que se sienta junto a Marc se me cortan las palabras.
- Hola enana, ¿sorprendida de verme aquí? - me pregunta Jake un poco burlón.
Decido ignorarlo y me giro hacia Marc.
- ¿Qué hace él aquí? - le pregunto en Español para que Jake no pueda entendernos.
- ¿Sentarse en su sitio para viajar? - me contesta haciéndose el tonto.
- Marc, ¿te mato ahora o cuando lleguemos? - le pregunto fulminándolo con la mirada.
- No serías capaz, si no estuviera yo ¿quién sacaría esa faceta de "Lea enfadada"? - me pregunta entre risas.
- Que conste que te odio.
- Sabes que me amas - me dice sacándome una pequeña sonrisa.
El avión empieza el despegue y tras una media hora de vuelo me quedo profundamente dormida.
Cuando empiezo a abrir los ojos noto que tengo la cabeza apoyada en el hombro de Marc. Me remuevo y me froto los ojos.
- Ya me gustaría dormir tanto como tu Lea - lo miro sin entender nada.
- Pero, ¿cuánto tiempo llevo dormida? - pregunto confusa.
- Unas siete horas - responde Jake que está con su celular.
Miro la hora y veo que tiene razón.
Todavía queda una hora y media y como no tengo nada que hacer, así que me pongo a ver una película en el móvil.
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Mi destino
RomanceLea es una chica como cualquier otra que vive en un pueblecito en California. Ella desde la adolescencia se enamoró de la psiquiatría, al principio todos la apoyaron pero cuando llegó el momento se dio cuenta que estaba sola. Lea eligió cumplir su...