Capítulo 19 Noche de chicas

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Lea

Después de ducharme preparé mi mochila, en la que metí mi pijama, unas gominolas, unas mascarillas y un par de cosas más. Todavía me quedaban unos minutos antes de tener que salir de casa, así que decidí revisar si Milo y Kiko tenían suficiente comida y agua.

Cuando llegué a casa de los abuelos de Beca llamé al timbre y ella me abrió con una sonrisa en la cara.

- Hola, ¿cómo estás?, pasa - me dice.

- Hola Beca, estoy bien, ¿y tú? - le pregunto mientras entro en la casa.

- Estoy muy bien - dice cerrando la puerta y nos dirigimos hacia su habitación.

Cuando entramos, dejo mi mochila a un lado de la cama y nos sentamos en esta.

- ¿Qué tenías pensado hacer? - pregunto.

- No lo sé, podemos decir planes y los que más nos gusten los apuntamos - propuso ella y a mí me pareció una buena idea.

Después de un rato al final conseguimos tener una lista.

Preparar la cena

Ver una película

Mascarillas faciales

Hablar sobre cualquier tema que surja


Entonces bajamos a preparar la cena. Una de las cosas que más me costó fue acostumbrarme al horario cuando llegué aquí, ya que en España, la mayoría de las cosas se suelen hacer más tarde que en el resto de países.

De cenar preparamos unos burritos de carne picada y unas patatas bacón y queso, que estaban buenísimas.

Fuimos a ver la película y al final elegimos "Enola Holmes".

La película duró aproximadamente dos horas y cuarto, nos encantó a ambas.

- Las mejores dos horas invertidas - dijo Beca.

- Totalmente de acuerdo, sinceramente no me esperaba ese final.

- Además de lo guapo que estaba Lord Tewkesbury (Louis Partridae)

- Sinceramente yo prefiero a Sherlock (Henry Cavill)

Después de estar un rato comentando la película nos pusimos las mascarillas y nos hicimos unas cuantas fotos.

Al llegar a su habitación la noté un poco nerviosa pero no le di importancia.

- Como me gusta quedarme sola en casa -dijo echando la cabeza hacia atrás mientras estaba apoyada en la cama.

- Yo cuando vivía con mi madre y mi hermana también pensaba lo mismo, no es que me molestaran ni nada, pero esa sensación de libertad y soledad es pff... - ella asintió dándome la razón.

- Nunca me has hablado de tus padres ni de tu hermana, solo de tus abuelos.

- Puede ser, con mi madre y mi hermana no tengo relación desde que decidí seguir mi sueño y con mi padre, bueno, eso viene de bastante antes - suspiré.

- Si no me lo quieres contar, está bien, en serio.

- Me apetece hacerlo, puedes preguntar lo que quieras - le dije y ella asintió.

- ¿A qué edad decidiste seguir tus sueños?

- A los doce, pero ellas pensaron que no iba en serio aunque, cuando llegó bachiller la relación entre nosotras se enfrió un montón, y cuando acabé esos dos años se acabó por completo. Entonces antes de eso teníamos muchísima confianza, podíamos hablar de cualquier cosa y lo hacíamos muy tranquilas porque sabíamos que entre nosotras no nos juzgábamos, solo nos apoyábamos y salíamos adelante.

- ¿Qué te pasó con tu padre?

- Mis padres se separaron cuando mi hermana tenía diez años y yo cuatro, yo estaba del lado de mi padre y quería estar con él, pero él ponía excusas para no llevarme y yo veía a mi madre como la mala de la película, aunque mi padre fuera todo un idiota. Cuando fui cumpliendo años, me di cuenta de la realidad, que mi padre era un egoísta, que no nos llevaba nunca de vacaciones y nos intentaba dar lo mínimo. A partir de los diez años no me apetecía ir mucho con él pero lo hacía porque en el fondo todavía le tenía cariño. Cuando tenía doce ya casi no iba con él por su actitud, comentarios y porque cuando estaba con él era realmente incómodo además de que ya no le tenía mucho cariño, realmente iba por mi hermana. Me empezó a gustar la lectura el verano pasado a todo eso, pero él y dos de mis tías, que son unas víboras, empezaron a criticarme por leer tanto. Un día que estábamos mi padre, mi hermana y yo , mi padre volvió a sacarme el tema, no me callé, como hacía siempre, y no le gustó. Ese mismo día dando un paseo empezó a sacar trapos sucios sobre el divorcio, sobre la custodia y más, todo mentira porque desde pequeña había visto que no era así, mi madre siempre nos hablaba con sinceridad y nos animaba a ir con él, pero a partir de aquello la relación que tuvimos fue escasa por no decir inexistente.

- Joder, vaya mierda, ¿no?

- Totalmente, pero he aprendido que el pasado, pasado es y que, aunque una persona sea de tu familia no significa que no puedas cortar lazos o que te tienes que quedar callada mientras bajás la cabeza.

En ese momento Beca me abraza.

- Eres la persona más fuerte que he conocido - me dijo y no pude evitar que se me cristalizaran los ojos.

Mi destinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora