En el patio trasero de la posada crecía un abeto gigante asombrosamente grueso. Era tan alto que parecía capaz de atravesar el cielo. Gracias a él, la posada de los Ramon era especialmente fácil de encontrar.
Piper Ramon estaba sentado bajo el árbol, tocando despreocupadamente el ukelele mientras tarareaba la canción "Hermosa Sandra". El sol de la tarde proyectaba sus rayos sobre las hojas, y la brisa desprendía el aroma de las plantas.
Oliver, por su parte, sostenía una espada de madera y estaba cortando laboriosamente la gruesa estaca de madera que tenía delante.
—No —. Su padre dejó de tararear y se rascó la barbilla. —Esto no servirá. Tienes que encontrar una fe inquebrantable, si no, la magia no se activará.
—¿Una fe inquebrantable? — ¿Cuántos años tenía entonces? se preguntó Oliver. ¿Ocho? ¿Nueve?
—Es algo de lo que nunca dudarás —. Piper se metió una uva en la boca. —Igual que tu viejo padre. En aquel entonces, yo... Olvídalo. En resumen, una vez que el espadachín empiece a negar su voluntad, todo habrá terminado.
—No quiero ser un espadachín.
—Papá sólo quiere enseñarte algunos movimientos para salvar vidas. Si no te interesa, puedes aprender otra cosa —. Piper Ramón guiñó un ojo y sonrió. —No pienses demasiado, hijo. Nadie dice que tengas que ser espadachín. ¿Qué te parece el ukelele? ¿Quieres aprenderlo?
—¿A quién le interesarían esas cosas?, murmuró el joven Oliver en voz baja. —¿Para qué cortar estacas entonces?
Piper no pudo contener la sonrisa. —¿Qué pasa con la estaca?
—Los invitados hablarían del mundo exterior —. Oliver dejó caer su espada de madera y se secó el sudor del cuello con la manga. —Esos héroes especialmente poderosos habían matado a muchos-".
—¿Qué quieres matar? — Su padre dejó el ukelele en sus brazos. Era raro que no hubiera emoción en su voz.
Oliver se quedó desconcertado; no había pensado en absoluto en esta pregunta. Los invitados hablaban de héroes, y los bardos cantaban alabanzas a leyendas que hacían que los grandes guerreros de esas historias sonaran terriblemente geniales, de modo que siempre tenía un exceso de atractivo para los niños.
—Demonios, monstruos... —, respondió con incertidumbre. —Son los malos, ¿no?
—¿Para convertirte en un 'héroe'? —. Piper Ramon enarcó una ceja.
—¡Para hacer justicia! — La voz del niño era fuerte, como si se tratara de una verdad inquebrantable.
Aún recordaba la expresión de su padre en ese momento. Oliver no entendía entonces el significado de esa expresión, sólo recordaba que su padre le sonreía. Ahora que lo pensaba, aquella sonrisa le resultaba muy familiar, pues reapareció de nuevo en su despedida final...
Una sonrisa amarga, triste, pero amable.
¿Cuál fue la respuesta de su padre en ese momento? Oliver no podía recordarlo. Sólo sabía que después de terminar la última lección, no había vuelto a tomar la espada.
De repente, a Oliver le entró el pánico. Se dio cuenta de que si realmente no podía recordarlo, la respuesta desaparecería por completo. No tenía a nadie a quien preguntar y confirmar. Aquellos recuerdos triviales e irrelevantes se habían convertido en algo extremadamente valioso ahora, pero como antes no le importaban, ya estaban borrosos y le quedaban muy pocos.
Nunca había tenido tan claro que su padre había muerto. Hasta hace poco, acababa de aprender a tocar el ukelele de su padre...
Entonces se dio cuenta de que la acidez de su boca no procedía de sus sentimientos, sino de algo tangible que pertenecía al mundo exterior. Su cabeza se aclaró y su cuerpo se desprendió del parpadeante y cálido sueño, estrellándose contra esta maldita realidad.
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Extraviados [Stray] - Parte 1
FantasyNovela: Stray / 迷途 Autor: Nian Zhong / 年终 Sinopsis: El caos ha aumentado, lo que solo puede significar una cosa, la próxima generación del Rey Demonio pronto renacerá. En lo que pareciese ser otro ataque habitual de los demonios, Nemo Light quien se...