Capítulo 105: Ovejas y Poesía

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Está fue una auténtica provocación.

Si se dijera esto en otro lugar, aunque sería molesto, no era un problema en estricto sentido. Las grandes religiones actuales eran más indulgentes. Si una persona religiosa lo oyera, le lanzaría una mirada severa. A Jesse Dylan no lo quemarían en la hoguera, ni lo colgarían de una soga lleno de alquitrán y emplumado.

Sin embargo, esto no era una taberna bulliciosa ni una calle abarrotada al anochecer. Era el vestíbulo de la sede principal de la Iglesia Abismal.

Adrian permanecía en silencio junto a Jesse, bajando ligeramente la parte superior del cuerpo, como un leopardo a la espera de abalanzarse. El hechicero demoníaco que estaba tras la mesa del sermón guardó silencio unos segundos; unos tentáculos sobresalían de sus puños, apuntando directamente en dirección al joven rubio. El color de las puntas de los tentáculos translúcidos se volvió gradualmente negro, como los ojos de un caracol asomando.

— Por favor, continúe —, dijo cortésmente el hechicero demoníaco, pero su tono era mucho más frío que antes. — Perdóneme por no entender su punto de vista.

Como predicador, esta respuesta estaba realmente calificada para el cargo que ocupaba. Adrian, sin embargo, no pensaba bajar la guardia. Miró fijamente los tentáculos oscilantes y apretó el arco metálico que tenía en la mano.

Jesse dejó escapar un largo "oh", y el regocijo en su tono se hizo un poco más pesado. — Según lo que acabas de decir, pareces estar bastante seguro de que tu enemigo... Bueno, los humanos le han dado la espalda a tu Dios.

— Tienes razón —, respondió el hechicero demoníaco. Los tentáculos que sobresalían de sus puños se movieron lentamente. — Yo también fui humano una vez, y me cegaron las distintas religiones. Los demonios son malvados y hay que exorcizarlos. Este concepto se ha arraigado profundamente en el corazón de la gente, y lo opuesto al Rey Demonio es Dios: ¿quién regula todo esto? Pocos buscarían la verdad.

— Después de pensar un paso más allá que los demás, ¿crees que lo que ves es la "verdad"? —. Se burló el joven rubio. Adrian podía oír el sarcasmo en su voz. — Es mejor decir que esperas que sea la verdad... He leído sus enseñanzas, el Rey Demonio... Oh, perdón, su Dios es la imagen de una víctima. Soportó traiciones y asesinatos pero no dijo ni una palabra. Qué sacrificio tan "bondadoso" y "grandioso".

— Ahora que lo entiendes, deberías saberlo muy bien. Era una vida milagrosa, y las criaturas de la superficie -especialmente los humanos- se alimentaban de este remanente milagroso. Conscientemente aislaron a los demonios y excluyeron a los que queríamos adorarlos y estar de su lado. ¿El mal? Sólo estamos siguiendo las leyes de la naturaleza, trabajando para derrocar esta antinatural...

— Esta es la cuestión de la que quiero hablar —, interrumpió Jesse sin miramientos. — ¿Crees que eres importante?

Las cejas de Adrian se fruncieron ligeramente.

Durante los años que había estado en el campo de batalla, había ganado confianza en la lectura de las personas. Esta fue también la razón por la que no tomó en serio la mierda de amor de Jesse Dylan. Este hombre estaba lleno de mentiras y la sonrisa de su cara apenas llegaba al fondo de sus ojos. Las hermosas palabras de su boca eran como un guión, y después de despojarlas, estaban simplemente llenas de bromas e indiferencia. Lejos quedaban los días en que era un adolescente. Como guerrero que había visto suficiente sangre y fuego, le resultaba imposible dejarse confundir por ese hermoso rostro.

Desconfiaba y vigilaba cada palabra que pronunciaba la boca de Jesse Dylan.

Pero ahora el ímpetu de Dylan había cambiado. La mirada despreocupada en la superficie seguía allí, pero Adrian de repente sintió que lo que Dylan estaba diciendo ahora sí tenía algo de seriedad detrás.

Extraviados [Stray] - Parte 1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora