Extraviados [Stray] - Parte 1

Capítulo 52: El Idioma de los Bluebird

El Sr. Delany respiró aliviado. Se había calmado después de descargar su ira. La actitud de Oliver le pareció inesperada. Carraspeó hacia el apuesto rostro que lucía una sonrisa inofensiva, y finalmente sólo pudo soltar un frío bufido desdeñoso.

— Pueden —. Levantó el pecho y barrió con la mirada entre su grupo. — Escuchen, doblaré la paga. Tienes que traer de vuelta el cuerpo. Sé que esas cosas malignas se convertirán en cenizas antes de morir, pero debería haber una manera. ¿Sus insignias negras no son el rango de una serpiente? No quiero el cadáver. Puedes quedártelo para ti.

— Gracias por tu generosidad —, respondió Oliver en voz baja, — pero es un poco difícil. No sabemos mucho de los Grace Bluebirds en esta zona.

— Vayan y pregúntenle. Melody le ha contado más cosas que a mí —. El señor Delaney le hizo un gesto con la mano a la señora Delaney, que seguía sollozando. —No intenten engañarme. Quiero que mi hija vea el cadáver con sus propios ojos y que vuelva a ser la que era.

— ¿Cómo sabes que definitivamente volverá a cambiar? —. Nemo apartó la mano de Oliver de él y preguntó descontento.

— He dicho que vayan a hablar con mi mujer. ¿No entiendes las palabras, niño? —. El Sr. Delaney tenía aire de no querer hablar más. Se levantó, giró la comisura de los labios rígidamente hacia abajo y salió rápidamente del salón. Cuando se marchó, la Sra. Delaney se encogió más nerviosa. Intentó barrer los trozos de porcelana húmeda con manos temblorosas, tratando de reprimir los sollozos que se le agolpaban en la garganta, ya que si eran más fuertes, se la comerían cruda.

Nemo hizo una mueca en dirección a la salida del señor Delaney. No tenía una buena impresión de esa persona. Escuchando su tono, Melody no le parecía una persona viva sino más bien un adorno en la casa.

— Ustedes... ¿Qué quieren saber? —. La señora Delaney se arremangó el delantal y miró intranquila al suelo sin mirarlos. — Ustedes... Oh, siéntense primero. El temperamento de Isaac en realidad no es tan malo. Sólo tiene el corazón roto.

Oliver se sentó en el pequeño sofá obedientemente mientras Nemo se apoyaba en él con el codo, sin intención de sentarse sinceramente. Ann y Adrian no se movieron y se quedaron quietos en su sitio.

— En realidad me importa un poco. Según tu marido, Melody no parecía ser la primera persona que se enamoraba de un Bluebird —, el tono de Oliver se suavizó un poco. — No reaccionaste mucho ante la noticia de su deformación. ¿Sabías que ocurriría?

— ...Así es. No es la primera. Alguien se ha deformado antes —. La Sra. Delaney seguía con la cabeza gacha mientras hablaba de forma incoherente. — Sólo hay seis de los que he oído hablar. Dios, ¿en qué estaban pensando?

— En otras palabras, ¿enamorarse de un bluebird puede llevar a la deformación? ...¿No se lo dijiste?

— Melody es una buena chica —. La Sra. Delaney se cubrió la cara con las manos. — No miren así a Isaac. Él la adora. Siempre le hemos dado la mejor educación, la mejor comida, la mejor ropa... Aunque parezca arrogante decirlo como su madre, en realidad es la chica más lista y más guapa de este pueblo. Ella no podría tener ese tipo de pensamientos locos, así que ¿por qué decirle una cosa tan sucia?

— Así que no se lo dijiste —. Oliver frunció ligeramente el ceño.

— Mi Melody es amada por Dios, y las canciones que escribe tienen alma. Si está dispuesta a casarse con Fritz, sería la vida más feliz que podría imaginar para ella. Lavinia organizó una vida tan brillante para ella, así que cómo podría traicionarla así...

— ¿Fritz? —, Nemo notó el nombre justo ahora y no pudo evitar interrumpir. — ¿También es de este pueblo?

— Sí, un joven muy bueno. Han crecido juntos desde pequeños, y puedo ver que el niño ama profundamente a Melody. Mi marido y yo pensamos que podrían... ¡Pero ella le rechazó! —. La Sra. Delaney sollozó. — Fritz es el niño más perfecto que he visto nunca. Están hechos el uno para el otro... Merecen estar juntos.