Extraviados [Stray] - Parte 1

Capítulo 99: La Estatua del Rey Demonio

El torpe y pesado carruaje se alejó chirriando mientras la mirada de Nemo permanecía pegada a la jaula hasta que desapareció en el denso bosque.

— ¿Problemas? — Por fin se recuperó y giró la cara hacia Virgil, que estaba a su lado.

— Los sacrificios suelen prepararse con una semana de antelación, pero aún faltan dos semanas para la luna nueva —, susurró Duran Virgil. Su tez y su color de cabello eran ya bastante oscuros, lo que hacía que sus dientes blancos se notaran más en la noche. — Si el sacrificio ya ha llegado, entonces los Caballeros del Silencio también llegarán pronto. Tenemos que darnos prisa. Una vez que los sacrificios comiencen oficialmente, la Iglesia del Silencio quedará completamente sellada.

—...¿Qué pasará con los sacrificios? — Nemo presionó la ciruela sandpoint hasta el fondo de su lengua y apretó su bastón.

— No lo sé. Cada mes es diferente —, dijo Virgil con voz grave. — No te molestes. Están muertos.

Nemo volvió a mirar en la dirección por donde desaparecía el carruaje y no contestó.

— Ya debería ser demasiado tarde —. Virgil miró el magnífico edificio no muy lejano con expresión complicada. — No hay señales de bloqueo. Probablemente podamos alcanzarlo. Cuando lleguemos a la iglesia más tarde... Bueno, no tienes que prestar especial atención a nada. Creo que ahora estás en muy buena forma. Hay demasiados tipos de demonios superiores, por lo que la deformación de un hechicero demoníaco varía. No serán tan ociosos como para determinar la verdadera clase de cada visitante temporal.

— ¿Hay muchos conflictos entre los creyentes? — Nemo trató de confirmar.

— Es difícil de decir —, suspiró suavemente el hombre alto. — Esto es también lo que me preocupa... Eres conocido como un hechicero demoníaco, así que los adoradores de demonios no deberían tomar la iniciativa de provocarte, pero es mejor que no entres en conflicto con un verdadero hechicero demoníaco.

— Entendido —, respondió Nemo.

— En cuanto a la información sobre demonios que quieres saber... La biblioteca está abierta a todo el mundo, pero cuánto puedas ver depende de tu fuerza. Mañana después del amanecer, puedo mostrarte el camino —. Virgil jugó con el pincel que tenía en la mano. — En realidad, no tienes por qué estar tan tenso. La Iglesia Abismal es un poco diferente de otras religiones generales... La mayoría de los creyentes son más egocéntricos, por lo que no son muy cariñosos entre sí. Sólo por permanecer como visitante por tres días, la posibilidad de ser expuesto es realmente alta-

— No hace falta que lo digas —. Nemo tuvo un mal presentimiento, así que interrumpió rápidamente a la otra parte.

— Acuérdate de llamarme "Duri" dentro de un rato —. Virgil se ocupó de la ropa de su cuerpo sin intención de quitarse los extraños materiales de su cinturón. — ¿Cómo debería llamarte? No es adecuado usar tu nombre real aquí. Ya que eres un insignia negra, debes tener un seudónimo común.

Realmente no lo tenía. Nemo buscó rápidamente en su memoria e inmediatamente le vino una idea a la cabeza. — White —, dijo solemnemente. — Puedes llamarme así, Virgil... Duri.

— Señor White —. Virgil asintió solemnemente, dando a entender que lo recordaba.

Sin embargo, cuando realmente llegaron frente a la Iglesia del Silencio, Nemo descubrió que su preparación psicológica no era suficiente.

La estructura de la Iglesia del Silencio se había vuelto más magnífica y distorsionada a medida que se acercaban. Los largos escalones conducían directamente a la entrada de la iglesia, pero no había las estatuas de mármol que a otras religiones les gusta colocar a ambos lados. En su lugar, plataformas de piedra parecidas a horcas con cadáveres envueltos en telas blancas que colgaban boca abajo adornaban los escalones a ambos lados. El cuerpo estaba fuertemente envuelto, con sólo un par de pies azules y blancos expuestos fuera del sudario que estaba fuertemente atada por sogas. Colgaban quietos y rectos en el aire, desprendiendo un tenue olor pútrido que quedaba opacado por el incienso asfixiante.