Extraviados [Stray] - Parte 1

Capítulo 158: Requisitos del Confinamiento

Libro IV

El cuerpo de Elmer se puso rígido al instante. Miró con incredulidad en la dirección de la huida de Oliver, y luego trasladó su mirada a Nemo. La expresión de este último era tensa, su mirada estaba clavada en el león melena de serpientes, y no pudo captar ninguna emoción expuesta.

Un logística huyendo no afectaría a la situación de la batalla. La cara del comandante se puso fea, pero no dijo ni una palabra.

Todas las unidades de combate de este equipo tenían algunas habilidades. Evitaron las serpientes crin que salían despedidas de vez en cuando entre las crines del león, pero por desgracia, algunos de ellos sufrieron algunos arañazos de sus garras. Nemo se movía según los pasos calculados, observando atentamente las heridas y calculando rápidamente los puntos ciegos de la bola de cristal de vigilancia.

Todo estaba dentro de sus expectativas. Sólo la reacción de Hayden lo sorprendió.

El hombre bajo que descubrió que tenía en sus manos una serpiente crin y estaba a punto de gritar y salir corriendo, estaba ahora terriblemente tranquilo. Hayden no se jactó. Era realmente apto para este tipo de profesión. En intermitencias, cuando alguien resultaba herido, el alumno sanador casi entraba en pánico, pero Hayden Wilhelm parecía una persona diferente.

Gracias a su propia fuerza, Nemo podía ver las heridas de los demás de un vistazo, pero Hayden no era más que un humano corriente con poca magia, y aún así su reacción no era mucho más lenta que la de Nemo. Trató a los luchadores con destreza e incluso tuvo tiempo de calmar las emociones del sanador en medio del caos.

Nemo asistía con calma, ni mucho ni poco, y ahora era más como la sombra de Hayden. De vez en cuando, miraba de reojo al enorme león melena de serpientes. El profesor o el personal de la escuela no aparecieron, por lo que había que decir que este león probablemente había sido organizado por la universidad de antemano.

Pero la primera línea del grupo ya había mostrado signos de colapso.

A decir verdad, Nemo conocía bien esta situación. Él y Oliver habían caminado por el sendero pavimentado de espadas y flechas reales, por lo que estaba muy al tanto de los posibles problemas de los novatos en el campo de batalla. El combate real era diferente del entrenamiento, y los alumnos de aquí no eran tan estúpidos como para confiarse ciegamente. Simplemente se iban al otro extremo: no sabían cómo distribuir su energía y su fuerza. En cuanto luchaban, hacían todo lo posible y no consideraron en absoluto la duración de la batalla. En estos momentos, varias unidades de combate empezaban a experimentar la fatiga posterior, y la magia del sanador estaba a punto de agotarse.

Sin embargo, el coste irrecuperable ya era demasiado alto. No les quedaba más remedio que derribar al enemigo que tenían delante y conseguir la serpiente crin principal. Aunque ahora pudieran escapar a duras penas, el grupo ya no tenía energía para enfrentarse a otro enérgico león melena de serpientes.

Afortunadamente, cuando la situación estaba al borde de la desesperación, los cinco luchadores que se habían marchado antes regresaron finalmente al equipo. No era fácil liberarse del pantano rastrero, y parecían haber invertido mucho esfuerzo, especialmente Leonard. Uno de sus brazos ya estaba ensangrentado, y había muchas espinas largas de color verde brillante en su herida.

La barrera protectora del mago defensivo finalmente se rompió, y el mago casi se desmaya.

Los luchadores se abalanzaron uno tras otro, y los pocos encargados de la defensa apenas estabilizaron la situación. Tan pronto como Leonard estaba a punto de precipitarse, Hayden le dio una patada en la rodilla y le hizo arrodillarse en el suelo.