𝙳𝚒𝚛𝚝𝚢 𝙱𝚘𝚢 🦋 𝚌𝚑𝚊𝚗𝚑𝚘

⌜Capítulo 21⌟

•͟➳ Minho

Caminé a pasos rápidos detrás de la doctora hasta la habitación en donde se encuentra mi abuela y antes de entrar, la mujer me detuvo y dijo con tono bastante serio—: La señora Lee necesita ser operada lo más pronto posible porque de lo contrario, no creo que le quede mucho tiempo de vida.

Lo sé perfectamente, pero no he logrado recaudar todo el dinero que necesito para la operación y es por ello por lo que lo he apostado todo al puesto de gerente general pues tan pronto lo obtenga, tendré un mejor pago que me ayudará a costear todo lo que mi abuela requiere para continuar con vida sin que haya preocupaciones de por medio. Evidentemente, no la dejaré morir pues ella lo es todo para mí debido a que siempre estuvo a mi lado, me ha apoyado, ha cuidado de mí, me ha aconsejado y cuando era pequeño, se hizo cargo de todo pues mi padre me abandonó y mi madre murió.

—Lo sé, doctora— dije en voz baja —Haré hasta lo imposible por obtener el dinero hoy mismo.

La doctora asintió con la cabeza a modo de respuesta y después entramos a la habitación de la abuela.

—Abuela, ¿cómo te sientes? — le pregunté tan pronto tomé asiento a su lado derecho.

—Me siento bien, hijo— mintió con el objetivo de no hacerme sentir más presión.

Tomé su mano entre la mía y dije—: Me alegra escuchar eso.

Sinceramente, no tengo otra opción más que fingir que todo está bien al igual que lo está haciendo ella pues de lo contrario, la situación se podría tornar peor y no quiero que eso suceda por el bien de ella.

De pronto, la puerta fue abierta y entró Bang.

—¿Quién ese jovencito tan guapo? — preguntó mi abuela mientras estudiaba detenidamente al pelinegro que no dudó en mostrarle una radiante sonrisa que deslumbra a cualquier persona en el mundo entero.

Estaba a punto de responder, pero Bang no me permitió hacerlo pues se adelantó diciendo—: Soy Christopher Bang, amigo de Minho.

—¡Oh! ¿Un amigo? ¡Eso es grandioso! — exclamó mi abuela mientras mostraba auténtica felicidad. —Él nunca ha traído a sus amigos. ¡Ven aquí y toma asiento a mi lado! — le pidió mientras me empujaba para cederle el asiento al pelinegro que no dudó en acatar la petición de mi abuela.

No, no había traído a mis amigos porque no quiero que sientan lástima por mí y obviamente, no deseaba que Christopher se percatara de esto, pero necesitaba tanto un taxi y como no había, tuve que aceptar la ayuda del pelinegro.

—¡Abue! ¿En dónde me sentaré yo? — le pregunté.

—¿Por qué no vas en busca de agua para mí, Lino?

No tuve otra opción más que asentir con la cabeza a modo de respuesta y antes de salir de la habitación, le dirigí una mirada a Bang con el objetivo de dejarle muy claro que no debe abrir la boca de más y al parecer, él lo ha entendido pues me mostró una amplia sonrisa burlona.

—Bang, ¿podemos hablar un momento?

—¿Ahora mismo? Estoy a punto de...

—Sí, ahora mismo— lo interrumpí.

—¿Qué pasa, Lino? — preguntó mi abuela.

—No es nada, abuela— le respondí —Solo necesito preguntarle una cosa.

—Ahora vuelvo, abuela Lee— dijo Bang mientras se ponía de pie.

Tan pronto cerró la puerta de la habitación, me giré hacia él y dije—: Tienes prohibido decir alguna tontería en presencia de mi abuela, ¿entendido?

—No te esponjes, conejito— dijo después de darme un ligero golpecito en la punta de la nariz y antes de que pudiera rechistar, él dijo—: Me portaré muy bien mientras me encuentre con tu abuelita, pero a cambio quiero algo...

—¿Qué tontería vas a pedir? — me quejé.

—Dame un beso— me pidió mientras se daba ligeros golpecitos con su dedo índice en su mejilla izquierda.

Me fue inevitable fruncir el ceño ante la petición del extranjero. Sinceramente, no me había imaginado que esa sería la respuesta a mi pregunta. No cabe duda de que las cosas han estado cambiado demasiado.

—No... — fui interrumpido pues Bang no dudó en darme un beso en la mejilla justo como él me lo había pedido. —¿Qué haces?

—¿Qué pasa? ¿No quieres que la gente vea nuestro intercambio de saliva? — preguntó con tono burlón.

—Me importa una mierda lo que la gente piense— respondí —Lo que no quiero es que me beses sin pedirme permiso.

Bang sonrió abiertamente antes de decir—: Lo tengo, conejito.

—Christopher Bang— le llamé con tono serio y él atendió mi llamado sin pensarlo dos veces. Nuestras miradas se encontraron y le pedí con tono demandante—: Bésame.

Es bastante evidente el hecho de que me he dejado llevar por el verdadero deseo que está paseándose libremente por todo mi ser y claro que no me arrepiento de haberle pedido un beso.

El pelinegro se acercó a mí y sin decir ni una sola palabra, unió nuestros labios; el beso ha sido tan inocente, suave y tierno pues ha constado de un ligero toque de labios que no ha ido más allá y que fue bastante satisfactorio.

Santa mierda. "¿Por qué lo deseo tanto después de haberle odiado demasiado?", me pregunté en silencio. No deseaba estar ligado a una persona en ningún aspecto, pero parece que Christopher Bang está dispuesto a cambiar eso. Y lo más irónico de todo es que estoy de acuerdo con ello.

—Ve por el agua para tu abuela, conejito— me dijo después de darme un pellizco en mi nalga derecha que me hizo saltar a causa de la sorpresa que me generó. —No tardes demasiado.