𝙳𝚒𝚛𝚝𝚢 𝙱𝚘𝚢 🦋 𝚌𝚑𝚊𝚗𝚑𝚘

⌜Capítulo 31⌟

•͟➳ Christopher

—Hice hasta lo imposible para lograr que Lee Minho obtuviera cinco jodidos proyectos en puerta— dijo Félix tan pronto se dejó caer en el sillón. Y después de unos segundos de completo silencio, decidió continuar hablando—: ¿Qué es lo que obtendrás a cambio? ¿El amor verdadero de ese chico o qué mierda? ¡Te estás esforzando demasiado en darle un lugar que posiblemente, debería ser tuyo! Acaso, ¿no te has puesto a pensar en ello? ¡Puedes perder tantas cosas si no tomas la decisión correcta!

—¿Un lugar que debería ser mío? ¿De qué hablas?

Félix aceptó gustosamente la cerveza que el entregué y después respondió—: El puesto de gerente general. Durante mucho tiempo has hecho hasta lo imposible por posicionarte en donde te encuentras, entonces... ¿Qué fue lo que te hizo cambiar de parecer? ¿El amor? ¿El deseo de ir en contra de...?

—No digas tonterías— lo interrumpí —Sabes perfectamente que ese puesto nunca lo he deseado y que solo debía obtener para complacer a una persona. ¿No es válido negarme a obtener algo que no deseo con el objetivo de sentirme feliz?

—Tienes toda la razón— concordó —Pero en ese caso, ¿no era mejor decirlo directamente?

—Hablemos de otra cosa— le pedí.

El pelirrojo soltó una risita burlona antes de preguntarme—: ¿Qué te parece si hablamos sobre el amor que sientes hacia tu compañero de trabajo que tiene por nombre Minho?

—¿Amor? No sé de qué hablas.

—¡Ay, por favor! — exclamó con sarcasmo —Sabes perfectamente de lo que hablo.

—No es amor— le aseguré.

—¿Estás completamente seguro? — inquirió.

Y de pronto, recordé los buenos momentos que hemos pasado juntos y que, sin duda alguna, repetiría sin problema alguno por lo que no dudé en confesarle—: Lee Minho me vuelve completamente loco pues en algunas ocasiones, deseo tanto enviarlo directamente a la mierda a causa de su alto nivel de superioridad, antipatía y sarcasmo, pero en otras ocasiones, lo único que deseo es atraerlo hacía a mí para besarlo y hacerlo mío— dije —Pero también quiero cuidarle y amarle justo como se lo merece, sin embargo, tengo la certeza de que eso es completamente imposible.

—¿Por qué lo dices?

—Ese chico es bastante independiente y siempre deja claro que no está interesado en tener una relación amorosa porque le parece algo innecesario y sin sentido. Él solo se enfoca en su trabajo y en nada más que eso— respondí. Evidentemente, voy a evitar hablar sobre el regreso de su exnovia porque ni siquiera quiero recordarlo de nuevo ya que me genera un conflicto interno difícil de ignorar.

—Quizá dice eso porque no se ha percatado de que su media naranja está frente a él y lo mejor de todo es que esa persona está locamente enamorada.

—¿Enamorado...?

—Es bastante obvio que lo estas— me interrumpió Félix —Yo pienso que deberían de darse una oportunidad para demostrarse lo que en verdad sienten y hasta donde son capaces de llegar sin que se sientan obligados o presionados de intentarlo.

—Y hablando sobre amor, ¿qué pasa con tu chico?

Félix rodó los ojos antes de responder—: Es un chico bastante tonto, pero lo amo demasiado.

—No me digas que hizo una tontería de nuevo.

—Pues si te lo digo— bufó —El tonto se presentó como mi mejor amigo en la cena familiar y tuve que darle un golpe que le reinició la vida. Toda mi familia se carcajeó porque sabían perfectamente de nuestra relación, pero él entró en pánico y comenzó a soltar tonterías sin sentido, ¿puedes creerlo?

—Debes entenderlo— dije —No todos tienen la capacidad de ser tan libres como lo eres tú.

Félix estaba a punto de hablar, sin embargo, no tuvo más opción que quedarse en silencio después de escuchar el timbre.

—¡Yo abro! — gritó y no dudó en correr hacia la puerta por lo que no dudé en levantarme del sillón para ir a la cocina en busca de otra cerveza. En estos momentos, lo único que deseo es aclarar mi mente puesto que tengo demasiados pensamientos negativos y positivos que no me han dejado en paz ni siquiera un jodido segundo.

—¡Chris, te están buscando! — gritó Félix desde la sala.

—¿Quién...? — me quedé en silencio tan pronto me encontré con Lee Minho vistiendo un atuendo que le hace ver tan juvenil y más atractivo de lo normal. —¿Qué te trae por aquí, Minho?

—¿Él es Minho? — preguntó Félix.

—Será mejor que regrese después...

—No, no— dije mientras lo tomaba de la muñeca para evitar que huyera. —Félix ya estaba por irse.

—¿En serio? — preguntó el pelirrojo y al encontrarse con mi mirada, no dudó en asentir con la cabeza mientras decía—: Es cierto. Me tengo que ir. ¡Adiós, chicos!

—No quería interrumpirlos— dijo Minho tan pronto se fue Félix —¿Quién es él?

—Es Félix, un viejo amigo.

—¿Solo son amigos?

—Sí, solo amigos— aseguré —Mi tipo ideal es un chico antipático, que sea experto en malas palabras e insultos y de apariencia bastante fría y atractiva. Ah, y también que tenga un alto nivel de arrogancia y superioridad.