Capítulo 13: La noche de los fuegos

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En la noche me desperté como tres veces porque Laila me pateaba y Romina hablaba dormida - habla hasta por los codos despierta ¿no va a hablar mientras duerme? -
Como me desvelé, salí al balcón para ver las estrellas y escuchar el ruido del mar.
A lo lejos se oía la música de una fiesta.
Son las cuatro de la mañana y no me puedo dormir cosa que me estresa porque quiero descansar, además mañana tengo que ir al colegio. Creo que la próxima pijamada Romi y Laila duermen en el piso.
Mientras observaba el paisaje miré hacia la casa de Danna que tenía una luz prendida y se veía una sombra; creo que era ella.
Mientras caminaba de un lado a otro, sale al balcón y mira hacia mi dirección. Me sonrió amablemente y me saludó.
Tomó su celular y me lo mostró  para que viera el mensaje que me había mandado.
Danna: ¿Problemas para dormir?

Vicky: Una me patea y otra habla dormida, jaja

Danna: Así son las pijamadas ¿con quién estás?

Vicky: Con Laila y mi hermana.

Danna: Mejor que Laila ni te vea hablando conmigo porque te odiaría jaja.

Vicky: No tranqui, no se molesta.
¿Y vos? ¿Por qué no dormís?

Danna: Me dormí, si, pero me acordé  que tenía que hacer un trabajo urgente para mañana. Si no lo hago me matan.

Vicky: Aah jaja, yo siempre me organizo, veo cual es la tarea más urgente y así me quedo tranquila.

Así seguimos hablando un poco más y luego volví a la cama.

La alarma nos despertó a las tres y saltamos rápidamente.
Laila, Romina y yo nos arrastramos hasta el baño para vestirnos y peinarnos.
Bajamos al comedor, mamá nos preparó un jugo con tostadas.
- ¿Cómo durmieron, chicas? - pregunta mi madre.
- Pregúntale a ellas, porque lo que soy yo, no puede dormir casi nada. - digo mirando exajeradamente a las dos.
- ¿Y eso?
- Una hablaba sola y la otra me pateaba.
- Ay bueno tampoco es para tanto. - dice Romina.
- Claro, no es para tanto porque no sos vos.
- Bueeeno, la próxima ponemos un colchón en el piso. - propuso Laila.

Terminamos de desayunar y nos fuimos al colegio pero Romi nos acompaña hasta la puerta porque ella estudia en la Universidad.
Zac, Iván y Luke fueron con nosotros.
- ¿Estuvo copada la pijamada, no? - me pregunta Luke.
- Muy, y me enteré de chismes que no te voy a contar. - le digo mirándolo de reojo.
- ¿Ah, si? Que mal porque te iba a invitar a ver los fuegos artificiales de esta noche, pero bueno.  - dice con lástima.
- Aayy ¿enserio?
- Claro, IBAMOS a ir, peeero.
- Bueno, igual creo que te vas a enterar solo del chisme. - miré a Iván y Romi que estaban hablando.
Lo miré a Luke, significativamente para que entendiera y si, lo entendió rápidamente.

- No te puedo creer jajaja.
- Yo tampoco. Quedé sorprendida cuando lo contó.
- Siendo honesto, no me caía nada bien aquel con el que andaba.
- A mi tampoco, pero con Iván pegan un montón.
Creo que dije "Iván" muy alto porque me miró con los ojos entrecerrados.
- ¿Yo qué? - dice el.
Miré a Luke en busca de ayuda para inventar algo.
- No, nada. - dice Luke.
Se me ocurrió algo al instante.
- Era porque te ibamos a invitar a vos y a Romina para ver los fuegos artificiales de esta noche. Obvio si los dos quieren. - digo rápidamente.
Buena jugada.
-  Si, claro que si, ¿querés ir? - le pregunta a Romi.
- ¡Obvio que quiero ir!
- ¿Y nosotros? - pregunta Zac.
- Ustedes también, claro. - afirma Luke.
- Nos sentimos excluídos de la cita de parejas. - y en eso Laila se cruza de brazos.
- Claro, cita de parejas. - reafirma Luke y me pasa un brazo por los hombros.
Bueno...
Quiero molestarlo diciéndole cosas como "¿Soy tu pareja?" "Cuantas indirectas ¿eh?" Pero no puedo porque sino mi orgullo lo atrastro por el piso y además quedaría como una ridícula, cosa que no soy.

Un atardecer contigoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora