Capítulo 22: Aloha wau iā ʻoe

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Fuí a la playa muy temprano para surfear. El mar estaba sereno, con pocas olas pero igual me quedé para sentir esa tranquilidad de estar solo el mar y yo. El sol asomaba poco a poco y el aroma de la mañana que no puedo describir pero que es hermoso, también se sentía.

Al final Luke demoró un día más en venir a Waikiki para acompañar a Iván.
Me dijo que llegaría hoy pero no sé muy bien a que hora.

Ya empezaba a extrañarlo un poco y también quería que Iván se recuperara al cien porciento.

Saliendo de mis pensamientos, sentí que alguien remaba y se acercaba hacia mi. No le presté atención hasta que me sinchó del lish acercándome a la persona.

- ¿Qué hac...? - al voltearme, la sonrisa apareció en mi rostro.
Era Luke, también regalándome su sonrisa.

Bajé de la tabla y me acerqué a él.
Nos abrazamos muy fuerte. Lo extrañaba muchísimo.

- Que sorpresa - dije emocionada.

- Fueron eternos estos dos días - al separarse me tomó de la cintura y mantuvimos la mirada.

- Y para mi, ni te lo imaginas.

Las olas empezaron a crecer y se movían con más rapidéz a nuestro alrededor.

- Vamos, aquí vienen las buenas- le digo subiéndome a la tabla. Remamos más adentro para tomarla en el punto justo.

Cuando sentí que la ola me llevaba con su propia fuerza, me paré en cuclillas y fuí por la pared haciendo diferentes piruetas.

Al rato, Luke hizo lo mismo. Quedé embobada mirándolo por lo atractivo que se veía mientras surfeaba, tan concentrado y disfrutando de las olas, porque Luke era eso, parte del mar.

Nos quedamos un buen rato sentados en la tabla depués que pasó la serie de olas. Solo miramos el limpio horizonte sin ninguna marquita. Simplemente perfecta aquella extención de mar.

- Me alegro que Iván pueda estar aquí dentro de poco - comenté.

- Y yo, pero va a estar unos cuantos días en la casa de su tía para mejorarse mentalmente y capaz que no lo veamos tan seguido. - bajó la mirada. Se notaba que estaba triste, Iván es un amigo muy importante para él, todos lo son. Sabía que esto no era fácil para ninguno de todos los que lo queremos.

- ¿Y que ha pasado mientras no estuve? Que sea algo divertido porque siento que voy a morir de tantas malas noticias - apenas sonrió.

En verdad no había hecho muchas cosas en estos días. Fueron aburridos para mí también.

- Bueno, déjame pensar...pegué algunas fotos nuestras en el diario  -  sonreí al igual que él - . Salí con Zac y Laila a caminar por unas tiendas porque ella se quería compar unas pulseras para compartir con Zac, así como hacen los novios y...después no hice nada interesante más que estudiar, estudiar y estudiar. - finalicé con un tono aburrido.

Luke se reía y me contagió esa risa a mí también como siempre lo hace. Los rayos de sol hacía que sus ojos se vieran más claritos. Me encantaba y quería decírselo.
Él siempre dice que el sol y el mar le aclaran los ojos y, estaba en lo cierto.

Salimos del agua y fuimos a mi casa.
Mis padres lo recibieron alegres porque no sabían cuando iba a volver.

- ¡Luke! - exclamó mi madre - No sabes que felíz nos pone que Iván esté recuperado, estábamos muy preocupados. - dice mientras lo abraza.

Mi padre le dió unas palmadas en la espalda y lo invitó a pasar.
Luego le pregunta:

- ¿Dónde está Iván? ¿Volvió contigo?

Un atardecer contigoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora