Capítulo 30: ¡Sorpresa!

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Me puse unos jeans y un top blanco con una camisa corta de color lila.

Luke me espera en el jardín delantero y de mientras habla con mi mamá.

Al salir de casa veo como el enorme cuerpo de Kimba viene corriendo hacia mi.
Ha crecido muchísimo estos ultimos seis meses.

- Nononono, no saltes - me agacho para frenarla.

Si lo hace seguramente termine en el suelo.

Empieza a lloriquear porque sabe que no la voy a llevar con nosotros.
Es muy grande y un poco torpe para ir a un lugar con sillas y mesas.

- Mamá ya viene - la acaricio y me acerco a Luke.

- Hola - me agarra de la cintura y me besa sin más.

Mi madre se hacía la distraída, seguramente ya sabe lo de nosotros...después de todo es madre.
Se ríe por lo bajo.

- Hasta luego, ¡disfruten!

Pasa un brazo por mis hombros.

- ¿De que hablaban? - pregunto.

- De tu y yo - dice totalmente tranquilo.

LO SABÍA.

- Espera ¿qué?

Se ríe.

- Se puso como loca cuando le dije que me vuelves loco.

¿Cómo se atreve a decirle esooooo?

- ¿Le dijiste eso exactamente? Me va a matar.

Niega con la cabeza.

- Tranquila, tengo todo bajo control - dice por lo bajo y cerca de mi oído.

Si, claro.

- No sé cuál es tu concepto de tener las cosas bajo control pero...está bien, de todas formas se lo iba a decir.

- Créeme le faltó saltar de la felicidad. - dijo y nos reímos.

Ay, Luke.

- Eres...

- ¿Genial? Si, lo sé  - completa la frase por mí.

- Además de eso...eres muchas cosas.

Me mira.

- Yo tengo millones de adjetivos para describirte

- A ver - levanto las cejas y sonrío.

Quiero saber como me define.

- Eres hermosa, graciosa, inteligente, auténtica, un poco tímida a veces, solidaria, y...única. Si, esa es la palabra que más te describe. - paramos de caminar y quedamis frente a frente.

Única.

Asi me llamó.

"No llores, no llores"

Intenté contener las lágrimas y me puse nerviosa.
Mis mejillas estaban muy rojas.

- Suéltalo todo, sé que te emocionaste - busca mi mirada.

- Ay, ya - sonrío nerviosa.

Suelta nuestras manos y apoya las suyas en mis mejillas.

Nuestras bocas se unen y forman un suave y lento beso lleno de sensaciones.

Me levanta tomándome por la cintura y giramos.

- Te amo. - dice dejándome en el suelo.

- Te amo - lo vuelo a besar.

Un atardecer contigoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora