Un atardecer contigo

Capítulo 24: Loca fiesta (parte dos)

Advertencia: en este capítulo van a aparecer situaciones donde hace referencia al consumo de drogas.

— Enserio, eres increíble, Luke. — le dije mientras reía —. ¿Cómo es posible que te hayas acordado de toda la canción?

Se encojió de hombros y me miró.

— Te lo dije. — me dió un beso en la frente.

Permanecimos abrazados hasta que mi celular sonó. Calleron bastantes mensajes. Pensé que lo había silenciado.

— ¿Quién es? — preguntó Luke levantando una ceja.

Me causa mucha gracia cuando hace eso aunque lo haga sin darse cuenta.

Debí haber supuesto que era Flor, siempre manda los mensajes uno por uno. Después se enoja porque la tengo silenciada jiji.

— Es Flor, me pregunta que estoy haciendo.

Le contesté rápido que estaba en una fiesta y no podía hablar mucho.

— Ven, así saco una foto y se la mando. — seguramente vaya a mandar mil mensajes más.

— Espera, espera. — dijo apurado porque estornudó pero...ya había sacado la foto y salió su cara en el momento justo. Me voy a burlar de esto todo un año.

Empecé a reirme tanto que el estómago ya me dolía.

— No seas mala, mira cómo salí. — dijo frustrado.

— Es la primera vez que oigo a un hombre quejarse por como sale en las fotos. — es verdad, no suele importarles nunca.

Miré de nuevo la fotografía, aguanté la risa y lo miré de reojo.
Me estaba tirando rayitos.

La mandé pero solo para ver una vez. No sea que le vaya a sacar captura. Aunque va a reírse por mucho tuempo.

— Y si, mira esa cara. — señaló el celular.

— ¿Acaso querías salir bien por mi amiga? — actúe como si estuviera celosa. A decir verdad, no me sale tan mal el papel.

Sus ojos se abrieron como platos.

— ¡No! ¡Claro que no!

— Shh, calla, ya sé cuales son tus intenciones. — me crucé de brazos y me levanté.

Me encanta esto jajaja.

— ¿Cómo vas a pensar eso? ¿Te vas a poner celosa? ¿Por esto? — se río irónico.

Comencé a caminar dejándolo atrás. Me siguió y se puso delante de mi.
Enserio se lo está creyendo. Vamos a ver hasta que punto llega.

— ¿Y entonces porqué querías salir bien?

— Salir bien del todo, no. Salir descente, no con cara de simio.

Si sigo aguantando la risa seguramente se me salga un ojo.

Se dió cuenta y me miró serio.

— Ah, que graciosa. — negó con la cabeza.

— Perdón pero tenía ganas de hacerte esa broma. — ladeé la cabeza y sonreí inocente.

— Ya, no pongas esa cara que de inocente no tienes nada. — pasó un brazo por mis hombros y entramos de nuevo a la fiesta.

Desde que salimos hasta que entramos de nuevo, la fiesta se descontroló aun más.
Unos cuatro chicos se encontraban en el techo de la casa. Iban a saltar a la piscina. Los miré horrorizada.