Subo a la parte trasera de mi camioneta y Ali sube en el lado del conductor. Aprovecharé este momento que estábamos él y yo solos para realizarle un par de preguntas. Porque necesito salir de mis dudas y saber si está de mi lado o se convirtió en un puto traidor.
Solo sé que desde muy niño he confiado ciegamente en él y me ha sido fiel hasta ahora, pero nunca le he preguntado por qué nos ayudó. Creo que ahora es el momento para saberlo, ahora que tengo a un puto traidor dentro de mi organización, ahora que no tengo la puta idea de en quién debía confiar y en quién no.
El único por el momento en el cual confío es en Damián y quedó descartado de ser el traidor por ser la pareja actual de Zamira. Damián está demasiado involucrado en mi mundo y en mi familia, como para ser tan pendejo y voltearse. Además, de que nunca podría en riesgo la vida de Zamira y ni la de Amarilis, ya que tanto la ha defendido hasta de mí. Él no lo es y simplemente de ver su rostro lo he podido confirmar.
Pero... ¿y Ali?
¿Cuáles son esos motivos de venganza por los cuales nos ayudó? ¿Qué beneficio obtuvo él, al hacerlo? ¿Quién carajos es Ali realmente?
Nunca me ha interesado preguntarle nada sobre su vida, pero ahora exijo saberlo todo y no me conformaré con una estúpida respuesta.
—¿Por qué nos ayudastes cuando éramos unos niños? —le pregunto. No quiero dilatar el tema de conversación e iré directo a lo que me interesaba saber.
—Porque le tengo un cariño especial a usted señor y a sus hermanas. —Volvió a repetir lo mismo que me ha dicho siempre y gruñó.
—Ya no soy un jodido niño Ali y debo asegurarme de que tu no seas un puto traidor.
—Señor, nunca he sido un traidor, porque yo siempre he estado de su lado y del de su madre. —Habló Ali y suspiro.
—¿Quiero saber porque tomastes la decisión de traicionar a mi padre? Si tu eras de su entera confianza y hasta hacías mucho trabajos para él. —le respondo un poco estresado con todos los últimos acontecimientos.
—Señor, por amor a su madre. —me confiesa Ali y sonrió cínico para luego sacar mi puta arma.
—Déjate de cuentos, Ali y te exijo que me cuentes la puta verdad ahora. —le respondo quitándole el seguro a mi pistola y colocándola sobre su frente.
Estoy consciente que el auto está en movimiento, pero Ali ni siquiera está temblando del miedo y solo continúa concentrado en la puta carretera. Cosa que me hace descifrar que él no me tiene miedo o puede que esté confiando en que no lo lastimare por el cariño que le tengo.
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¿O eso es mucho pedir?
Random¿Qué haría si a tus 21 años, pierdes a tus padres en una accidente automovilístico, te toca buscar un empleo de medio tiempo y para completar tienes que hacerte responsable de la custodia de tu hermana menor de 6 años? Todo esto me pasó a mí y en ta...